No puedo vivir en un mundo donde no estés tú

EXTRA: "My Most Precious Treasure"

Lan Wangji recuerda todo el tiempo que estuvo sin Wei Wuxian.

Recuerda los días después de que jugaran por última vez, él lo seguía esperando en la entrada. Seguía esperando que llegara corriendo y le pidiera que lo perdonara por llegar tarde. Esperaba ver esas delgadas piernas correr hacia su paradero, que le colocara un brazo tembloroso en el hombro y, con la voz entrecortada por tanto correr, le diría que todo estaba bien.

Lan Wangji no volvió a escuchar esa voz por diez años.

Solo la escuchaba en sus sueños, cuando recordaba todos los recuerdos que compartieron juntos. Cuando jugaban, cuando bromeaban (en realidad era Wei Ying el que le jugaba bromas), cuando Wei Ying hablaba y él solo asentía. Igual recuerda cuando su madre y su hermano le preguntaban demasiado por su nuevo amigo y su nuevo interés por el voleibol, cuando se burlaban de él hasta que se pusiera rojo por pensar demasiado en su amigo.

Todo iba demasiado bien.

Lamenta no haberse dado cuenta de sus sentimientos antes.

¿Algo habría cambiado?

Le gustaba dormir, le gustaba soñar, le gustaba pensar que todo estaba bien. Hacía todo lo posible para seguir recordando aquella voz llena de vida.

Lo amaba. Amaba a Wei Wuxian. Y odiaba cuando sus sueños se veían interrumpidos al llegar la mañana.

Los amaneceres desde su cuarto ya no eran los mismos.

"Pero en la mañana cuando me despierto, no estás ahí"

Quería gritar, quería desahogarse, había sido un estúpido. No se había dado cuenta de lo que sentía. Aunque su madre y hermano intentaran dejárselo en claro, que no era una simple amistad, él no entendía.

Y se odiaba por ello.

Siempre se odiará por ello.

¿Por qué no apreció la belleza que tenía ante él? ¿La calidez, el tesoro, la razón de sus sonrisas?

Quería estar junto a él. Lo añoraba.

Anhelaba volver a escuchar su voz, sentir sus manos.

"Incluso si estoy separado de ti, no importa lo lejos que estés"

Odiaba la soledad, antes no la odiaba. Porque antes no sentía que había perdido algo tan importante.

Antes no se sentía vacío. Un envase sin sentimientos.

Solo podía sentir algo. Tristeza, melancolía, lágrimas.

Anhelo.

"Incluso si es difícil, incluso si lloro en soledad"

Recordó las pocas veces que su madre lo encontró llorando, solo soltaba pequeñas lágrimas, pero aun así contaba como algo. Ella, aun recuperándose, se arrodilló y pegó el pequeño cuerpo al suyo. Susurrándole palabras de calma.

Le dijo que volvería, que él nunca lo abandonaría.

Que no debería estar triste, que mejor recordara todos los momentos felices que pasaron juntos. Porque definitivamente aún no se habían separado.

"Siento calor en el fondo de mi corazón"

Y eso hizo, pensó en los momentos felices.