La chica de los cafés |J.JK| (Corrigiendo)

ıllıllı Capítulo Doce ıllıllı

Jungkook sigue mirándome a los ojos, esperando mi respuesta.

─Yo... ─tiemblo ligeramente.

Espero que no llegue a notar mi nerviosismo.

Siento algo parecido al ruido de la puerta abriéndose y en menos de un minuto, la chica peli rubia está junto a nosotros.

─Ey Kookie, ¿al final terminaste de ver la pel... ─Yerim quita la vista de su celular y se queda congelada─. Creo que interrumpí algo, sí, ya me voy.

─¡No! Espera, si quieres quédate, yo... voy a limpiar ventanas ─salgo de la oficina lo más rápido que puedo.

Tal vez lo de las ventanas sí me serviría para algo.

¿Qué rayos estaba pasando?

Yo no lo iba a besar, claro que no.

Voy rápidamente hasta mi puesto de trabajo y me dedico a arreglar algunos documentos.

Pero estoy segura de que mi gran sonrojo no se me pasará tan rápidamente.

[•••]

─¿Casi se besan, dijiste? ─escucho la voz de Yeosang a través de mi teléfono.

─Por tercera vez, sí ─suspiro.

Mi horario de descanso sólo está haciendo que me vuelva loca.

Pensé que llamar a mi mejor amigo sería la solución para distraerme pero vamos, estamos hablando de Yeosang.

─¡Oh, por Dios! ─exclama.

─¡Mis oídos, tonto!

─Aquí hay solo una tonta y esa eres tú. Pudiste tener los labios del todopoderoso Jeon Jungkook pero aún así desperdiciaste tu oportunidad.

─Todo está mal, me iré del país, cambiaré mi identidad y me dedicaré a criar delfines.

─¿Delfines? ─se burla.

─¡No me estás ayudando!

─Si quieres mi consejo, lo tendrás. Ya ustedes dos acaban de dar un paso importante, estuvieron a punto de besarse.

─Aún no tiene sentido lo que dices, continúa ─resoplo.

─¡No me interrumpas, cafecito! Te decía que él intentará hacerlo de nuevo, y tú vas a recibirlo con los brazos abiertos ─hace silencio por un momento─. La boca, con la boca abierta.

─¡Yeosang!

─¡Vale, perdón!

─Oh, rayos. Abortar misión, repito, abortar misión. Viene para acá, necesito irme ─finalizo la llamada y dejo el celular a un lado para sostener una revista frente a mi cara.

─Se que me estás evadiendo, la revista ─me quita el objeto y lo gira─ está al revés.

─¡Demonios, Hwan Mi!

─Espera por mí a la salida. Te llevaré a tu casa, chica de los cafés ─sonríe.

─No es necesario, puedo ir por mi propia cuenta ─niego con la cabeza.

─Vale, nos vemos al finalizar el trabajo.

¿Acaba de ignorar completamente lo que le dije?

¿Será que algún día respetará mi opinión?

─MiMi, MiMi, MiMi ─llega mi amiga corriendo hasta mi lado─. ¡Lo siento tanto! De verdad no tenía idea de que estabas con él.

─¿Qué dices? No estaba pasando nada.