Enamorada de la muerte [Completa]

Capítulo 6

*1 Semana más tarde*

Todo seguía igual, pero Alex no iba a su trabajo diariamente. Ni siquiera se preocupaba, pero yo sí. Aunque me lo pasaba muy bien con él, siempre pensaba en que no iba presente a comisaría, solía hacer llamadas con sus compañeros, y nunca se preocupaba. Solo se inquietaba conmigo, por si me hacían daño, por si me enfadaba por algo...

–Alex, ¿cuándo vamos a salir? –Pregunté, estaba esperándole para ir a una fiesta que les hicieron sus compañeros por ser el jefe de la nueva ciudad.

–Voy, espera. –Gritó desde su habitación. Llevaba como cinco minutos esperando, y es la primera vez que me pasa con un hombre.

¿Seguro qué quieres hacer esto?

Sí, te lo dije muchas veces ya. Quiero tener un trabajo, al menos para sentirme más...especial como humano.

Te entiendo, soy un demonio, pero pueden pasar muchas cosas malas como te enfaden. A lo mejor no puedes controlarte y salgo yo para matar a cada uno.

No pasará. Desde que estamos con Jessica...nos comportamos diferente. Apenas nos alimentamos.

Eso es lo malo, Alex.

–Ya bajo, Jessica. –Escuché como abría la puerta de su habitación, miré hacia las escaleras, y ahí estaba el modelo que tanto amo con su traje negro, pajarita negra y camisa blanca.

–Te ves hermoso, idiota. –No era normal que él fuera tan perfecto y yo tan imperfecta. No se podía ser más hermoso.

–Tú también, incluso mejor que yo, enanita. –Me sonrió, y luego, me agarró de la mano como si fuéramos pareja, pero en realidad no.

Al llegar vimos a muchísima gente en la zona. Incluso gente que no conocíamos, pero me daba igual. Se le veía tan contento.

–Hay mucha gente. –Su tono era alegre, pero tenía bastantes nervios. –Debo de hacer un discurso delante de todos ellos. –Me miró alzando la ceja. –¿Quieres hablar de algo? –Me preguntó, y yo quedé paralizada.

–¿Por qué? Es que me pongo muy nerviosa cuando me están mirando. –Dije tímida y sonrió, pero no se le veía nervioso en realidad, más bien con miedo.

–Inténtalo, de todos modos te llamaré cuando termine mi discurso para que hables. –Me guiñó el ojo, y quise responderle o al menos pegarle, pero vinieron unos cuantos para saludar a Alex.

–¿Qué tal jefe? Estoy a sus servicios. –Se inclinó, y todos reímos por ese teatro de...no sé quien.

–Jessica, éste es Mike, Rosa, Carl y Olivia. –Señalaba a cada uno de ellos cuando decía sus nombres, y yo como saludo, les di dos besos en la mejilla.

–¿Y Jessica es...? –Preguntó Carl con un gesto, para que siguiera hablando Alex, pero no lo hizo porque habló Mike.

–¡Oh vamos! Es su chica, Carl. –Me sonrojé por completo al escuchar que yo era "su chica".

–Es mi compañera de piso. –Fue lo único que dijo Alex mientras su brazo estaba apoyado en mis hombros.

–Ya picarás en su anzuelo, Alex. –Volvieron a reír, pero Alex quedó callado hasta que decidí hablar.

–Bueno...el que decide es él. –Bromee, aunque en realidad lo decía en serio. Alex me miró sorprendido, y los demás carcajearon.

–Es mejor que me vaya, porque me la estáis hipnotizando. –Agarró mi mano, y nos dirigimos al gran escenario que había al fondo con un micrófono y un par de altavoces en la esquina. Subió un hombre y le dio varios golpecitos en el micrófono para empezar hablar.