ᴇᴘɪsᴏᴅɪᴏ ɪɪ

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II

"Un minuto basta que tu vida cambie.

Un minuto basta para que esa persona pinte las estrellas frente a ti.

Ahora todo depende de tu corazón, y de lo valiente que seas para escucharlo."

[Seúl – Corea del Sur]

Un cigarrillo en la mano sale volando por la ventana de la camioneta gris sin siquiera asegurarse de que esté apagado. El desconocimiento del hombre al volante siendo aprovechado por la persona con comportamiento cuestionable. Una sonrisa descarada crece en su rostro.

Son alrededor de las dos de las ocho de la mañana de un viernes. El sol resplandece como si estuvieran en pleno verano, y el calor siendo el principal impedimento para cualquier ciudadano que quisiera fumar un cigarrillo. Por supuesto, eso a TaeMin no le importó cuando fue por su cajetilla del día, así como tampoco le importó maquillarse las ojeras oscuras que delataban la pésima noche que pasó.

Lo ideal habría sido quizá ir por un café en vez de la nicotina, pero si existía algo que TaeMin odiaba era seguir las reglas de comportamiento socialmente aceptadas. Él nunca las sigue al pie de la letra como sus hermanos, ni tampoco intenta ser el prototipo perfecto de ejemplo como lo es JinKi. TaeMin siempre se repite a sí mismo que su camino escogido no cambiará por nada ni por nadie. Sus sueños, su motivación diaria, e incluso cada una de sus derrotas son algo que dependerá sólo de él sin importar cuánto cueste, y sobre todo, sin importar quién se ponga en medio con la intensión de detenerlo.

TaeMin no se considera un ángel, ni tampoco pretende serlo. A sus veintiséis cree estar viviendo la vida como mejor le parecía, sin restricciones ni reglas absurdas, así que en realidad no se siente un perdedor.

Es el mejor dentro de la Facultad de Artes en la Universidad de Seúl, tiene una vida sentimental — sexual — lo suficientemente sana como para no preocuparse en lo absoluto, y sus ingresos son considerables al trabajar como profesor de baile los fines de semana. No vive solo, pero JinKi le permite hacer todo lo que quiera mientras se mantenga a raya con sus estudios y trabajo. Además, este mismo le da una cantidad de dinero mensual por si necesita alguna cosa fuera de su presupuesto.

Puede decirse que JinKi es como su padre, en realidad. Al ser el hermano mayor de otros cuatro además de TaeMin, JinKi siempre se asegura de tener a cada uno de ellos en las mejores condiciones, incluso si la mayoría ya es mayor de edad él no quita el ojo de ninguno. Sin importar el trabajo o los malos días, JinKi realmente se preocupa por todos.

TaeMin no entiende cómo su hermano está pendiente de hasta los pequeños detalles. Hacía menos de tres años que su abuelo materno les heredó una cantidad considerable de dinero, y JinKi tuvo la gran idea de inaugurar una cafetería pequeña, que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en una marca considerable en el mercado de la capital. "Brown dream" se hizo su fuente principal de ingresos, por lo que la vida fue mejor en todos los sentidos. Antes JinKi tenía un empleo de tiempo completo, y otros dos sólo los fines de semana. Después de la herencia del abuelo eso fue cambiando, hasta lo que es en la actualidad.

TaeMin siempre dice que su familia no es millonaria ni nada por el estilo, pero si existe algo que no puede negar es el gran futuro que tiene la empresa de su hermano. Tanta, que muy probablemente en un futuro cercano ellos necesitarían más trabajadores. Y al menos ahora, eso empieza a suceder con la visita de una persona a la que TaeMin tiene muy presente.

Tal vez demasiado si es sincero.

El mejor amigo de su hyung llegará a Corea esta misma tarde, y para TaeMin se le torna cada vez más difícil el disimular su emoción por ello.

ɴᴇᴠᴇʀ ʙᴇ ᴇɴᴏᴜɢʜ - ᴊᴏɴɢᴋᴇʏ ғᴀɴғɪᴄ Where stories live. Discover now