Avatar: la leyenda del Fuego [Rengiyuu]

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El viento golpeaba contra su rostro, haciendo que los mechones de su cabello no pararan de revolotear sin importar que se había rehecho su coleta 4 veces.

Las olas rompiéndose a cientos de metros de bajo ellos podían escucharse muy apenas a causa del viento que había tapado sus oidos y los tenues rayos de la luna apenas iluminaban la noche a causa de las densas nubes que comenzaban a dominar cada vez más el cielo

Su mirada veía con detenimiento esas pesadas nubes grises encima de él, observando fijamente el punto en donde la luz de la luna atravesaba el manto de vapor que no paraba de expandirse hasta el horizonte. Estaba cansado, pero no podía dormir.

Para su mala suerte, no hay mucho que hacer en la montura de Ohagi a esas horas de la noche, su mente había estado divagando desde hace tal vez más de una hora y lo único que lo traía de vuelta era ver cada cierto tiempo a Kyojurou durmiendo a su lado o mirar interesado como Tanjirou descansaba en un saco de dormir como si se tratara de una oruga regordeta

Estaba haciendo frío esa noche, esa sensación gélida similar al ambiente en el que había nacido explicaba por qué todos en el bisonte estaban envueltos en mantas dentro de sus sacos de dormir a excepción de él. Recuerda las noches en las que tampoco podía dormir cuando aún estaba en la tribu agua del norte, siempre terminaba volviendo al muro de hielo y cambiaba de turno con algún guardia para vigilar el océano en la espera de no ver ninguna embarcación enemiga hasta el amanecer

Nunca le molesto estar de esa forma durante horas, en realidad admitía que le gustaba hacerlo. Ver como la luz de Tůi iluminaba el océano, la nieve e incluso las nubes le hipnotizaba con demasía, aunque claro, siempre terminaba siendo castigado por Makomo al día siguiente por no haber dormido o siguiera desayunado como correspondía

El recuerdo de la princesa del polo lo entristeció un poco, sentía culpa por no haberle escrito ni una sola carta desde que partieron hacia Ba Sing Se, aunque sabía que Murata si lo había estado haciendo con sospechosa regularidad y ligera vergüenza tiñendo sus mejillas.

Sin embargo, sabe que el hecho de que su amigo cazador esté actualizando al jefe de la tribu y su nieta de su situación no lo exentaría de la furia de Makomo cuando volviera al polo norte por no haber tenido el descaro de mencionar aunque sea en una pequeña nota algún saludo

Un suspiro cansado abandono su boca en forma de frustración. Ya podía sentir como Makomo lo enterraría en la nieve hasta el cuello hasta que el sol se ocultara

Alzó su vista para ver si la luna finalmente se asomaba de entre algún hueco situado en las nubes, pero no tuvo suerte por lo que poso su vista una vez más en el joven de cabellos burdeos que mostraba una sonrisa contenta mientras dormía,

Todavía recuerda la disputa que tuvieron los más jóvenes con el nómada de las cicatrices, parecían estar muy decididos en querer acompañarlos hasta aquella isla en donde supuestamente estaba el ex-almirante, claro que el albino no se los puso tan fácil, aunque comenzaba a pensar que la principal razón de aquella pequeña disputa era que Sanemi quería aprovechar para gritarle a todo pulmón a Tanjirou y jalarle una oreja. Era obvio que al nómada no le agradaba del todo el interés amoroso de su hermano

Al final los menores no tuvieron que esforzarse mucho para convencerlo de que aceptara, pues en pocas palabras, no había otra opción más que esa. Si Tomioka recuerda bien, Sanemi les había comentado que la isla a la que iban no estaba muy lejos del templo aire sur debido a que se encontraba en los archipiélagos pertenecientes a los territorios nómadas y que llegarían al próximo amanecer, regresar a los menores a la capital del fuego tomaría al menos dos días de ida y de ahí a la isla tomaría al menos unos 3 días más si el viento soplaba a su favor. En la situación en la que estaban era claro que el tiempo es un recurso del cual no podían darse el lujo de desperdiciarlo, el Lirio Azul se estaba moviendo y cada día que transcurría podía ser una gran diferencia