Amor, eso es amor

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Las cosas suelen cambiar a veces, como la ropa o las decisiones, aunque ninguna se compara pero tienen un pequeño hilo que une ambos términos, y ésto lo es, que las cosas cambian.
Tal vez, en algunas palabras sea un mareo o algo estúpido pero si lo piensas detalladamente, no lo es.
Porque hace cinco años, jamás hubiera creído que diría que sí a la pregunta que evité durante años "¿Lily Evans, quieres ser mi novia?" No, nunca lo imaginaria, pero claro, las cosas suelen cambiar a veces.

-Bien, suban al auto, firmaré unos papeles y podremos irnos.

-¿Estas segura que no quieres quedarte en casa hasta que terminen las vacaciones?-Preguntó James una vez más.

-¿Querer? Si quiero, pero no puedo, debo ver a mis padres y aclararles lo que sucedió, además querrán verme un poco antes de que vuelva a irme.

-Tienes razón.-Su cara fue algo de decepción.-Aún así, sabes que mi hogar, ahora es el tuyo.-Sonrió apenas.

-Lo sé y estoy muy agradecida por eso.-Lo abracé.-Subamos al auto.

El trayecto del hospital a la casa de James era lo suficientemente corto como para aburrirnos, asique se hizo bastante rápido. Al llegar, saludamos a Sirius que estaba en el sillón con Marlene. Apenas nos vieron, vinieron a abrazarnos.

-Al fin están en casa.- Dijo Marlene.

-Al fin.- Asentí. 

-Se que todavía no te has ido Evans, pero quizá deberíamos vernos unos días antes de ir a Hogwarts, debemos disfrutar un poco más antes de caer de nuevo y descansar realmente.-Dijo Sirius en un tono cansado. 

-Sería una buena idea tal vez, necesitamos algo de tranquilidad por un rato.-Respondí.-Vengan arriba, debo preparar mi baúl. 

-Quizá puedan venir a casa.-Bromeó Sirius mientras todos subíamos las escaleras al cuarto donde había dormido con mis amigas. 

-Me encantaría ver como tu madre muere de los nervios por ver a una sangre sucia en su casa.-Rio James.

-Que gracioso eres James Potter.-Hable tratando de simular enojo, sabia que lo hacia en broma.

-Lo siento amor, era solo una broma para animar el día.-Sonreí dulce al ver su cara.

Per sus palabras quedaron en el olvido cuando Marlene, quien estaba tomando agua, se atragantó sola.

-¿Has, dicho "amor"? ¿O estoy sorda? Sirius dime que oíste lo mismo que yo y dime que no estoy loca.-Gritó.

-Hemos oído lo mismo aparentemente.-Quedó asombrado, como si sus palabras se hubieran esfumado. 

-Oh por Merlín.-Marlene nos abrazó a ambos.-Ya era hora de que dejen su orgullo y sean pareja.

-Haz crecido tanto Cornamenta.-Llorisqueó Black en risas.-Lo has logrado. 

-Ya cállate.-Le devolvió el abrazo.

-¿Y como pasó?

-En el hospital, decidimos hablarlo seriamente y creo que ya era el momento de hacerlo.-Se rascó la nuca James.

-Lo era.-Sonreí.

-Me alegro mucho por ambos, de verdad.

Hablamos por unos minutos mientras terminaba de acomodar todo.

-¿Dónde están Anne y Remus, creí que estarían aquí?.-Dije bajando mi baúl.

-La abuela de Anni tuvo complicaciones de salud, han decidido ir a verla y ¡oh casi lo olvido!.-Marlene se golpeó la frente.-Como no llegarán a despedirte, te mandan mucha suerte y Remus chocolate.-Me lo dio.

Caí, por culpa de Potter.Where stories live. Discover now