~Capítulo 9

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Marcel me entregó una de las espadas que tenía, diciéndome que era el momento en que debía usar todo lo que había aprendido.

Reepicheep saltó desde el hombro de Drinian hacia el del hombre de la subasta, haciéndolo perder el equilibrio.

Un hombre corpulento comenzó a arrinconarme contra un edificio, frenando con su espada los movimientos que yo hacía con la mía. De repente un cuerpo cayó encima de él, dándome vía libre para salir de ahí, antes de alejarme totalmente, me volteé un poco mirando hacia arriba, y pude ver a Caspian sonriendome y mostrándome sus dedos pulgares elevados hacia arriba mientras sus muñecas seguían apresadas.

Uno de los guardias que nos habían secuestrado la noche anterior, me tomó del hombro queriendo tirarme hacia atrás, pero tomé fuerzas, lanzandolo hacia un costado girando sus muñecas, haciéndolo caer al suelo y con un ágil movimiento de la espada, le hice un corte superficial en su abdomen.

—Esta va por mi pierna —le dije antes de patearle el brazo con el que se tocaba la herida, y me alejé sonriendole cínicamente

En el otro extremo de la batalla vi a la Reina Lucy enfrentándose a dos guardias, así que corrí hacia ella, derribando a los que se atravesarán en el camino.

—¡Por Narnia! —grité antes de golpear con mi espada la cabeza de uno de los hombres, haciendo que golpeé contra la pared de un edificio y caiga al piso, mientras él otro intentaba atacarnos, pero se alejó al recibir un corte en la palma de su mano cuando le arrebate la espada

—Gracias, T/N —me agradeció antes de salir corriendo hacia otro lado

En el centro de la plaza, vi a Macley derribar a tres guardias con solo una barra de metal que quitó de la estructura de una edificación en demolición.

Miré hacia arriba de los otros edificios que rodeaban el lugar, desde las ventanas de los edificios, había mujeres y niños, lanzando jarrones, piedras y barriles hacia los dictadores, aturdiendolos por el impacto de aquellos objetos duros contra su cabeza.
Finalmente el pueblo se había revelado, quizás finalmente podrían ser libres.

Me enfrentaba contra un hombre que logró quitarme la espada y nuevamente me encontraba arrinconada contra una pared. Y de repente escuché algo romperse, y a mi lado cayó Caspian noqueandolo de un golpe seco en la mejilla.

—¿Estás bien? —me preguntó limpiando la tierra de mi cara

—Te tardaste un poco, pero nada que no pueda resolver —le respondí sonriendo para que se quedara tranquilo

—Ve para allá, y llévate a Lucy contigo —me ordenó señalando hacia la zona de la Isla en la que no se veía la lucha en la que estábamos

Me agaché a tomar la espada del suelo y me alejé corriendo para ir en busca de la chica Pevensie. Pero antes de doblar en una esquina fui interceptada por los gritos de Eustace.

—Acabo de tirar a un hombre al agua —me dijo asustado

—¿Qué hiciste qué? —le pregunté preocupada

—Sin querer lo golpeé con un remo en la cabeza y se cayó al agua —me respondió

—Vamos para ya, ahora mismo —le grité

Lo tomé de la mano y salí corriendo en la dirección contraria a la que me dirigía, yendo para los botes donde Eustace había golpeado al hombre.

El Viajero del Alba • 𝐄𝐃𝐌𝐔𝐍𝐃 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄Onde histórias criam vida. Descubra agora