𝕯𝖊𝖘𝖊𝖔𝖘 𝕺𝖑𝖛𝖎𝖉𝖆𝖉𝖔𝖘

CAPÍTULO O2 ── TAKA Y SUMI

Ya habían pasado semanas desde que una guerrera y un inmortal vampiro convivierán en un castillo juntos. Éstos creían que todo había llegado a su fin, que la paz había dado frutos en el mundo entero y que la relajación se apodería de ellos en poco tiempo, ya que Drácula, el padre del vampiro con risos dorados había sido asesinado. Pero, ¿alguna vez escucharon que los buenos momentos durán tan poco?

El agua del arroyo chocaba contra el cuerpo desnudo de la mujer, sus ojos se encontraban cerrados, se sentía en su espacio y relajada, hasta que una flecha velozmente roza su mejilla, los ojos de Nicolle se habían abierto de par en par al no poder presenciar el ataque.

Había salido del agua para tomar sus ropas e ir tras la roca gigante que se encontraba a unos cuantos pasos suya para protegerse de la amenaza.

──Mierda... ─murmuró con su ceño fruncido. Alucard estaba del otro lado del bosque, cerca del castillo, así que no podía ver lo que estaba pasándole.

Nicolle se colocó las prendas y volvió a cerró sus ojos con su misma expresión, para oír los pasos del atacante, las flechas habían cesado y ahora sólo se escuchaban a las aves cantar, o al menos eso diría alguien sin experiencia en cacería.

──¡Son dos! ─dijo en sus adentros mientras sus ojos era abiertos de golpe, no pretendía atacarlos porque no había traído su espada, ningún tipo de arma blanca, sin embargo, sabía que estaban cerca, y qué si les daba la espalda para huir la matarían sin pensarlo.
Al tiempo, algo veloz ataca a uno de ellos y luego al otro, todo en un abrir y cerrar de ojos.

──Nicolle, puedes salir. ─decía su compañero, Alucard mientras sostenía en el suelo, el cuello de ambos con sus manos.

──¿No se puede tomar un baño en este jodido lugar? Siempre nos tiene que pasar algo. ─contestó irritada por lo que había ocurrido. ──¿¡Quiénes son!? ─preguntó con el ceño fruncido. Éstos al principio se resistieron e intentaban huir inútilmente del agarre del vampiro. ──...¿y si los matamos y nos lo comemos? ─le dijo a Alucard con los brazos cruzado.

──No sería mala idea...

──¡Taka! ─contestó el muchacho, al oir las palabras de ambos, aún sostenido del cuello por el rubio── e-ella es Sumi...

──¿Por qué atacaron a Nicole?

──N-no fue nuestra intención. ─habló la mujer con una leve dificultad para el habla gracias al agarre del ser. ──Bueno... creímos que era el enemigo.

──Sabemos quienes son... ahora que los vemos de cerca ─murmuró, Taka. ──, nosotros no somos malas personas, s-señor Alucard. ─confesó. El vampiro observó a Nicole por unos segundos, ésta tenía su ceño fruncido, ambos se observaron en silencio. Nicolle tenía una expresión de disgusto, mientras que el rubio una serena.

──De acuerdo... ─contestó, Alucard soltando los cuellos de ambos, volviendo la vista a los dos jóvenes.

──¿Qué haces?