Por la Luz Perpetua

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Las Legiones celestes mantuvieron con dificultad el frente soportando las recias cargas frontales de las criaturas amorfas ganando suficiente tiempo a las naves de los tres Imperios para que dispararán todas sus armas contra los engendros de La Noche y contra la gigantesca masa misma que conformaban lasformas oscuras de Briareo y a Éolice, con el objetivo de frenar su avance hasta que se materializaran en sus respectivas figuras físicas las cuales enfrentarían el Creador y el Herrero.

En vista de que los vasallos de su deidad suprema estaban sufriendo constantes daños, los seguidores oscuros decidieron eludir el bloqueo angelical, atravesándolo pese a las pérdidas sufridas en un desesperado como suicida avance contra los cañones de energía solar, sin embargo, teniendo que obligatoriamente acceder desde la cubierta de la nave por los metales sagrados con los que estaban reforzados las zonas de los cañones haciendo que el único modo de acceder fuese a través de las puertas o conductos de la cubierta de cada nave, defendidas por las legiones de Anunnaki restantes.

Al ver las sombras acercándose, el Emperador cerró la visera de su yelmo y ordenó a uno de sus guardias que abriera un canal de sangre en las tres frecuencias tanto de sus hombres como de las otras dos razas arcaicas posicionadas respectivamente según las órdenes del Arcángel Miguel, donde trasmitió unas últimas palabras a todos sus compatriotas antes de entablar la última lucha de su Imperio;

- Que An les proteja hermanos de armas y que la luz perpetua ilumine a la cuarta raza- Expresó Šarkališarri, en el canal de sangre abierto, siendo escuchado no solo por sus hombres sino por las otras dos culturas y en específico por los restantes emperadores que imitaron la acción del acadio para hablar una última vez entre ellos frente a la tormenta.

- Ruhanga, aguarda mis hermanos, no le defraudaremos este día y por el amanecer de la cuarta Raza heredera de la Luz- Responde por el canal de sangre el Emperador Solomon Iguru I, señor de los Kitara cuyas naves de guerra tipo Pirámides estaban posicionadas en el flanco izquierdo del campo de batalla.

- Es un placer luchar junto a ustedes mis hermanos, hoy nuevamente nos volvemos a unir bajo un solo estandarte. Limpiemos el horror de Las Guerras de la Fe para que, la Luz Perpetua ilumine a la cuarta raza; heredera de nuestros tres Imperios ¡QUE TAIOWA NOS BENDIGA Y NOS LLEVE AL MUNDO PROMETIDO! - Gritó con fuerza el Emperador Shingoitema Awatoui, señor de la raza Anu Simom posicionado en el centro de batalla, con 124 naves del tipo Platillos Voladores, disparando al enemigo que se acercaba incansablemente contra sus posiciones.

Con estas palabras los tres emperadores se despidieron y la batalla inició para los Arcaicos, luchando incansablemente contra los seres amorfos de apetitos voraces y con una sed de sangre insaciable, que arrasaban las líneas Anunnaki atravesando los cuerpos de los legionarios con picos emergidos de sus amorfos cuerpos, generando otras extremidades letales como garras y manos similares a guadañas con las que partían en dos los cuerpos de los acadios cuyos no respetaban, introduciendo todos los restos e incluso los fluidos procedentes de ellos dentro de sus oscuras masas devorándoles y absorbiendo sus almas con las cuales comenzaban a incrementar sus tamaños.

Pero, ante la penumbra y la inferioridad, los Acadios no retrocedieron, su fe ardió con la misma intensidad del sol, manteniendo las formaciones triadas para concentrar un potente fuego de sus armas de energía que, tras múltiples impactos certeros, eran capaces de incinerar las formas materiales de sus atacantes, empleando también la magia Creadora de Luz, para desaparecer en un instante a los engendros prominentes del Plano Imaginado en lenguaje celeste.

Fue entonces que ante el emperador acadio una gigantesca criatura descendió, asesinando a dos miembros de su guardia personal, partiendo a ambos a la mitad desde su cintura de forma horizontal, separando las partes que no fueron capaces de defenderse ante la criatura que emergió de su cuerpo cuatro tentáculos que enrollaron las partes cercenadas de los cadáveres las cuales introdujo dentro de su oscura materia sin importarle las armaduras o incluso los huesos de los mismos, consumiendo no solo los cuerpos sino también sus energías, negándoles la oportunidad de ascender frente al trono de An, apresándoles eternamente dentro de estos repugnantes seres.

Šarkališarri, no retrocedió y blandiendo su espada se abalanzó contra una gigantesca masa oscura que intentó atravesarlo crédulamente con las garras de una larga mano generada por ella misma la cual antes de alcanzar el cuerpo del Emperador, fue cortada sin dificultad por él.

Aprovechando el dolor de la criatura, Šarkališarri, cerceno todo tipo de medios que su rival intentó emplear contra el acadio quien, pegó un salto del suelo aprovechando la gravedad del espacio para alcanzar la altura de la bestia a quien le enterró su arma hasta que, la hoja quedo totalmente sumida en la oscura masa del ser tocando parte de la cruceta mientras la criatura gritaba en el silencioso y blanco espacio que no permitía la salida de ninguna especie de sonido.

Pese a ser atravesada, la criatura se negaba a morir, moviendo su gelatinoso cuerpo de un lado a otro hasta que el Emperador giró el mango de la espada hacía el lado derecho moviendo de igual modo la hoja de la misma que realizó un corte interno al monstruo que, finalmente fue abatido comenzando a deshacerse en una especie de líquido de oscura tonalidad sin posibilidad de que su energía escapase de los "Sellos de Enlil" otorgados de mala gana por esta divinidad a los Acadios cuando el Emperador Sharrum-kin, derrotó al Monstruo Argos, impidiendo que todas aquellas criaturas prominentes de la Morada de Nergal, nunca fuesen capaces de retornar ni recuperarse, volviendo la espada una especie de cárcel para estos seres oscuros.

Las horas comenzaban a trascurrir paulatinamente y la batalla se tornaba cada vez más sombría para los leales; pese a que las bajas de las tres razas aumentaban escalonadamente y sus fuerzas físicas flaqueaban debido al cansancio, las llamas de sus corazones parecían inextinguibles, ninguno de los legionarios Anunnaki, de los pilotos Anu Simom ni los guerreros Kitara, retrocedieron ante la penumbra pues en los corazones de cada guerrero ardía el anhelo de luchar por "La Luz Perpetua"

La profecía fue dicha por An, en sus tres respectivos rostros donde les hablaba a sus hijos sobre la llegada de "La Cuarta Raza" aquella que provendría de una de sus costillas y que pese a sus errores, estos vástagos menores gobernarían con coronas de laurel doradas, viviendo solamente por 120 años pues el tiempo nunca estaría de su lado, tardando siglos en surcar el espacio que dejará de ser blanco y que en la hora más oscura cuando Enlil, intente tomar una última vez por la fuerza el Trono de An y la puerta de la Morada de Nergal, sea abierta dejando en libertad a todos los corrompidos, oscuros, blasfemos y lunáticos hambrientos de las buenas creaciones, se desatará un conflicto que sumirá todo el eterno bajo los fuegos de la guerra para finalizar la interminable lucha entre el bien y el mal.

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⏰ Last updated: Apr 05, 2021 ⏰

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EL IMPERIO DEL HOMBRE (2.0)Where stories live. Discover now