1

2.7K 282 104
                                    

 A veces no entiendo.

Hace más de una semana que Kirishima me dijo que le gustaba.

Fue un día como cualquier otro, estábamos dirigiéndonos a los dormitorios hablando de los nuevos arreglos que cada uno implementará a sus trajes de héroes. No que me interese mucho que harán con sus trajes, pero no puedo mentir y decir que no me parece llamativo el ingenio que tienen algunos para potenciar sus Quirks.

Obviamente yo no necesitó tanto aparato, mi Quirk es genial por donde lo mires.

Me encontraba caminando solo con el chico de dientes afilados. Los otros se habían adelantado pero una vez más Kirishima y yo nos habíamos quedado entrenando hasta más tarde.

No lo vi venir.

Nos habíamos quedado en silencio por un segundo cuando el pelirrojo sujeto mi brazo para evitar que siguiese avanzando.

Me detuve y lo miré algo irritado a pesar de que no me encontraba realmente molesto, ha sido mucho tiempo desde me que me he enojado de verdad con Kirishima.

La intensa mirada que me dedicó me quitó las palabras sarcásticas que iban a salir de mi boca.

- Bakugou – me llamó usando un tono más grave de lo usual, yo me limité en levantar las cejas en un implícito "¿Qué?" – Me gustas Bakugou

Me quede en silencio por un instante sin entender, intentando descifrar el significado de sus palabras, algún mensaje oculto, averiguar si estaba bajo el efecto de algún Quirk o algo. Pero no.

- ¿Qué? – le dije, comenzando a notar como su mano aún seguía sobre mi brazo.

- Me gustas Bakugou – repitió con firmeza, mientras sin soltarme el brazo la zona que tocaba se iba calentando. – Pensé que era suficiente con ser tu compañero, tu amigo. Pero no lo es. Y no es masculino de mi parte mantener esto como un secreto, menos cuando intento acercarme más a ti. Por lo que quiero saber, ¿Saldrías conmigo Bakugou?

No me esperaba eso. Mis mejillas se calentaron de golpe. Estoy seguro que fue porque el calor de su brazo se propagó al resto de mi cuerpo. No por nada más.

- No – le dije rápidamente mientras sacudía su mano para que me soltará.

Nunca me había imaginado a mí mismo saliendo con nadie, no tenía planeado hacerlo.

Los ojos rojos de Kirishima que estaba fijos en mí se contrajeron del dolor, haciéndome sentir una punzada en mi pecho.

Dio un paso hacia atrás y aparto su mirada de la mía.

Nos quedamos en silencio, estando quieto en mi lugar, sentía que todo a mí alrededor estaba ocurriendo demasiado rápido y no tenía sentido.

Kirishima respiró profundo un par de veces para luego darse vuelta y dedicarme una sonrisa, la cual no alcanzó a iluminar sus ojos como normalmente ocurría.

- No hace falta que pongas esa cara Bakubro – me dijo "¿Qué cara estoy poniendo?" pensé – Yo solo quería decirte como me sentía, ahora lo sabes.

Al terminar de hablar comenzó a caminar otra vez. Y yo, bastante aturdido, lo seguí al rato.

Yo había rechazado a Kirishima.

Los primeros días después de la confesión actué con cautela. Prestando más atención que de costumbre al pelirrojo al igual que a mis palabras y acciones.

A pesar de lo que la gente diga de mí, no disfruto con el dolor del otro, mucho menos de un amigo. Así que me aseguraba de que mis acciones no hiciesen que el rostro de Kirishima volviese a contraerse del dolor de esa forma.

No EntiendoWhere stories live. Discover now