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SeoYeon nunca en su vida había sido una persona tímida, ni nada por el estilo. Pero en verdad comenzaba a pensar que sería una mejor opción comer debajo de la mesa a seguir soportando la insistente mirada de MinGi sobre ella.

Luego de anunciarse la hora del descanso, MinGi y SeoYeon acordaron almorzar juntos, pero, desde que llegaron a la cafetería y tomaron asiento en una de las mesas junto a otro par de chicos, Song no había dejado de mirarla, recorriendo su rostro parte por parte con sumo interés.

No sabía realmente que hacer o que decir, pensaba que MinGi incluso ya se había grabado de memoria cada uno de sus poros o que incluso ya había notado las pequeñas marcas bajo el maquillaje que el acné había dejado hace un par de años.

— ¿Quieres que te regale una foto? — Preguntó mientras se dedicaba a examinar la pequeña ensalada que la cocinera había puesto sobre su bandeja al ir por su almuerzo.

MinGi en lugar de responder a las palabras de SeoYeon la observó por uno segundos más. Por más estúpido que pudiera sonar, MinGi jamás pensó que SeoYeon fuera el tipo de chica que se enamora.

Ambos se conocían desde la primaria, cuando la park llegó en el último año convirtiéndose en la nueva atracción para todo el mundo. Chicos de su curso y grados superiores, llegaban uno tras otro para confesarle sus sentimientos, pero ella simplemente los rechazaba tratando de ser lo más amable posible. Claramente su amabilidad no volvía menos doloroso su rechazo.

— SeoYeon ¿Puedo preguntarte algo? — Preguntó. El ceño de la chica se frunció ligeramente mostrando lo confundida que estaba por el reciente comportamiento de MinGi.

— No — Respondió secamente mientras bebía zumo de naranja.

— ¿Quién era el chico con el que estabas fuera del club de cocina? — Preguntó. SeoYeon casi se ahoga con la bebida al escucharlo. Se cubrió la boca con su antebrazo esperando a que su descontrolada tos cesara.

— ¿Quién te contó sobre eso? — Preguntó molesta y con algo de dificultad aun.

— Lo vi con mis propios ojos y te veías demasiado cómoda con el — Molesta por las palabras del chico, hizo su bandeja con comida a un lado y se puso de pie dispuesta a salir de la cafetería. Al verla alejarse, MinGi se puso de pie inmediatamente y la alcanzó antes de que pudiera salir del lugar.

— Te estas tomando demasiado bien el papel de novio falso — Bufó tratando de abrir la puerta de la cafetería, pero por más que tirara de ella, no la movía ni un centímetro — Si quieres un Oscar por tu actuación pídeselo a HongJoong, a mí no me ha gustado ni un poco.

MinGi no sabía si molestarse por las palabras de SeoYeon o si burlarse de ella por verla tirar de una puerta que se abría empujándola. Sin poder evitarlo, esbozó una sonrisa de oreja a oreja mientras empujaba la puerta.

— Eres demasiado molesto ¿Lo sabias? — Exclamó con un notable fastidio y con las mejillas completamente ruborizadas. ¿Cómo era que Song MinGi estaba siendo testigo de uno de sus momentos más vergonzosos.

— Me lo han dicho, la diferencia es que a ti no te he hecho nada malo — Park abrió la boca para responder, pero volvió a cerrarla al instante al no tener una respuesta lógica e inteligente a lo que había dicho el pelirrojo.

Los estudiantes en el comedor ya habían comenzado a mirarlos, demasiado interesados en saber lo que ocurría entre ellos dos.

Al ver la innecesaria atención que estaban recibiendo, SeoYeon le dedicó una última mirada a MinGi antes de abandonar la cafetería, dejando al chico con la palabra en la boca.

30 Días Contigo [Song MinGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora