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A veces no los entiendo.

Mi relación con Kirishima no parecía dejar de avanzar a pesar de mi desconcierto.

Ya no usaba excusas para evitar estar con él a solas, es más, con peligro de dañar de mi orgullo nunca lo admitiría, pero esperaba esos momentos.

Eran momentos imprevisibles. Estar en una situación donde no tenía todo el control era algo totalmente fuera de mi área de comodidad. No solo en lo físico, sino que también en lo emocional. No saber cuál será la siguiente acción del pelirrojo me inquietaba. No importaba cuanto me preparara siempre lograba sorprenderme.

Había veces que la situación era totalmente caótica para mí, haciéndola incomprensible.

Cuando ocurría algo así, donde todo era desconcertadora mente rápido y tanto las acciones como los sentimientos involucrados no eran fáciles de entender, el pensamiento que tenía para consolarme era recordar las palabras de Kirishima.

"porque me gustas"

Él hacía esas cosas porque yo le gustaba.

Saber eso hacía que mi corazón se hinchara de orgullo. Que una de las pocas personas que respeto digiera que le gustaba algo de mí era agradable. Pero cuando era Kirishima quien lo decía simplemente llevaba mi corazón al borde de explotar.

Es que simplemente no tiene sentido que el guste de mí.

En más de una ocasión me han resaltado que mi personalidad es bastante problemática. Y yo no puedo negarlo.

La verdad es que si fuese solo por sus palabras no sería capaz de creerle, pero sé que no así.

El otro día es un gran ejemplo de eso.

Era otra noche en la que me encontraba entrenando hasta tarde afuera de los dormitorios. Ya hace un tiempo que la luz del sol había dejado de acompañarme y a pesar de encontrarme sudando y cansado no tenía intención de descansar.

Tenía que mejorar, el maldito de Deku no paraba de avanzar al igual que todos que trabajaban para potenciar sus habilidades, muchos lográndolo.

Yo también tenía que hacerlo, es más, tenía que hacerlo mucho mejor que todos ellos. Había muchos músculos que tenía que fortalecer y muchas técnicas que perfeccionar. No era momento de tomar un descanso.

Mientras me encontraba recuperando un poco el aliento para poder continuar, escuché como me llamaban, sobresaltándome.

Kirishima me llamó.

No lo había escuchado acercarse, pero parecía que había estado presente por un tiempo viéndome entrenar.

- Bakugou – me volvió a llamar.

- ¿Qué quieres? – le pregunte un poco agitado, estaba demasiado ocupado para hacer cualquier otra cosa.

- Ya es tarde – me dijo un poco dubitativo – creo que es mejor dejarlo para mañana.

Se veía preocupado, su mirada seguía mis movimientos y sus ojos trasmitían ansiedad.

- Aún hay mucho que hacer– le dije preparándome para seguir.

- Siempre se puede hacer después – me dijo acercándose un paso a mí.

- ¿¡Después!? – le pregunté con enfado, sintiendo como el estrés que me había estado carcomiendo durante la semana comenzaba a rebalsarse con furia. - ¿Después de qué? – le inquirí. - ¿Después de que todos hayan mejorado menos yo? ¿Después de que las demás mierdas me hayan superado? ¿Después de que haya otro ataque de los villanos y yo no pueda hacer nada? – Alejé mi mirada del pelirrojo, intentando olvidarme de él y concentrarme. – Déjame en paz

No EntiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora