t r e c e

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—El día 6 de mayo, señor Oh, será el juicio, se le espera a las nueve de la mañana en punto. Se le anticipa que esté presente treinta minutos antes, por si hay algún incoveniente. ¿Tiene alguna duda?

—No, para nada, estaré ahí presente, gracias —finaliza colgando la llamada.

—Supongo que tarde o temprano llegaría este momento... —suspira, abre la puerta donde estaba durmiendo con Baekhyun hasta hace unos minutos, para ver si el pequeño se había despertado.

—¿Malas noticias?

—No sería tan malo —empieza con pesar—, sino fuera en su cumpleaños. Es en dos semanas, y la verdad no me siento preparado.

—Con mayor razón debemos ir de viaje a Jeju, sería como una semana de celebración por su cumpleaños.

Sehun observa al ejecutivo, hay una calidez creciente en su pecho. No termina de comprender, cómo es que aquel hombre, dejó ese papel de cretino con el que se habían conocido. Sin embargo, le sonríe.

—Sabes, creo que no estaría mal que partamos el lunes —se acerca hasta donde el contrario, cierra los ojos al término de dejar reposar su mentón en la curvatura del cuello del más alto, a la par que sus brazos se envolvían en la cintura contraria—. Nos sentaría bien unas pequeñas vacaciones.

El ejecutivo, un tanto descolocado, correspondió el abrazo, suspirando por la fragancia del menor. Ambos se quedaron así por unos minutos, o quizás más, el silencio entre ellos refleja la comodidad compartida.

—No te preocupes por los detalles... —deja un vasto beso en el cuello del modelo, escuchando el suspiro del mismo—. Me encargaré de que todo salga perfecto, Sehun.

—Gracias, Chanyeol.

—No hay de qué.




—¿Entonces tu plan es abandonarme una semana?

—Eres un exagerado, hombre —vira los ojos al escuchar a su amigo, quién no dejaba de refunfuñar desde que le contó su plan de vacaciones—, en alguna otra ocasión, prometo que los dos saldremos juntos.

—Nah, no es para tanto —se encoge de hombros, enciende el motor del auto—. Después de todo, me vendría bien un descanso a mí también. Tengo muchas cosas en la cabeza.

—Y me imagino que no es precisamente por trabajo.

Jongdae entre cierra sus ojos, observa amenazante a su amigo.

—No es lo que estás pensando.

—¿Y qué estoy pensando?

—No te hagas el listo conmigo, modelito.

El representante arranca el auto, revisa su reloj de muñeca cada tanto. Acelera un poco, Sehun tiene una sesión de fotos con una revista importante, que le costó mucho en conseguir, por cierto, adicional a una entrevista. No había logrado dormir, sobre todo la noche anterior, por la llamada de cierto hombre que en algún momento de su vida fue todo para él; por divagar en su cabeza es que no escuchó al contrario a su lado.

—¡Está en verde! —exalta al contrario, al volver a sus sentidos escucha en claxon de los demás vehículo a su atrás, acelera y ríe un tanto apenado—. En cualquier momento, se bajaba un tipo de su auto e iba a venir a buscar riña.

—Lo siento, lo siento —se encoge de hombros—, estoy con la cabeza en las nubes.

—Y aún así piensas negar que no estás pensando en Minseok —aquello tensa al contrario—. Entiendo que necesites tu espacio, pero como tu amigo me preocupas, lo último que quisiera es que te agobiaras solo.

Confiar › ᴄʜᴀɴʜᴜɴWhere stories live. Discover now