Travesura Realizada parte tres

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Hacía mucho frío, mi nariz estaba roja al igual que mis manos, siempre me sucedía lo mismo.
No lograba visualizar a James, el se había ido a la otra punta de la tienda, estabamos separados por simples estanterias llenas de joyas. Me atreví a mirar para ver si en plena oscuridad los mortífagos estaban allí.

-El Señor Tenebroso la busca, no podrá escaparse esta vez.-Era la voz de una mujer.

El Señor Tenebroso buscaba a la mujer que nos atendió? Suena raro ya que se vé que es una persona amable.

-Si no aparece en este instante, haré explotar todo.-Habló nuevamente.

Por lógica, sólo éramos tres personas en la tienda pero si agregamos a los mortífagos eramos dos, un hombre y una mujer fue lo que pude ver.
Los pasos de la mujer, resonaban por cada vez que avanzaba y su voz me avisaba que se acercaba cada vez más a donde yo estaba escondida.
Miré a las ventanas, para informarme cómo estaba todo afuera, se escuchaban gritos, la gente corría y los mortífagos solamente atacaban por placer.
Volví a estar alerta, habia dejado de hablar y sus botas ya no resonaban cuando caminaba.
Intenté moverme pero me era imposible, por cada mínimo movimiento haría ruido, tenía dos opciones. O atacar o dejar que me ataquen, y eso ya no era una elección.
Sin pensarlo dos veces, salí detrás del mueble pequeño que me tapaba, en un segundo busqué con la mirada a James, que apenas me vió salir se levantó con la varita en mano.

-Miren a quien tenemos aquí...Un Potter..y una sangre sucia.-Dijo con desprecio el mortífago.

Sus máscaras me daban impresión, eran raras.

-No los trates así querido, no es lo suficientemente educado de tu parte, es preferible tirarle un crucio a ambos y listo.-Sonrió la mujer.

-Esa voz es jodidamente reconocible.-Habló James con la varita en alto.-Sirius estaría contento de verte.

-No lo dudo.-Respondió aún sonriente.- Pero es una lástima que no puedas volver a verlo.

En segundos, comenzamos a pelear, los hechizos iban de aquí para allí y los maleficios de parte de ellos tambien.
Potter logró perder tiempo tirándoles un hechizo aturdidor.

-Corre, vamos.-Me tomó de la mano pero frené.

-No, que pása con la señora de aquí? Dónde está?.-Comencé a mirar para todos lados.

-Evans, la señora se fué ahora nos toca a nosotros.

-Potter, debemos buscarla, ví que se refugió detrás de unos estantes y con las explosiones que realizó la mamá de Sirius pudo haberle pasado algo.

-Iré a fijarme, está bien? Tú escóndete y si ves a los demás, llámalos.-Me indicó.

Lo cual, no era posible o no tan sencillo, estaba todo oscuro y las personas corrian desesperadas. La llegada de los mortífagos nos habia sorprendido a todos. Maldigo el día en el que acepté venir.
Me posicioné detrás de una pared, mi respiración estaba acelerada, mis amigos no estaban ahí y James estaba lejos.
Cada vez se acercaban más mortífagos, por eso me cambié de lugar para que nadie me note aunque no fué así y sí me notaron.

-Alumnos de Hogwarts.-Rió.-Nuestro señor estará contento tal vez.

-Jamás. Desmaius.-Grité, ese habia sido fácil, ya que su varita estaba al revés.

Me dirigí a la puerta de entrada de la tienda dónde estaba Potter para hacer de campana, en ese momento, encontré a Marlene y a Anni junto con Peter que venian corriendo desde el otro lado.

-Aquí estan.-Grité de nuevo.

-Dónde está James, Lily?.-Preguntó Anni preocupada.

-Ahora les digo, ayúdenme a cubrirle la espalda, ya me han querido atacar.

Caí, por culpa de Potter.Where stories live. Discover now