10.

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La diferencia entre amar y ser amado es muy grande, muy compleja en ocasiones.

La verdad es que el amor era algo que no muchos tenían, es un sentimiento puro y nato que hace que las personas actúen antes de pensar.

Muchas veces YoonGi quiso hacer eso, actuar antes de pensar pero sabía que si se dejaba guiar por el amor algo malo podría pasar.

Nunca compro flores, jamás le regaló chocolates por miedo a que una cámara mal intencionada lo capturará y tuviera que dar explicaciones, no quería que la empresa los obligará a separarse o mucho menos que le pusieran una novia falsa.

Él quería amar sin límites, quería ser libre de tener detalles tan simples como llevarle una rosa con un chocolate a TaeHyung pero jamás pudo.

Ahora estaba en un dilema, sabía que el menor posiblemente estaría encerrado triste por lo ocurrido.

Ya era de noche, no sabía porque había sentido el impulso de encontrar un detalle para su menor pero ahí se encontraba en una joyería buscando que regalarle al menor.

Algo que no llamará mucho la atención pero que demostrará que el detalle de su querer, no había encontrado nada.

— ¿Le ha llamado la atención algo, señor? — Pregunto la encargada de la tienda, era cerca del horario se salida y aún no podía sacar a ese cliente. YoonGi nego con la cabeza suspirando.

— No, debo irme... Ni siquiera se porque estoy pensando en regalarle un anillo.— La chica sonrió con ternura.

La pelirroja había llegado a Corea escapando de un futuro poco prometedor en Estados Unidos.  Cuando llegó a esa tienda un par de aros llamaron su atención tanto que decidió comprarlos aún sabiendo que estaba gastando dinero preciado.

— Quizá el amor, si me disculpa... Su chica...— Suga miro a la pelirroja.

— Chico, es hombre.— Era la primera vez que decía en voz alta a un desconocido que estaba con un hombre, al menos tenía la ventaja de que la mujer no veía su rostro.

— Más sencillo aún, señor.— YoonGi se sintió aliviado.— Si quiere puede regalarle un anillo de promesa...—

— Debe ser algo que no parezca de pareja, debe ser algo que pase... Desapercibido.— Suga miro a la chica con algo de timidez, ella simplemente le sonrió.— ¿Entiende a lo que me refiero? —

La encargada asintió con la cabeza, camino por el mostrador apuntando con su dedo índice un par de anillos que nadie se llevaba.

Eran bastante lindos pero pesados a la vista, sin contar que eran demasiado grande aún así fueron pensados para parejas.

— Es perfecto, lo llevo.—

(...)

TaeHyung miro la hora y suspiro, estaba acostado en la cama que debía compartir con su Hyung hace más de dos horas pero este no aparecía, ya se estaba preocupando de lo que podría pasar aún así decidió no entrar en pánico.

Después de todo sabía que si a YoonGi le pasaba algo él sería la primera persona en enterarse.

(...)

YoonGi sonrió al ver a TaeHyung dormido en medio de la cama, miro la cajita aterciopelada con nostalgia.

Quizá debería esperar a entregársela pero estaba tan entusiasmado que hasta había comprado rosas y un oso gigante para dárselo al menor junto con su anillo.

Cuando se sentó en la cama, TaeHyung salto de golpe asustado.

Miro la espalda de su Hyung y se abrazo a ella con fuerza, estaba preocupado y asustado que mientras espera al mayor se terminó quedando dormido.

Cuando logro salir de su estado de sueño golpeó con fuerza la espalda del mayor, estaba molesto llegaba como si nada y eran cerca de la una de la madrugada.

— ¿Qué demonios te pasa? ¡Estaba preocupado, Hyung! — Suga sonrió, se dió vuelta tomando las mejillas de V para besarlo suavemente.

TaeHyung no pudo evitar sonrojarse al sentir los labios del mayor recorrer los suyos con delicadeza, amaba la manera sencilla de besar de su mayor.

Cuando abrió los ojos vio las rosas y el peluche derramado en el suelo, se sonrojo aún más.

— ¿Son para mí? — YoonGi asintió con la cabeza recogiendo las rosas y entregándose las al menor, este sonrió mirando con los ojos llenos de lágrimas.

Era la primera vez en años de relación que Suga le daba rosas, era la primera vez en años que se podían dar el lujo de regalarse algo.

— ¿Por qué lloras? No quiero que llores, Tae.— El mencionado apoyo la cabeza en el hombro de YoonGi, abrazándolo con su mano libre.— Cuando te entregué lo otro quizás te mueras.—

— ¿Qué? ¿Hay más? — YoonGi asintió sacando la cajita de su bolsillo.

TaeHyung miro a YoonGi abrir la caja de los anillos lentamente sintió algo en su interior quemar, pensó que ese momento jamás llegaría.

— No puedo darte el anillo que realmente quiero porque hará que crezcan sospecha pero...— YoonGi sonrió mientras miraba los ojitos de TaeHyung brillar.— Pero te doy este por mientras.—

Un anillo cuadrado con una hermosa piedra azul en el, TaeHyung lo amo.

Era una muestra de amor que pensó que jamás nunca tendría con nadie, sabía que no podían tener más que eso aún así adoro que el mayor pensara en él de aquella manera para compartir un anillo de parejas.

— Tu tendrás uno, yo otro. Cuando no estemos juntos solo mira ese anillo y vendré por ti, TaeHyung.— El menor asintió.

YoonGi saco el anillo de su cajita y se lo puso en el dedo índice al menor, TaeHyung repitió la acción con lágrimas en los ojos.

Sellando el pacto que recién habían formado con una tierno y salado beso.

Siempre se a dicho que el más mínimo detalle para tu pareja es el más grande por la simple razón que lo haces desde el amor, desde tu corazón.

YoonGi quería darle una alianza, un anillo de promesa pero sabía que no podrían llevarlo en cambio esos cumplían la función de igual manera, una promesa irrompible que demostraba el amor y la dedicación que le tenía al menor.

Ese amor que estaba prohibido, ese amor que nació entre dos ídolos.

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Prohibido. (YoonTae) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora