Capítulo 11

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Evite dormir en mi habitación, lo evite durante las siguientes dos semanas, me metía en la cama de mi madre las noches que estaba de guardia, o en la de mi hermana cuando trabajaba hasta tarde o se quedaba en casa de su novio, solo tuve que dormir  en el incómodo sofá una noche, y en otro orden de importancia, llevaba sin hablar o saber nada de Alessandro  el mismo tiempo. 

El pensamiento de que alguien me espiara por las noches me ponía los pelos de punta, evitaba pensarlo, evitaba estar asustada, no me podía pasar la vida así, me negaba.

Las semanas pasaban a paso apresurado, demasiado rápido para mi gusto, y aunque las fiestas que se aproximaban rozaban el primer puesto de mis fiestas favoritas, sentía que mi día tenía menos de 24 horas. Que la Navidad estuviera tan cerca solo significaba una cosa: los exámenes finales del primer trimestre . Mis  amigos y yo solo nos veíamos en las horas lectivas, a partir de las tres de la tarde no volviamos a saber nada los unos de los otros hasta el día siguiente, los examenes inminentes nos tenían agobiados a todos, y por concenso decidimos apagar todos los moviles durante las horas de estudio, cosa que nos había ayudado mucho a concentrarnos.

Quedaba aproximadamente una semana para empezar con los globales, los animos no estaban muy arriba durante los recreos.

Sali de mi habitación a las ocho y cinco, iba un poco tarde y mis amigas me acababan de mandar un mensaje diciendo que estaban ya en mi puerta. De camino al instituto no parabamos de decir las pocas ganas que teníamos de dar clases, estabamos agotadas, dormiamos poco y eso nos pasaba factura. 

Cuando llegamos al instituto nos separamos como es habitual. La mañana avanzó tranquila, hasta que llegó la última hora, una hora más en el instituto y sería libre, todo lo libre que una chica de último curso puede ser antes de los exámenes finales. Espere en la puerta de la clase de Susana y Laura, yo había salido antes y teníamos que bajar al gimnasio ya que teníamos educación física. Mis amigas salieron discutiendo sobre la incompetencia de el resto de su clase. Laura estaba a punto de tirarle de los pelos a Marco, yo mire a Ángela esperando que me dijera que había pasado

-Quieren cambiar la fecha del global de economía, porque según ellos el examen es muy complicado y necesitan más tiempo- Me explico mi amiga.

-¡Y una mierda!, lo que pasa es que estos incompetentes de aquí no han empezado a estudiar, yo no me voy a jugar este examen solo porque estas personas más cerca de los monos no hayan tocado el libro para el examen- Todo el pasillo se quedo mirando como mi desquiciada amiga Laura gritaba en la puerta del aula.

-Laura no lo entiendo, ¿por qué es tan grabe? ¿no tendrías más tiempo para estudiar?- Pregunté

-Exacto, ¿ves Laura? Lo hacemos por tu bien, se te estaba empezando a poner el pelo blanco-Marco le cogía un mechón del pelo a Laura mientras hablaba.

-Creo que aquí es donde deberíamos de intervenir- Me susurro Susana

-¿De verdad? Marco esta muy cerca de la ventana, ¿no te da curiosidad?

Ángela cogió del brazo a Laura justo antes de que saltara hacía la cara de Marco

-Esta bien princesa, ahora te damos un bate y te desahogas un rato- Susana y yo reímos ante el comentario de Ángela y juntas nos dirigimos hacía el gimnasio .

Al llegar al gimnasio de  nuestro instituto, Antonio, nuestro profesor de educación física, un señor de unos 60 años al que le quedaba muy poco para jubilarse y al que teníamos mucho cariño, ya que había sido nuestro profesor de primer a ultimo año, ya nos conocía muy bien, nos recibió con una sonrisa a la que nosotras respondimos de la misma manera.

Las clases de educación física de último año eran conocidas por ser en la única asignatura en la que tienes un 10 por hacer prácticamente nada, y eso es un alivio

En los brazos de Morfeo Where stories live. Discover now