capitulo 24

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DEAN

Miré ambos lados, paredes blancas, la misma amplia cama que recordaba y unos ojos oscuros observando cada uno de mis movimientos, en la leve oscuridad de esa habitación.

Sólo éramos los dos, sólo mi respiración errática, descontrolada se podía escuchar, al contrario de él, su postura era firme, imponente, su torso completamente desnudo, dejando al descubierto sus muchos tatuajes. Podia sentir como mientras se acercaba, el espacio se hacía más pequeño.

Sus pasos eran calculados, pero precisos sin apartar su mirada oscurecida de mis ojos, me tomo de la cintura y al instante, la textura de la cama a mi espalda fue lo próximo que sentí mientras se cernia sobre mi, remarcando las diferencias, mi cuerpo era un chiste delante del suyo.

Su frente chocando la mía, mientras nuestras miradas se encontraban y su cuerpo me acorralaba.

- Cachorrito- me nombró provocando una fuerte necesidad, un fuerte he indeseable deseo de que eliminara los pocos centímetros que separaban su boca de la mía.

Lo estaba deseando y fue como si leyera mis pensamientos, sus dedos rozando mi mejilla en una delicada caricia, provocandome un jadeo involuntario, que murió en su boca, cuando comenzó a consumir la mía en un beso profundo.

Y me odie, por que lo podía sentir, él no era real, no estaba su maldito olor que me alteraba, no podía sentir la frescura de sus labios, esto no era real, y me odie mucho más cuando sentí la arrebatadora necesidad de él, de desear a mi verdugo.

NARRADOR OMNISCIENTE

Sus párpados se sentían pesados, no había tenido una buena noche, los recuerdos, la imagen del mayor, volvieron su descanso una tortura.

No era la primera vez que tenía esa clase de sueños con el mayor, pero si era la primera vez que fue conciente de que era sólo eso, un sueño.

Pero trataba de mostrar su mejor cara delante de sus padres, más cuando era la primera vez luego de mucho tiempo que todos se encontraban reunidos en la mesa, con algo que celebrar, su padre era pura felicidad al igual que su madre, inclusive su pequeño hermano a pesar de no entender nada, irradiaba mayor felicidad esa mañana.

La empresa para la cual trabajaba su padre, lo habían contactado prácticamente rogando que volviera nuevamente, alegando que un nuevo inversionista muy importante, sólo quería tratar con él, de otra manera rechazaría cualquier negocio con la organización, por lo que, luego de exigir algunos cambios en su horario el hombre decidio aceptar.

- Y aún no sabes quién es ese inversionista?- cuestionó su madre, en un tono suave mientras le daba de comer al pequeño, que se encontraba balbuseando en su silla desplegable.

- No, solo pude averiguar que es alguien muy importante que quiere invertir una fuerte suma de dinero en la empresa, pero se negaba a tratar con otro- respondió de manera simple, mientras miraba al de ojos azules.

- Espero que tengas todas tus cosas organizadas, ya que sin excusas volveras a clases.

- Gracias papá, pero creo que sería mejor que...

Ataduras (+18 Homoerotica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora