Capítulo 19

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[...]

No podía dejar de llorar,  mi única solución era pasar mi navaja por mi piel y dejar que la sangre y los problemas fluyeran . . .  Y así lo hice, me corté. . . Pero no 1 ni 2 veces si no que me corté hasta que perdí el conocimiento y me desangre;  tenía mil razones para hacerlo. . . Lo hice por mi, por mi familia, por Santiago,  por mis problemas,  por tristeza en fin por todo. Y ahí me senté en silencio desangrando hasta que me desmaye.

2 días después

—Vanessa,  contestame por favor.  . . Tenemos que hablar.—exclame sin dejar de mirar mi celular

No podía dejar de pensar en las palabras de Esmeralda, después tuve un mal presentimiento . . . Como de que algo malo estaba pasando así que decidí ir a buscar a Esmeralda para que me explicará todo

—A ver Esmeralda, ahora mismo me vas a explicar que esta pasando—entré a su casa sin esperar a que ella abriera
—Santiago, calmate por dios si no esta pasando nada. . . La verdad no se de que me estas hablando—habló indignada
—De tu llamada de ayer, si es cierto lo que dices dime ¿En donde esta Vanessa?  Que necesito hablar con ella ahora mismo
—No pues no se—se encogió de hombros
—No claro que lo sabes,  y me lo vas a tener que decir

Cómo era lógico que no me lo diría la tome del cuello y la pegué contra la pared
—Santiago, me estas lastimando—exclamo desesperada por que la soltara
—Te hice una pregunta ¿En donde esta ella?—grité apretando su cuello con más fuerza
—Lejos, muy lejos de aquí
—¿Dónde, maldita sea?—grité desesperado
—La dirección esta en ese cajón—la solté y busqué la dirección, cuando la encontré de imprevisto aparecieron los padres de Vanessa
—¿Qué está pasando aquí?—preguntó la madre de Vanessa
—Es sobre su hija lleva 2 días desaparecida y sospecho que sus hijas tienen que ver en esto
—Catalina,  Daniela,  Esmeralda vengan acá ahora mismo—gritó el padrastro de Vanessa
—¿Qué pasa?—contestaron al unísono
—¿Dónde esta Vanessa?—exclamó enojado
—No, no, no sabemos—exclamó Catalina
—Claro que lo saben, aquí este chico nos dice que su hermana lleva 2 días desaparecida y que ustedes tienen algo que ver así que será mejor que confiesen
—Mira padre la verdad es que todo es culpa de Esmeralda ella nos presionó para que la encerraramos en una casa abandonada, nosotras no queríamos hacerlo
—¿Qué estás diciendo Catalina?—exclamó la madre de Vanessa aterrada—Su hermana puede estar muerta y ustedes aquí.  . —empezó a llorar—No puedo creer que sean tan inconscientes, bien iré a buscar a mi hija
—Te acompaño mi amor, y ustedes 3 nos van a acompañar
—Señores,  los acompañó también, yo se donde esta su hija
—Ok entonces vamonos

Emprendimos el viaje buscando esa casa, fue difícil pero al final la encontramos. . . Todos entramos corriendo a esa casa

—Hijas ¿Donde esta su hermana?—exclamó la madre de Vanessa
—Está encerrada en el cuarto de ahí
—Vanessa hija ábreme por favor, ¿Puedes oírme? Hija abreme—gritó tan fuertemente como pudo mientras golpeaba la puerta intentando abrirla
—Aquí está la llave madre
—Gracias Catalina

Fue ahí cuando la madre de Vanessa metió la llave, giro la perilla, abrió la puerta y se encontró con lo que tal vez seria lo peor que pudiera ver una madre, y también yo hubiera deseado no a ver visto eso. . . Encontró a Vanessa sentada en un rincón en el suelo,  inconsciente, tal vez muerta y llena de sangre tanto ella como las paredes y curiosamente estas tenían escritas con la sangre una y mil veces la palabra "por qué" esto sinceramente hizo que deseara morirme y me culpe sin razón una y mil veces a mi. Solo pude ver como la madre de Vanessa corrió lo más rápido que pudo a socorrerla,  y después, con lágrimas incesantes la tomó entre sus brazos y la abrazó tan fuertemente que hasta yo lo sentí. Pobre de su madre, debió de haber sido muy duro para ella el estar ausente por 1 mes, regresar y encontrar a una de sus hijas en estado moribundo,  y también para mi ya que soy su novio, o bueno era su novio.  . . Se me hizo un nudo en la garganta, yo solo veía como su padrastro llamó a la ambulancia, y que después de un rato llegó, subieron a Vanessa y se la llevaron al hospital, decidí no acompañarlos no creo poder resistir verla en una cama de hospital así que me fui a mi casa ya que ya era muy tarde, esa noche traté de dormir pero por mas que quise no pude hacerlo. . .

Quiéreme Si Te AtrevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora