Capítulo 16

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—Que estoy enamorada de ti. —susurré, muy bajito con la esperanza de que no me escuchara, pero lo hizo
—Ya lo sabía. —sonrió
—¡¿Cómo?!
—Muy sencillo, cuando estoy cerca de ti, tus ojos siempre te delatan. —tomó un mechón de mi cabello y lo colocó detrás de mí oreja
—Los ojos dejan en evidencia lo que el corazón intenta ocultar
—Exactamente. —sus ojos irradiaban perfección
—¿Por eso me insistías tanto?
—Sí, insistí mucho porque quería oírlo de ti
—Ahora comprendo. —sonreí

En ese instante Santiago me abrazó muy fuerte y me dijo al oído

—No olvides que...yo también te amo
—¿Mucho?
—Mucho, mucho, mucho
—También te amo. —dije al fin y una lágrima rodó por mi mejilla al saber que él, a pesar de mis desplantes seguía amándome

Después de ese abrazo, que aunque duró solo segundos y me pareció el más hermoso de mi vida, él se ofreció a llevarme a casa, fue largo el camino de regreso y era lógico a su lado todo duraba una eternidad.

—Gracias por traerme a casa, fue muy lindo de tu parte
—Por nada hermosa, ya sabes que lo hago con gusto
—Tú siempre tan tierno. —sonreí

En ese instante apareció Esmeralda muy histérica, y muy enfurecida

—¡¡¡TU, ENTRA A LA CASA... AHORA!!! —me tomó del brazo
—Esmeralda ¿qué te pasa? ¿por qué le hablas así a Vanessa? —Santiago hizo distancia entre ella y yo
—Tú ni siquiera me hables que te estuve marqué y marqué a tú celular y no me respondiste. TENÍA QUE DECIRTE ALGO MUY IMPORTANTE
—Pues ya, aquí me tienes hablando contigo, así que dime lo que me ibas a decir. —alzó las cejas
—Pues fíjate que Vanessa...
—Está enamorada de mí...Si, ya lo sabía...Esmeralda, ¿eso era lo que me tenías que decir? —interrumpió
—Pues...si, oye pero no te quedes callado dile algo a esta
—Haber, como te lo explico... mmmmm...Mira Esmeralda, en primer lugar no es ‘’está’’ en segundo lugar a ella la respetas porque jamás te ha hecho nada ¿Ok?
—¡Hay Santi! pero, ¿por qué me hablas así? si yo soy tú amiga, no tú enemiga. —exclamó ella
—Pues no parece Esmeralda, y mejor déjala tranquila
—¡HAY SANTI! —Esmeralda se dio la vuelta y se metió a la casa sin decir más
—Gracias...jamás nadie me había defendido, siempre era yo la que me defendía sola
—Pues a partir de hoy eso va a cambiar
—¿A qué te refieres?
—A que no voy a dejar que te humillen, te insulten y todas esas cosas, de nuevo
—Hay Santi no, por favor si yo puedo...
—Y sé muy bien que puedes, pero...quiero que sepas que lo hago solo por ti. —interrumpió

No podía evitar sonrojarme

—Está bien. —sonreí sin antes darle un beso en la mejilla, el cuál me devolvió
—¿Te veo mañana?
—Sí, claro

Después sé marchó, me metí a mi casa, pero ahí no acabaron los problemas ya que todavía me esperaban mis hermanas

—Huuuuuy , NESSAAA ¿Cómo te fue? —dijo Catalina
—Bien estúpida. —dije tratando de ignorar su sarcasmo
—Hey, primero que nada...ven para acá, si
—¡¿QUE!? —me acerqué a ella desconfiadamente
—Pues que Esmeralda está en tú habitación, y se ve muy furiosa
—¡¿En mi habitación?! —respiré profundo, conté hasta un millón y luego hablé—. Bien, iré a sacarla de ahí...no tardo. —sonreí débilmente
—¡¿Pero qué le harás?!
—Ya verás lo que voy a hacer, y lo mismo te voy a hacer a ti si me sigues molestando. —grité

Subí las escaleras para llegar a mi habitación, abrí la puerta de una patada ya que estaba cerrada por dentro.

—¡¿Que haces aquí?! —grité acercándome a ella que estaba sentada en mi cama
—Nada que te importe, y tranquilízate
—No, no me voy a calmar y será mejor que te largues. —traté de sacarla a empujones de mi cuarto, hasta que lo logré y cerré la puerta con seguro.
—¡¡¡ABREME MALDITA, QUE ESTO NO SE VA A QUEDAR ASÍ, Y ME LAS VAS A PAGAR DE UN MODO U OTRO POR NO HABER HECHO LO QUE TE DIJE!!! —gritó, intentando abrir la puerta a patadas
—Sí lo hizé. Si no pregúntale a tu hermano, teníamos un trato y yo ya cumplí y no pienso obedecerte más. —atasqué la puerta con una silla ya que se notaba que abriría la puerta así fuera con las uñas
—¡¡¡ESO ES LO QUE TÚ CREES!!! –exclamó ella, los golpes en la puerta cesaron, concluí que se había ido

[...]

—Vanessa, Santiago me contó lo que pasó ayer eh. —sonrió pícara Montserrat
—Es genial que ya por fin estén juntos después de tanto tiempo. —dijo Jennifer
—Pues en sí, él no me lo ha pedido así formalmente como debe ser que yo sea su novia
—¿Y eso, por qué no? —exclamaron al unísono
—Pues no lo sé, todo pasó muy rápido y pues como ustedes comprenderán tal vez no le dio tiempo. —me encogí de hombros
—Oh pues tiene que hacerlo, y si no lo hizo ayer es por algo ¿no?—dijo Jennifer
—Pues, pienso que sí

Al finalizar la clase me encontré con un misterioso recado en mi casillero que decía.

‘’Te espero en el parque a las 5 de la tarde, ve muy arreglada y no faltes.’’

Anónimo

Quiéreme Si Te AtrevesHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin