33: Retorno al presente: El Campeón del Este se reúne con La Desgracia Amena

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Junjie siempre había sido diligente tanto con su familia como con su labor de proteger el Este.

Desde el momento en que supo que iba a tener un hijo, Junjie tuvo que trazar planes y estrategias para que la llegada de su hijo no fuera descubierta por algún malhechor que aprovecharía y lo atacaría. 

Junjie no tenía a ningún familiar cuando cargó a su hijo por primera vez. Así que, construyó un hogar oculto con ayuda de sus amigos más cercanos y tuvo que vivir con el constante temor a ser hallados.

Y cuando creía que al menos tendría una vida llevada, descubrió que a su hijo le costaba interactuar con otras personas. Como padre, este fue un golpe doloroso, ver que su hijo no tenía la capacidad suficiente para siquiera hacer algún amigo.

Pero, no quiso darse por vencido y que su hijo tampoco lo hiciera, así que trató de fortalecer su aprendizaje en solitario, al menos para que supiera valerse por sí mismo.

Cuando Junjie dejaba a Shaoran en la escuela, siempre iba con el temor de que su hijo fuera mal tratado, así que, le enseñó a hacerse oídos sordos a ofensas. Shaoran obedeció a las enseñanzas, así que nunca se mostró intimidado ni golpeado.

Junjie creía que su hijo podría continuar estudiando incluso si era solitario. Pero, este día, fue diferente.

Usualmente, Shaoran se mostraba con la mirada en alto y también con la compostura derecha, mas, al salir de clases, tenía los ojos enrojecidos y la cabeza algo agacha.

Reclamar a los maestros sería un desperdicio, pues Junjie sabía que solo atraería más problemas de convivencia escolar a su hijo.

Junjie se encontraba bajando de su mechabestia viendo cómo Shaoran se acercaba silenciosamente con aquella apariencia lamentable, rápidamente fue a él y entonces se agachó a revisar si tendría alguna herida o golpe. Bajó el cierre del abrigo de algodón y entonces vió que el pecho de su niño estaba de barro.

— ¿Qué sucedió? —le preguntó viéndolo a los ojos.

Shaoran se mantuvo en silencio un momento y confesó: —me molestaron, no hice nada porque no era grave, estaba bien. Pero, el sobrino del señor Matthew habló de mi mamá.

Casi inmediatamente cuando dijo eso, sus ojos obsidiana brillaron intensamente revelando lágrimas que resbalaron por sus mejillas coloradas. Junjie escuchó teniendo un nudo en su garganta.

— dijo que, mi mamá se fue porque no la quieres, que solo la querías para tener un hijo y no para cuidarlo. —relató—. No tengo mamá que me cuide ni papá que me quiera.

En la cabeza de Junjie, había un sin fin de reclamos que le haría a ese camarada suyo. Los niños imitaban a los adultos, por supuesto que además de enseñarle mal a su sobrino, ese lanzador de babosas estaba hablando mal de la madre de Shaoran.

— eso no es cierto, sabes que te queremos, ¿Verdad?

El niño no respondió y esto ya le daba una idea a Junjie sobre cómo podría estar sintiéndose. Cargándolo en sus brazos con suavidad, el hombre decidió llevárselo ya a casa.

Aunque apenas se dió media vuelta para retomar su vehículo, la criatura de sonrisa melosa se presentó.







Shaoran pasó la hoja de un libro colorido, leyendo la siguiente página con una genuina concentración. Junjie se aproximó y dejó en su escritorio un mantou de tamaño mediano para que el niño se alimentara mientras leía.

Luego salió de la habitación y entonces fue a su cocina, cuyo comedor estaba siendo ocupado por Rui, este tenía en las manos una taza pequeña con agua caliente.

Un Pensamiento De Todas Las Vidas || BajoterraМесто, где живут истории. Откройте их для себя