[ 3 ]

3.4K 301 49
                                    

—¿Y qué harán después de la escuela?

Miraste al rubio que atendía aquella tienda mientras cargabas la bolsa de mandado.

—Cliff Baker dice que podría trabajar en el asfalto del tramo Greenbrier de la Ruta 60...—Respondió Arvin mirándolo por igual—Quizá haga eso...

—¿Y tú, ______? Has pensado en no lo sé...—Decía el rubio mirándote con una leve sonrisa—Seguir trabajando con mi tía en su tienda de ropa, o tal vez casarte con un chico que...

—Ohhhh, no, no, no...—Respondiste rápidamente mientras negabas con mis manos—No necesito de ningún hombre, definitivamente seguiré con mis estudios. Quiero ser maestra...

—¡Esa es mi niña!—Exclamó tu madre alzando su mano para que chocaras tu mano con la de ella, a lo que tú respondiste con una sonrisa.

—¿Y tú qué harás?—Le preguntó Arvin al rubio sonriendo mientras veía cómo reías junto a tu madre.

—Mi papá quiere que me quede aquí. Es mejor que ir a Vietnam, supongo...

—Sí, supongo que sí...—Dijo Arvin mirando al piso.

Frunciste levemente el ceño ya que sabías que eso de alguna manera le recordaba a su padre.

—Todos dicen...—Decía tú madre mirando el estante—Que les gusta cómo los preparo, pero...

—Solamente cómprale un filete...—Respondió Arvin.

A los pocos segundos soltaste una risa a la vez que tu madre.

—Sabes que no puedo pagarlo...—Dijo la mayor.

—Puedo a completar lo que hace falta, mamá...—Dijiste tomándola de los hombros.

—¡Oh, vamos!—Exclamó Arvin mirándote—Dejen de preocuparse. Es solo un predicador.

—A mi no me preocupa, solamente quiero que mi madre esté tranquila...—Respondiste mirándolo.

—Ya lo sé, pero aparte sabes que todo el mundo la quiere...—Dijo Arvin antes de mirar al rubio—Serán hígados de pollo.

El rubio asintió y empezó a sacarlos de aquel estante.

—No te preocupes, mamá—Dijiste tomándola de la mano—Quedarán deliciosos... Lenora y yo te ayudaremos a hacerlos.

Ella solamente sonrió y asintió.

──── ❛ ❲ ❀ ❳ ❜ ────

—Gusto en conocerlo...

—Mucho gusto en conocerlo, reverendo...

Entraste a la cocina con algunas cosas que te había pedido tu madre.

—¿En serio siguen practicando?—Preguntaste mirando a Lenora mientras dejabas las cosas sobre la mesa.

—Estamos nerviosas por conocerlo, ¿Qué te decimos?—Pregunto tú madre colocando el pollo en el sartén.

—Es sólo un reverendo, no hay que preocuparse de nada...—Respondiste ayudando a romper los huevos junto a la pelirroja.

—Creí que ya te habías arreglado...—Decía la mayor volteándote a ver.

—Aún queda tiempo...—Respondiste limpiando un poco tus manos en un pañuelo.

—No te preocupes, ______...—Dijo con una leve sonrisa Lenora—Yo puedo ayudarle. Ve a arreglarte, tardas demasiado.

𝕿𝖍𝖊 𝕯𝖊𝖛𝖎𝖑 𝕬𝖑𝖑 𝕿𝖍𝖊 𝕿𝖎𝖒𝖊 | 𝕬𝖗𝖛𝖎𝖓 𝕽𝖚𝖘𝖘𝖊𝖑𝖑Where stories live. Discover now