Primerizos al 2X1

02

Ryūnosuke...💕

💕Atsushi...

Dazai había elegido el nombre para el pequeño azabache, mientras que Chūya eligió el del bebé de cabellera gris. Ambos estaban felices por su pequeña familia, aunque también nerviosos y algo agotados.

Apenas tenían una semana de nacidos y los jóvenes padres se sentían orgullosos de haber mantenido vivos a sus pequeños sin ayuda de nadie.

Chūya aún no podía hacer muchos esfuerzos y apenas lograba cambiar los pañales de sus bebés. Dazai era quien más ayudaba para todo, del mismo modo que brindaba apoyo a su pareja en lo que necesitara.

Conocía más que el pelirrojo la manera de tratar a sus hijos y lo que a éstos les gustara o disgustara. Ryūnosuke parecía ser bastante tranquilo con papá Dazai, pero con Chūya era todo un desafío. Por el contrario, Atsushi era un niño bien portado con ambos, tranquilo y no lloraba en las noches, a diferencia del azabache.

El mayor de los niños, Ryūnosuke, comenzaba a quejarse en los brazos de Chūya, quería llorar y lo haría si no regresaba a los brazos de su padre castaño. Papá era su preferido y no mamá.

— Dámelo a mí, Chūya. Ryū me ama. Soy el favorito de Ryū.

Decía juguetón, quitando al bebé de los brazos de su madre cuidadosamente. Chūya soltó un ligero gruñido y acercó a Atsushi hacia él para atenderlo. El albino observaba la cara del pelirrojo, y a Chūya le encantaba ver esos ojos bicolor de su pequeño bebé.

— Atsushi-kun es más lindo que Ryūnosuke.

Comentó espontáneo.

— No digas eso, Chibi. Ambos son hermosos. ¿Y sabes por qué? Porque eres su madre.

— ¿Me estás coqueteando?

Comentario que hizo sonrojar al de sombrero. Chūya carraspeó avergonzado e iba a distraerse en algo más cuando Dazai se aproximó a él, con Ryū en sus brazos, dejando al niño sobre la cama al igual que a Atsushi.

Se acercó a la cara del pelirrojo y sujetó su mentón de manera atrevida.

— Quiero besarte, Chūya.

Podían sentir la respiración del otro y un ambiente tenso. Quizás no era el momento adecuado al tener al par de bebés despiertos, pero ¿Qué podría salir mal?
Se aproximó más a él, sin darse cuenta de que los cuerpecitos de Atsushi y Ryū se atraían con su peso (de Dazai y Chūya) sobre la cama.

Al juntar sus labios con los de Chūya, Dazai sintió una pequeña patadita en una de sus piernas. Era Atsushi, quien le sonrió travieso. Se vieron en la obligación de separarse, ya que Ryū tampoco parecía estar muy conforme con la cercanía de sus padres.

Eran pequeños, casi unos recién nacidos, pero los niños hijos de usuarios con habilidades solían ser bastante listos desde su nacimiento. Incluso desarrollaban su capacidad del habla y de caminar antes de cumplir un año. 

— Dazai, ese par, no les hagas caso... Quiero otro beso...

Exigió Chūya. El bebé azabache comenzó a llorar, para tener toda la atención hacia él.

— Dejémoslo para después, Chūya. Ryū está incómodo.

Tomó al azabache en brazos para arrullarlo, acunándolo con ternura. Besó su frente, y agitaba el biberón para alimentar a Ryū.

— Todo lo que haces ahora va enfocado a Ryū. Quieres más a ese bebé que a mí.

Cargó a Atsushi, dejándolo sobre su regazo de manera que podía jugar con sus manitas.

— ¿Estás celoso de tu propio hijo, Chūya? Es un bebito. No existe la maldad en su ser.

Ryū se alimentaba bien de la leche de su biberón. Leche materna que había sido succionada con anterioridad.

— A veces siento que lo hace a propósito...

Murmuró.

Atsushi hizo un gesto de disgusto y empezó a quejarse. Pronto lloraría. Arqueaba la espalda y apuñaba sus manitas, soltando el llanto.

— ¿Ahora qué pasa? Dazai, te lo cambio. Yo duermo a Ryūnosuke y tú callas a Atsushito.

Fue un cambio rápido, Chūya no se metía en líos, le dejaba la mayor parte del trabajo a Dazai aprovechando de su reposo.

Ahora, Ryū estaba en el regazo de Chūya, y Atsushi en los brazos de su padre, siendo arrullado. Dazai caminaba por la pequeña casa luego de haber revisado todo en Atsushi. Concluyó que tenía sueño, y eso haría, dormirlo.

— Sushito, tranquilo. Irritas a mami, y a Ryū también. Tienes que descansar.

Se acomodó a Atsushi de una manera diferente, arropándolo mejor, impidiendo más el paso del sonido con su frazada, y acurrucando al albino bien entre su pecho y sus brazos.

Los llantos de Atsushi eran menores. Se habían convertido en sollozos que fueron desapareciendo poco a poco hasta que se quedó dormido.

— Sólo tenía sueño, Chūya. Y Ryū, ¿ya se durmió?

No hubo respuesta. Chūya se había quedado dormido, y Ryū, tenía su biberón goteando en su carita, mal acomodado. Sus ojitos brillaron al ver a Dazai. Hizo una algarabía.

— Chūya se quedó dormido y tú despierto.

Recostó a Atsushi con mucho cuidado, en la cama que los cuatro compartían. No había dinero para mejores comodidades. Debían estar muy pendientes de no caer encima de los niños mientras dormían.

— Hola, Ryū. Ya es hora de dormir.

Apartó el biberón de Ryūnosuke, y lo cargó. Debía limpiar su cara antes de ayudarlo a dormir, o amanecería con hormigas.

Ver la casa pequeña, con tres compartimientos: habitación, baño, cocina; de material vulnerable a las lluvias que se aproximaban, y a las orillas de los barrio bajos, le causan cierto dolor. Él quería ofrecerles muchas comodidades a su familia, pero su trabajo como cajero en un conbini no le daba mucho.

— Algún día, tendrán todo lo que necesitan, Ryū. Yo... trabajaré muy duro para darles una mejor vida a los tres.

Si hay algo incoherente, es porque estoy dormida xd.

MabelLaura1  Tarde pero aquí está <3