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Habían pasado dos dias viajando en Ohagi, como si fuera una burla del destino tras aquella tormenta su viaje los obligo a adentrarse al desierto de Si Wong; también conocido como el desierto de los muertos; un enorme lugar dónde solo se veía la arena dominar el área kilómetros por kilómetros, Si-Wong es el lugar más caliente en el mundo, quedar varado ahí significaría la muerte de cualquiera, sorprendentemente, era el hogar de la tribu de Areneros; un poblado pequeño de maestros tierra que al estar rodeados por el extenso dominio de arena, dónde todas las rocas del desierto podían ser contadas en su totalidad con facilidad, se volvieron diestros en la manipulación de la arena, una habilidad algo difícil de aprender si toda tu vida estuviste caminando por la firmeza de la tierra, navegar en el desierto era un suicidio, cruzar por el desierto es una estupidez, pero sin duda es el camino más corto a su destino.

A diferencia de las tribus agua que cooperan entre sí para el bien de todo los miembros, las tribus de areneros se encontraban divididas en pequeños clanes distribuidos por todo el desierto teniendo constantes conflictos entre sí por los recursos limitados; si el desierto no te mataba, los areneros le ahorrarían el trabajo, naturalmente lo mejor sería que rodear y alargaras el viaje hasta dos semanas más, pero ellos no podían darse ese lujo

El calor abrumador, el aire seco, el sudor en sus frentes. Todos los miembros del equipo se encontraban sobre la montura de Ohagi mientras sufrían del intenso calor solo apaciguado por el viento seco chochando contra sus cuerpos, todos ahí sin excepción se habían despojado de sus camisas para tratar de conseguir algo de frescura, pero no habían tenido mucho éxito por lastima

Tomioka no se movía de su lugar al igual que Murata, los dos chicos provenientes del polo norte nunca habían vivido algo igual a eso, era una tortura, no había duda de eso, Tomioka se encontraba en un estado semi inconsciente, solo viviendo del agua que había traído el nómada, poco le importo el recargarse en el hombro desnudo del rubio quien no se quejó en ningún momento

-"¿Faltaaaa muchoooooooooo?" pregunto Tengen recargado en la orilla de la montura

-"Si quieres puedes ir caminando, talvez llegues más rápido" comento el albino con fastidio cansado de responder la misma pregunta cada diez minutos

-"¿Tomioka no puedes congelar el agua de las cantimploras?, eso sería de gran ayuda" propuso el maestro tierra a azabache y en consecuencia Tomioka se separado del hombro del rubio sin responder al escuchar la gran idea del más alto de todos; causando que el avatar viera mal al maestro tierra,

El oji azul se acercó hacia uno de los compartimientos de la montura dónde venían varias cantimploras llenas de agua, las caso y en un diestro movimiento de muñecas congelo el líquido en su interior, sin embargo antes de darle una a sus compañeros quienes estaban deseosos de sentir la fría sensación, el azabache se tiró sobre todas ellas, acaparando egoístamente el frio bajo su abdomen

-"¡Hey!" se levantó Uzui de su lugar seguido de Rengoku e Inosuke -"Tomioka egoísta, hay mejores lugares en donde puedes estar arriba" hablo el maestro tierra con recibiendo un repentino golpe en el hombro por parte del rubio, sin embargo el azabache no se dignó a contestar -"Oye danos unas cuantas, nos moriremos de calor" volvió a repicar, quedándose si respuesta nuevamente, solo viendo como el maestro agua se enroscaba sobre las cantimploras frías para defenderlas con su cuerpo como si su vida dependiera de en ello

Aquello fue suficiente razon para Tengen e Inosuke de lanzarse sobre el oji-océanos y poder quitarles las cantimploras, Inosuke trato de empujarlo para darle la vuelta y liberar los sacos de agua pero no tuvo mucho éxito, por otro lado Tengen no estaba dispuesto a seguir aquel juego y soportar el calor ni un minuto más, mucho menos sabiendo que había agua fría a menos de un metro, por lo que sin permiso sujeto de la cintura al maestro agua y lo levanto de golpe trayendo algunas cantimploras que Tomioka sujetaba con él; ahora cargandolo con su brazo alrededor de la cintura ajena y con la mano libre tomaba una de las cantimploras para después ponerla en su frente relajar su agonía

Avatar: la leyenda del Fuego [Rengiyuu]Where stories live. Discover now