𓂸𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐰𝐨𝐧 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐦𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐒𝐮𝐧𝐠𝐡𝐨𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐢𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨.
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•| Está historia no me pertenece es una adaptación creditos a la autora orig...
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— ¡No!
Beomgyu se levantó con fuerza, lanzando el celular al sofá, aunque esté rebotó y cayó al suelo con ganas, el sonido al romperse hizo a Jake saltar.
— ¿"No", qué? ¡Beomgyu! ¡No escuché lo que dijo!
— ¡No, no, no, no!
El beta comenzó a caminar dando vueltas, Jake lo miró con algo de espanto, siguiéndolo con la mirada, y no se movió hasta que el chico salió de la sala, caminando lejos.
— ¡Choi Beomgyu! ¿Qué dijo? ¿Qué pasa?
Jake tuvo que correr un poco para alcanzarlo, viendo cómo el chico caminaba por un lado de la mansión que el poco conocía.
— ¡Hyunnie es mío! ¡Él no va a marcar a nadie!
Beomgyu abrió puertas y continuó caminando rápido, seguido de cerca por Jake, en algún punto habían salido al patio de la casa y terminaron caminando por el prolijamente corto pasto verde.
— ¿Hyunnie? ¿Taehyun?
— ¡Sí, ese mismo, el idiota!
— Beomgyu pareces una mujer histérica del siglo pasado.
— ¡¿Y qué si soy histérica?!
— Puta madre... — murmuró el castaño.
— Kang Taehyun es mío, y él no va a marcar a nadie a menos que sea yo.
— ¿Por qué tendría que marcar a alguien más? — Jake abrió sus brazos, seguía sin entender qué había dicho aquel doctor para que el beta estuviera así.
Beomgyu dejó de caminar de golpe, volteando para mirar al otro.
— Porque Kang Taehyun tiene la necesidad que su nombre sea sinónimo de "héroe".
>> Siempre haciendo lo correcto, nunca desobedeciendo a nadie... Claro menos a mí... Siempre hace todo lo que su familia quiere, y le vale verga lo que él quiere mientras sea por un "bien" según su concepción de las cosas.
>> Si antes iba a marcar a ese Yang Jungwon porque su familia lo decía... Ahora va a hacerlo porque piensa que le salvará la vida...
A Beomgyu se le escapó un sollozo.
Jake estaba petrificado, no sabía en qué drama se había metido.
— Bien, Beomgyu, comprendo— dijo, intentando ser suave, aquel beta estaba muy sensible—, pero Taehyun no haría las cosas sin pensar, sabe que hay otra opción.
Beomgyu se detuvo, limpió sus lágrimas rápidamente.
— ¡La otra opción! — dijo, con alegría—. Tú dijiste que sospechabas que Yang Jungwon y Park Sunghoon eran predestinados y-
