VI.I

938 216 2
                                    

Dos semanas sin clases. Ese había sido su castigo, dos largas semanas sin clases para que rectificaran su comportamiento, Jihoon por haber empujado a Suni, Suni por haber acosado a Hoshi (aunque la palabra era muy fuerte Lian insistió en llamarlo así) el chico que atacó a Hoshi por haber golpeado a un estudiante, y Hoshi simplemente por verse implicado. Así que Jihoon recibió el regaño de sus padres por dos horas y despues se vio recluido en su habitación.

"En este tiempo me gustaría que escribieran sobre su tarea para el futuro" Les dijo el profesor que los había acompañado a la salida. Así que Jihoon estuvo dos semanas con la hoja en blanco frente a él ¿Qué escribir?

Sus padres estaban realmente molestos, tanto que sacaron todo de su habitación, incluyendo a Ko y a lulú y tan solo dejaron su cama y libros para que pudiera estudiar, un escritorio que metieron a la fuerza sacando su teclado y una silla. Ah, Jihoon tenía prohibido apagar las luces durante el día y siempre debía mantener su ventana abierta. Fueron las dos semanas más aburridas que pudo existir, ni siquiera le dejaron su celular.

Un día antes de volver a la escuela, justo cuando sus cosas comenzaban a aparecer, alguien tocó la puerta de su cuarto. Era gracioso, porque despues abrieron como si nada ¿Qué podía hacer Jihoon al respecto? ¿decirle que no pasara? Les daba igual. Su padre entró murmurando un par de cosas que no logró entender, seguramente pidiendo permiso para entrar, solo que no esperó una respuesta y pasó directamente sentándose sobre la cama.

—Tu madre me pidió que hablara contigo.— Le dijo con un tono de voz monótono. —Así que... ¿Por qué empujaste a esa chica?

—¿importa?— Preguntó sin mirarlo. —Fue una situación extraña, realmente no quise lastimarla.

—Aunque no quisiste lastimarla lo hiciste, así que... Debes disculparte.

—¿lo siento?

—No conmigo.— Su padre suspiró poniéndose de pie. —¿sabes? Tu madre y yo siempre intentamos encaminarte por el mejor camino. No siempre es fácil...ella piensa que cualquier cosa te sacará de un buen futuro.— Jihoon asintió. Su padre solo aparecía en momentos especiales, despues regresaría a trabajar y a olvidarse de que tenía una familia. Así que ¿Por qué guardar sus palabras? —El punto es que...hay muchos buenos futuros, y lo hablamos durante horas ¿Qué futuro sería mejor para ti?...— Hubo un largo silencio que lo obligó a ver a su padre. —y tu madre ya piensa que eres un adulto, y los adultos toman sus propias decisiones...y...O demonios, olvidé lo que seguía.— Su padre sacó un pequeño papel de su bolsillo...él estudió su discurso. ¿Qué demonios? El hombre suspiró arrugando el papel. —Hablando claros... hablamos con uno de tus profesores y él nos dio un discurso que quería repetir contigo y hasta lo anoté, pero no soy bueno con esto. Jihoon, lo que quiero decir es que tú aun eres joven como para depender de nosotros y obedecernos en lo que creemos mejor para ti, pero ya eres lo suficientemente grande como para pensar en tus propias acciones y decidir tu propio futuro. Está mal que golpes chicas, o chicos, no golpes a nadie, y si quieres hacerlo te inscribiremos a clases de algún arte marcial.

La puerta se abrió dejando ver a su madre golpear su mano contra su frente, ella no parecía muy feliz del monologo del hombre.

—Tu padre y yo llegamos a un acuerdo. — Dijo ella con los ojos aun cerrados. —Si no vuelves a escaparte te regresaremos tu teclado y podrás tocar en tus ratos libres, no tan noche, y si no te metes en más problemas dejaremos que acomodes tu habitación como se te de la gana.

Jihoon miró a ambos confundidos ¿Por qué? ¿Por qué justo en ese momento y porque no antes? Si sus padres tramaban algo entonces ellos pasarían de ser malos padres a padres aterradores.

—Tu madre y yo nos preocupamos cuando no volviste a casa esa noche...— Confesó su padre. —Tu madre no debió mover tus cosas sin tu permiso, y tú no debiste de irte. Ambos se equivocaron.

—Si no estuvieras trabajando todo el tiempo te hubieras dado cuenta antes. —Le dijo Jihoon al hombre quien intentó disimular un gesto.

—Ese no es el punto...— Su padre tosió. —Como sea...Entonces ¿tenemos un trato?

Jihoon no tuvo que pensarlo demasiado. Miró el rostro de sus padres, el de su madre estaba más suavizado y al parecer ella estaba dispuesta a aceptar lo que sea con tal de conseguir la paz. Bien, Jihoon también estaba dispuesto a aceptarlo, tampoco quería seguir empujando a personas y metiéndose en problemas. Así que tan solo les dio una sonrisa y aceptó, recibiendo el mismo gesto a cambio.

Era un avance.

Parásito [SoonHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora