Capítulo 5

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—Hola niñas, ya llegué. —entró mi madre por la puerta

—Hola, ''Madre''. —saludé al bajar las escaleras

—Ay hija, perdoname por no haber ido por ti como habíamos
quedado pero... —vaya notó mi sarcasmo

—Sí, sí, sí ya me sé la historia, tuviste una junta muy importante y no podías faltar. —rodé los ojos y me crucé de brazos

—Qué bueno que lo entiendas hija. —sonrió pero sé que fue cínicamente

—No mamá, no lo entiendo y jamás podré hacerlo por que tu jamás has tenido tiempo para nosotras
por que te la pasas trabajando todo el dia. —grité

—Disculpa Nessa pero no hables por las tres. —apareció Catalina en la habitación—. Digo mi mamá
no tendrá tiempo para ti pero para nosotras si, que te quede claro

—¡Catalina! —habló mi madre en tono autoritario—. No vuelvas a decirle eso a tu hermana. —se cruzó de brazos

—Ay mamá ¿por que no la devuelves al orfanato del que salió? —protestó

—Mira Catalina ya callate o te abofeteó

—Me voy a mi cuarto. —exclamé dándome por vencida una vez más

—Vanessa, Vanessa ven para acá. —mi madre corrió detrás de mí escaleras arriba hasta mi habitación.

Pero yo cerré la puerta antes de que pudiera entrar

—Vanessa, abreme. —tocó la puerta—¡VANESSA! —gritó

—No te voy abrir mamá, será mejor que te vallas, quiero estar sola. —me dejé caer en la cama y me tapé la cara con la almohada.

Tenía muchas ganas de llorar, ¿que habré hecho para merecer una familia así?

—Bien Vanessa, sí no quieres salir no salgas. —dejó al fin de tocar la puerta.

Cuando mi madre se fue, comencé a llorar y seguí llorando hasta quedarme dormida.
Al día siguiente, ya en la escuela entré al salón de Matemáticas,
me senté, agaché la cabeza sobre la mesa y después de un momento sentí que alguien me tocó el hombro, pensé que era el maestro pero luego vi que era Jennifer. Por suerte

—Hola Vanessa. —saludó

—Hola Jennifer. —bostecé

—¿Estabas dormida?

—No, estaba rezando, obvio que estaba dormida. —exclamé sarcásticamente

—Oh bueno, oye ven con nosotras a sentar allá, no estés aquí sola.

—Ok. —tomé mis cosas para irme con ellas.

En cuanto llegué a sentarme a su mesa, me percaté que ahí estaba Santiago, pero no le di importancia y me senté a un lado de el.

—Hola Vanessa. —me sonrió él

—Hola. —respondí sin mirarlo a los ojos

—¿Cómo estás?

—Pues se podría decir que bien

—Ok. —se volvio a mirar hacía el frente, pues ya había empezado la clase. 

Ya al final de las clases tuve que irme a mi casa, sola de nuevo ya que le dije a mi madre que no fuera por mi.
Así que me fui caminando pero luego sentí que alguien iba atrás de mí, entonces empecé a sentir miedo y me eché a correr lo mas rápido que pude.
Corrí y corrí hasta un parque, ahí fue cuándo me detuve, sentí que alguien me agarró y me abrazó por detrás, luego volteé y vi que era Santiago

Quiéreme Si Te AtrevesWhere stories live. Discover now