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Día 09 (2/2)

Song se mantenía de pie junto a su motocicleta, tenía ambas manos en los bolsillos y aunque parecía que su mirada estaba sobre la acera, lo que en realidad miraba era la luz del móvil reflejada en la piel de su mano cada vez que lo encendía y apagaba dentro de su bolsillo. Era demasiada su curiosidad por saber que había escrito SeoYeon en aquellos mensajes.

— Disculpa la demora, MinGi — Levantó la mirada al escuchar la voz de YuRi, encontrándose con la encantadora sonrisa que tanto caracterizaba a la chica.

— No te preocupes linda — Respondió. El chico tomó el casco extra que llevaba y se lo colocó a YuRi, quien se limitó a mirarlo con atención mientras ajustaba la correa.

— ¿A dónde iremos? — MinGi giró sobre sus talones y subió a la motocicleta.

— Primero necesito comer algo, muero de hambre — La chica sonrió fingiendo inocencia, pues durante el almuerzo ambos habían perdido por completo la noción del tiempo y para cuando decidieron ir hacia la cafetería la campana sonó anunciando el final del descanso.

— Podemos ir a comer a mi casa — Esbozando una pequeña sonrisa, MinGi señaló el espacio vacío detrás de él, indicándole a Jo que subiera también.

— ¿Segura que no le molestara a tus padres? — Preguntó. Al ver como ella se acercaba, el pelirrojo le ofreció su mano para ayudarla a subir al vehículo.

— Sabes que mi padre es feliz cuando nos visitas — MinGi rio. Al ser el único hombre en la familia Jo, el padre de YuRi disfrutaba demasiado la compañía del chico.

— Entonces iremos a tu casa — YuRi asintió alegre y paso sus brazos alrededor del torso de MinGi, mientras el terminaba de colocarse el casco.

Song puso en marcha el vehículo, escondiendo su alegre y radiante sonrisa detrás del casco. Con YuRi a su lado, podía olvidarse de la apuesta, de HongJoong y sobre todo de SeoYeon.

Lo que sentía por YuRi se sentía tan correcto que hacia desaparecer cualquier confusión.

Estaba tan absorto en sus pensamientos, con su mirada fija en la carretera, que el viaje a casa de YuRi le pareció demasiado breve, tanto, que cuando se detuvo frente a la residencia Jo se preguntó cuánto tiempo había pasado.

Ambos bajaron de la motocicleta y Song se acercó rápidamente a la chica para ayudarla a retirarse el casco.

— ¿A dónde iremos después? — Preguntó, mientras buscaba sus llaves en los bolsillos de su mochila.

— Tu elige, sabes que no soy bueno en el tema de las citas — Un sonrojo coloreó sus mejillas luego de pronunciar aquellas palabras. Pero la chica no pareció darle importancia a la palabra cita al final de su oración.

— Papá, Mamá, estoy en casa — Anunció su llegada mientras se quitaba las zapatillas. El pelirrojo imitó su acción, esperando algún tipo de respuesta por parte de la familia.

— ¿YuRi? Llegaste muy rápido cielo — La voz de la señora Jo provenía de la planta alta. MinGi sonrió por la confusión en su voz.

— MinGi me trajó en su motocicleta — Respondió la chica, esperando que su madre pudiera escucharla.

— ¿MinGi está aquí? — Preguntó esta vez el padre de YuRi.

— Si papá, vino para ver MBC Sports contigo — El chico rio. La verdad el también disfrutaba mucho de pasar tiempo con el señor Jo.

— ¡MinGi! — Al escuchar su nombre, Song se acercó a la madre de YuRi, quien bajaba las escaleras con demasiada precaución.

— Señora Jo, que gusto me da verla — Saludó con una reverencia de noventa grados.

30 Días Contigo [Song MinGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora