Capítulo 3: Decisión

1K 176 106
                                    

Fueron escoltados al día siguiente hacía su embarcación, los tres caminaron con paso lento sintiéndose derrotados, marcharse y dejar a aquel pueblo así no se sentía correcto, sentían que podían hacer más, ser de ayuda.

—Harry ¿no crees que...—susurró el pelinegro, pero se detuvo al mirar la expresión de su amigo.

El rizado negó con la cabeza, seguía conflictuado, avergonzado y se cuestionaba a sí mismo si acaso todas sus luchas en el pasado fueron legítimas o si al igual que en ese momento, tan solo se había dejado guiar por una versión de la historia.

Niallem se detuvo en seco antes de hablar —Lo siento chicos, pero creo que mi viaje junto a ustedes termina aquí. —Ambos lo alzaron a ver algo perplejos, el joven mostraba un aura de seriedad que nunca había tenido antes. —Voy a quedarme.

—Niall...

—La mayoría de estas personas son niños, mujeres y ancianos, hay muchos lugares por reconstruir, demasiado trabajo en el que podríamos ser útiles.

—Ellos no nos quieren aquí — dijo el rizado hablando demasiado bajo.

—¿Acaso para ti se trataba únicamente de la fama?

—¡Por supuesto que no!— levantó la voz. —Yo... —observó con cierta duda a Louis y a Zayn, quienes lo estaban presenciando todo —¿Podríamos?

El ojiazul tan solo levantó los hombros con desinterés—Aquí todo el mundo es libre; sin embargo les advierto que los estaremos vigilando —mencionó dándoles una mirada fría.

El moreno en cambio se mostró mucho más amable, había comprendido sus intenciones al hablar con ellos la noche anterior. Gracias a Zayn fue que poco a poco Liartes y Harry se pudieron ir incorporando a las actividades de los lugareños y ganarse su confianza, Niallem era un caso aparte, desde el primer día se había ganado a todos con su carisma. Sin que siquiera lo noten, todo aquello dejó de sentirse como una misión, era un sentimiento extraño y atemorizante para el rizado, quien nunca había tenido que compartir tanto tiempo con personas lejos de un campo de batalla.

Se sentía un poco abrumado por todos los cambios radicales, pero no era el único, lo notaba, Louis y él eran parecidos en ese aspecto y aunque su preocupación y ganas de ayudar eran genuinas, realmente se sentían completamente fuera de lugar.

Intentó acercarse a él, pero el chico siempre le rehuía y ¿Cómo no hacerlo? Las cosas que dijo al llegar no eran precisamente las mejores, aún así parecía ser el único de su grupo al cual el muchacho le tenía rencor. Y era una situación completamente indeseada pues por alguna razón Louis siempre estaba en sus pensamientos y no, no era solo por su inigualable apariencia, cada día que pasaba descubría más acerca de él, se sentía completamente atraído por su hermosa personalidad, por su entrega, estaba cayendo completamente por él y cada una de sus pequeñas cosas.

—¿Vas a seguir mirándome de esa manera? ¿Acaso no desistes en tu idea de asesinarme?— Inquirió el chico con el ceño fruncido.

El capitán se ruborizó al darse cuenta que cada vez estaba siendo mucho menos sutil con lo que comenzaba a sentir. —Lo siento yo... ammm bueno...— balbuceó sin saber qué decir.

—Si estás tan desocupado deberías pasarte por el centro, hay mucho trabajo que hacer por ahí. —mencionó tomando unas pesadas cajas llenas de materiales.

Harry se apresuró a ayudarlo, pero Louis solo se apartó con algo de recelo —Hay más de donde salieron estas —dijo señalando la pila de cajas tras él.

El soldado tomó lo más que pudo acelerando el paso para alcanzar al pequeño ojiazul, intentando parecer lo más casual posible, pero casi tropezando por lo nervioso que lo ponía Louis. El chico soltó una carcajada, incapaz de controlar sus ganas de reír, era la primera vez que el rizado lo veía así de relajado a su lado.

—¿Siempre eres así de torpe?

—Tú me pones así — respondió sin siquiera pensarlo, ruborizándose ante lo dicho. Las mejillas de Louis se tiñeron levemente de rojo, pero su rostro se volvió serio al instante.

—Debemos apresurarnos— mencionó adelantándose.

Harry sonrió para sus adentros, la reacción de Louis en cierta medida fue de rechazo; sin embargo, aquel rubor delator en el rostro del muchacho, le mostraba que no debía darse por vencido tan rápido  y ciertamente, aquel hombre era alguien por quien valdría la pena luchar.


Medusa (LS)Where stories live. Discover now