Lo que queda

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Capítulo 12

Un mes antes.

— Despierta Rye.

Liam se lanza a mi cama junto a Seth.
Sus cuerpos hacían que el colchón de mi cama se hubiera más.

— Tenemos buenas noticias — dice Liam

— ¿Eso incluye dormir? porque lo necesito — reniego mientras intento acomodarme

— Incluye la playa, son las seis de la noche no creo que deberías dormir a esta hora — reniega Seth

— Los odio — gruño antes de levantarme — Salgan, tengo que vestirme.

Salen de la habitación, arregló mi cabello en una cola alta, visto con un short y una blusa de tirantes.

Era día de playa eso significaba llevar ropa cómoda y fresca.

— Vamos.

bajo las escaleras en busca de Liam y Seth quienes están en la cocina comiendo el helado que acabo de comprar.

— Buena elección, pero esta mejor el de fresas — murmura Liam

— No pude ni probar el helado — reniego con algo de tristeza

— Pues déjanos decirte que sabe muy bien, vamos — dice Seth

Se ponen de pie y caminamos a la salida, el viaje no era muy largo aunque solo solíamos ir cuando habían fiestas.

Gracias a ellos dos es que ahora me invitaban a ir, algunas veces me topaba con Hannah o algunos compañeros pero no les hablaba mucho.

El lugar estaba repleto de personas y como era costumbre Liam y yo nos quedamos sentados frente a la fogata acabando con toda la comida que hay.

— Hannah lanzó la parte de arriba de su traje de baño al fuego — murmura Liam algo sorprendido

— ¡Qué! — me paro de golpe en busca de ella

— Tranquila, no te preocupes tiene puesta una blusa.

Le doy un golpe en el hombro por no haber dicho eso antes y me vuelvo a sentar.

— ¿Has visto a Seth? — me recuesto en el hombro de Liam

— No, tal vez esta por... — se queda un momento en silencio, intento voltear a ver pero Li me lo impide — ¿Qué hay entre Seth y tú?

— No, lo sé, creo que tal pueda empezar algo...

Seth era un misterio al igual que nuestra relación, muchas veces se sentía como algo único y especial.

Muestras noches en el techo tomando café y al siguiente día volvían los secretos y la incertidumbre de no saber absolutamente nada.

— ¿Por qué, qué sucede? — esbozo una sonrisa y volteo a ver

— Te dije que no voltearas a ver — baja la mirada

Seth estaba sentado en la barra de bebidas con una rubia sentada en sus piernas mientras bebía de una botella y ella jugaba con su cabello.

— ¿Puedes ir a traerme una rebanada de pizza? — dice Liam

Me pongo de pie y camino hacia donde están las personas, puedo observar a Li caminar en dirección a donde esta Seth haciendo que la rubia se aleje.

Corro hacia donde están ellos y me escondo detrás de una palmera para poder escucharlos sin que me vean.

— ¿Qué te sucede hermano? — pregunta Seth con un tono frío y algo molesto

— Rylee, eso me sucede — Li empuja y luego hace la misma acción haciendo que Seth coloque sus manos en puños

— Déjame en paz si no quieres problemas — murmura Seth

— ¡Prometiste que no la lastimarias!

— ¡Solo me preguntaste si la quería! — Seth sujeta a Liam de la camisa

Liam estaba preparado para recibir el golpe que cierra los ojos y voltea la mirada.

— ¿Y cuál fue tu respuesta? — digo con molestia mientras salgo de mi escondite

— Rylee...

— ¿Qué sientes Seth? porque yo sí te quiero — cruzo mis brazos

Seth suelta a Liam y si acerca a mi pero no se lo permito.

— Lo siento — murmura entre dientes — No vas a obtener la respuesta que esperas de mi.

— Vamos Rye — dice Liam intentado tomar mi brazo para alejarme del lugar

— ¡Nunca te dije que quería esto Rylee!

— ¡Y que quieres Seth! — elevo la voz

— Solamente quiero divertirme — esboza una sonrisa — siempre lo he dicho, no voy a cambiar por ti ni por nadie.

— Que te quede muy claro — me acerco a él intentando que las lagrimas no salgan — Yo no soy tu juguete, ni de ti ni de nadie y nunca espere que cambies por mi porque ya se como eres.

Comienzo a caminar a la salida junto a Li, unas lágrimas salen de mi rostto y Liam se da cuenta de eso, pasamos a comprar comida y sobre todo helado para poder sentirme mejor.

— ¿Segura qué quieres quedarte
sola? — pregunta con algo de tristeza en su voz

— Estoy bien, gracias Li — esbozo una sonrisa

— Te quiero Rye, por eso te cuido, pero también cumplo la promesa que le hice a Sawyer.

— ¿Has hablado con él desde qué se fue?

Sawyer dolía cada vez que alguien pronuncia su nombre.

— En un par de ocasiones, Yale lo mantiene ocupado.

Me despido de Liam para ya no seguir con el tema de Sawyer, entro a la casa en donde las luces estaban apagadas, dejo las cosas en la mesa y subo hasta a mi habitación.

— ¿Qué haces aquí? — cruzo los brazos al ver a Seth

— No eres mi juguete Rylee — se pone de pie — Pero eres mía.

Coloca su mano en mi cintura pegándome a su cuerpo, su respiración agitada choca contra la mía y mis ojos intentan descifrar que hay en su mirada.

Nada, no había nada.

Sus labios chocan contra los míos y sus manos bajan hasta mis caderas haciendo que me levante y me lleve hasta la cama.

Deja mis labios y comienza a besar mi cuello, dejando un pequeño camino hasta los tirantes de mi blusa los cuales baja de inmediato.

— No, no quiero hacer esto — murmuro sin alejarlo del todo

— Pero si ya te vi el día que te ayudé a ducharte.

— Seth hablo en serio, no quiero esto, hoy no.

Vuelve a devorar mis labios mientras nuestras lenguas juegan entre sí, era un beso posesivo, lleno de enojo y tristeza.

Era Seth quien me iba destrozando lentamente.

Y no sabía con exactitud porque lo dejaba hacer tal vez solamente era un viejo recuerdo de algo que me dolía y había enterrado hace mucho tiempo.

Y no sabía con exactitud porque lo dejaba hacer tal vez solamente era un viejo recuerdo de algo que me dolía y había enterrado hace mucho tiempo

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