XLVIII

3.7K 116 5
                                    

Sanem

Desde el día en que me acompañó por primera vez a la revisión todo cambió, nuestra relación tomó un nuevo rumbo caracterizado por un vínculo mucho más íntimo y profundo.

Las noches pasadas en dulces y desesperados abrazos, tanto que ambos lo echamos de menos durante los meses separados, los días pasados juntos en una armonía que nunca habíamos conocido en el pasado, todo fue mágico y especial.

Estoy tan feliz como siempre aunque empiezo a pensar que esta burbuja que nos hemos creado no puede durar siempre, hay que empezar a pensar en el futuro y en lo que va a pasar dentro de unos meses.

Can no parece preocupado en absoluto, en estos últimos días ha vuelto a trabajar y, para no molestarme mientras habla por teléfono o está en videoconferencia con Deren y el equipo creativo, suele subir al barco para trabajar. Puedo verle claramente desde la terraza de casa mientras está al teléfono sentado en la proa del barco hablando y tomando notas.

No puedo creer que esto esté sucediendo de verdad, por ahora sólo Elisa sabe que hemos vuelto a estar juntos, una tarde abrió la puerta y nos encontró en el umbral sonriendo y cogidos de la mano. Se alegró mucho del giro en nuestra relación, la invitamos a cenar para contarle los detalles de nuestro acercamiento y no pudimos evitar agradecerle el apoyo que nos dio primero en Ischia y luego aquí en Camogli.

Hace unos días me llamó Layla para decirme, toda emocionada, que está comprometida con Emre y que pronto vendrá a casa a pedir su mano oficialmente. Me alegro mucho por mi hermana mayor, que por fin ha llegado a coronar su sueño de amor con el hombre que ha amado en secreto durante años.

Can, por su parte, ha recibido una llamada de Emre que le ha comunicado la noticia del compromiso y le ha preguntado cuándo piensa volver porque le gustaría tenerlo cerca la noche en que irá a pedir oficialmente la mano de Layla.

Aquí es donde las cosas empiezan a complicarse, no podemos seguir viviendo en una dimensión suspendida fuera del mundo, tenemos que tomar decisiones importantes y tenemos que hacerlo bastante rápido.

Mi libro está casi listo para ser lanzado y el Sr. Özkan, una vez que se enteró de mi estado, me dijo que en este momento sería mejor apresurar la publicación para poder esperar algunas reuniones de presentación antes de que el embarazo demasiado tardío me lo impida.

Todo parece indicar que es hora de volver a casa, por un lado me alegra la idea de volver, echo de menos Turquía y a mi familia y mis amigos, por otro lado hay que aclarar y arreglar demasiadas cosas, entre ellas dar la noticia de mi embarazo a mis padres, no será fácil y tengo mucho miedo de su reacción. No será fácil aceptarlo, se preocupan mucho por las tradiciones y el buen nombre de la familia ante el vecindario, siento mucho tener que decepcionarlos.

Suspiro mientras cierro mi bolsa de lona con algunas pertenencias personales que necesitaré para un fin de semana que Can nos ha organizado en un hotel de la costa, ha sido una noticia inesperada pero me ha sorprendido gratamente. Me gusta mucho esta nueva faceta romántica de él, parece que siempre busca la manera de sorprenderme y cortejarme.

Can se lleva mi mano a los labios mirándome a los ojos intensamente mientras vamos llegando al destino de nuestro fin de semana en un taxi, el trayecto es corto, está a las afueras de Camogli. Al bajar del coche no puedo dejar de admirar el edificio de estilo Art Nouveau con vistas al mar que alberga el hotel elegido por Can, es precioso y muy romántico como me lo imaginaba.

Entramos en el vestíbulo y nos dirigimos a la recepción para hacer el papeleo de registro, mientras hablamos con la persona encargada oigo que me llama una voz que en ese momento no se me ocurre escuchar allí. ¿Mi padre?

Una oportunidad para volver a amarTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang