Avatar: la leyenda del Fuego [Rengiyuu]

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Okey... no estaba preparado para esto, como se supone que debía de haber predicho esto, no, no, no podía, era ilógico y más viniendo de alguien como Tomioka que se encontraba enfrente de él mirándolo como si nada; viéndolo bien parecía un niño pequeño en ese estado

-"¿podemos quedárnoslo?" el Ojiazul volvió a hacerle la misma pregunta como si en realidad creyera que no lo escucho la primera vez.

-"T-tomioka-san" pronuncio Murata con fastidio, duda, intriga hacia lo que se supone que estaba viendo. -"¿q-que es esa cosa?"

-"un puerco peludo"

-"No, no, no, ¡Los puercos no tienen cuerpo humano!, esa cosa es un espíritu maligno y aparte está sucio" señalo hacia la criatura que estaba a un lado de Tomioka sujetándose de su camisa con una mano como si fuera un niño apegándose a su madre para no perderse

-"sucia la cara de moco que traes" grito el cabeza-porcina

-"Y HABLAAAA!!!! ¡Hay que irnos Tomioka-san o se comerá nuestras almas!"

-"heeeee?! Y que te hace creer que yo me comería algo tan asqueroso como tu alma, quien sabe en donde ha estado esa cosa"

-"no sabía que podías hablar, eso te hace aún más especial" la voz tranquila y sorprendida del ojiazul por su nuevo descubrimiento retumbo en los oídos de los otros dos, -"¿podemos quedárnoslo Murata?" volvió a preguntar mientras le daba unas caricias en la cabeza de la criatura que tenía a lado, con un brillo en sus ojos como si se acabara de encontrar algo genial

-"¿¿¿heeeeeeeee está hablando en serio Tomioka-san???, pero si esa cosa no pertenece ni a la naturaleza"

-"YO TE HARE PERTENECER A LA NATURALESA" grito el cabeza porcina aún más fuerte que antes, dispuesto a encaminarse hasta el tipo fastidioso que no paraba de quejarse

-"Tomioka por favor detenga a esa cosa" grito con desesperación con cada paso que daba esa creatura de dudosa procedencia

-"Nunca he tenido una mascota que hablase" seguía hablando Tomioka mas para sí mismo que para Murata, haciéndose ideas de todas las posibilidades

- "Cuando acabe contigo vas a quedar tan feo que ni los gusanos van a querer comerse tu cadáver por miedo a enfermarse" el humano-porcino se acercaba más a Murata y no parecía que fuera a calmarse pronto

-"¡¡Esta bien, Esta bien, te lo puedes quedar Tomioka, pero has que se aleje de mi pero a la de ayer!!

Cuando escucho permiso de Murata no espero más y se arrojó sobre su nueva adquisición para poder tratar de calmarlo, aunque no fue fácil, la creatura se movía de forma muy rápida y sin patrón alguno, le consto poder atraparlo sin usar agua control, no quería espantar a su nueva mascota y hacerle sentir que estaba en peligro junto a él

Una vez en sus brazos sentía como su ahora mascota se retorcía de un lado a otro con mucha fuerza y salvajismo, tratando de escapar e ir directo por el azabache que tenía como objetivo, pero Tomioka mantuvo el agarre con aun más fuerza, estuvieron en ese abrazo-jaula por varios minutos hasta que que el porcino se había cansado de todos los movimientos que estaba haciendo sin éxito, evitando que alcanzara a su presa.

-"vaya que se movía demasiado", Murata por fin hablo, cuando observo como su futuro asesino al fin se había cansado de tratar de liberarse de Tomioka, lo que lo motivo a bajarse del mástil del pequeño bote como si eso fuera a mantenerlo a salvo de esa curiosa criatura de dudosa procedencia–"¿tendrá lombrices? Habrá que desparasitarlo"

-"¡y sigues!, pronto conocerás en primera fila como se acaba con las lombrices" volvió a intentar a escapar asustando al otro, pero Tomioka volvió a tomar el agarre de forma inmediata para mantener a su amigo con vida