Forever Soulmates- Sterek- parte 2

7- Subasta

~Derek~

— Solo puedo estar seguro de algo y eso es de que Piel nos va a matar — Lloriquea jalando el cuello de su corbata. Era claro que no le gustaba vestir así, pero lo obligo a usarlo, tanto a Damián como a Liam.

Me ajuste al antifaz requerido para el evento y apague el motor.

Haberme escapado de mi clase del viernes, para poder viajar durante el fin de semana y estar aquí. Arriesgaba mucho y los tres lo sabíamos. Pero no podía quedarme de brazos cruzados mientras estaba matando personas por ahí, menos con ese extraño presentimiento.

— Compórtense, no llamen la atención y tengan los ojos abiertos. Yo busco la daga, Liam el brazalete o collar y Damián el arma ¿Entendido? — Ordeno a los chicos antes de bajar del auto.
Pese a ser un evento clandestino, parecía de alfombra roja.

—Si, amargado — Bufa Damián mientras se acomoda su cámara al cuello y desenreda el colgante del pase con el de la cámara.

Los tres caminamos a la puerta que era una pequeña, mas parecido a una salida de emergencia detrás de un restaurante. El pasillo por donde habían pasado era algo estrecho y bastante sucio. Liam fue quien toca la puerta. La persona detrás, sólo abrió lo que una cadena le permite. Muestra a los hombres la tarjeta que Liam había obtenido y les deja entrar.

Antes de poder llegar al salón del evento, otros dos hombres revisan que no estemos armados. Cuando finalmente estábamos libres de sus manos uno de ellos le bloquea el paso a Damián. Me tense un poco por si algo malo pasaba.
— Sin cámaras — ordena uno de ellos, pero Damián pareciera aferrarse más a ella — Son las reglas.

—Pero...

—Damián — le llame como un padre que regaña a su hijo, no podíamos arruinar la operación por una cámara.

—Vale, vale, la voy a dejar, pero como le pase algo se la van a ver conmigo — amenaza mascullando mientras se desprende de ella y la deja en la caja de cosas retiradas como si fuera su bebé.

Otro de los hombres nos guio dentro, que desde lo lejos podía escucharse una suave tonada de jazz. El evento simulaba ser como cualquier otra exposición de arte, sólo que aún no había obras exhibidas. En cabio, había una gran plataforma en redondo centrada al final del salón. Sobre ella, las barandillas del segundo piso que seguramente era la cámara de control. Desde ahí pude ver la seguridad, hombres armados con trajes y radios para estar bien comunicados. Algunos otros mesclados entre la gente de una forma no muy sutil para parecer espectadores.

—No podemos quedarnos a esperar y arriesgarnos a que alguien compre alguna de las piezas. Busquemos — Me separe de ellos mezclándome entre las personas. Hombres y mujeres elegantes bebiendo una copa de champagne mientras hablaban escandalosamente de propiedades, vacaciones o cualquier nueva adquisición innecesaria.

Me acerco a la barra de bebidas tomando una copa para disimular el observar todo. Hago un escaneo auditivo completo, viajando de conversación en conversación hasta una que me interese. Era abrumar tantas voces, pero poco a poco me fui acostumbrando hasta perfeccionar esas habilidades, me servirían mucho.

De ahí, había un cierto circuito de puertas, como lo sería un domus, encontrándonos en el atrio bajo el impluvio. Había vigilancia en ellas, lo que queria decir: ahí estaban guardando la mercancía.

El chirrido del micrófono me hizo desenfocar mi atención. La subasta estaba por comenzar. Detrás de las cortinas rojas del escenario trajeron arrastrando una caja grande en plataforma con ruedas hasta el estrado.

Fue desplegada a base de palanca revelando dentro de ella unas katanas hechas de plata incrustaciones de jade en el mango. No estaba buscando algo de tanta longitud.
Las personas se amontonaron con sus raquetas para pujar. Despues de esos objetos trajeron muchas mas cajas expuestas al público.

Con el rabillo del ojo vi a Damián y Liam que se estaba acercando al igual que todos para ver en las cajas. Con un leve asentimiento se pusieron manos a la obra.

Con un mapeo rápido se paseo por las exhibiciones no encontrando la similitud del mango con las marcas en él hombre. Estaba comenzando a pensar que era un error.