CAPÍTULO 13

66 8 2
                                    

La oscuridad se comienza a disipar, dándole paso a un grisáceo mundo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La oscuridad se comienza a disipar, dándole paso a un grisáceo mundo. Mientras mis ojos se abren con lentitud veo que alguien se acerca a mi, sosteniendo su costado con una mano. Su caminado es desigual y desequilibrado, haciendo que parezca que en cualquier momento puede caer. Logro reconocer la oscura cabellera de Blake.

—¿Estas bien? —Asiento, un poco aturdida, pero mi vista me falla y mis ojos vuelven a cerrarse, buscando descanso. —¡Primor! —exclama en la lejanía.

Trato con todas mis fuerzas de mantenerme cuerda y no perderme de nuevo en la negra noche del sueño.

—¡Lehia, no te atrevas a irte! —Siento que golpea mis mejillas con suavidad y mis ojos se abren con la alarma latente.

—Tenemos que irnos, nos acaban de atacar. —Explica con más calma. Asiento, esta vez un poco más consciente de lo que pasó. El equipo de rescate, un helicóptero, una bomba, una explosión.

Dejo que Blake me recoja suavemente y veo la sangre que empapa su camisa. Trato de encontrar sus ojos, pero él me sostiene fuerte impidiéndome seguir viendo en dirección a sus heridas. Entonces enfoco mi vista a mi alrededor, veo a un soldado recostado en la pared con su cabeza colgando de forma inerte. El miedo comienza a invadir mi pecho y busco a los demás.

Rosaura está junto a Kaeil que yace en el piso de abajo; ella trata de curarlo y que vuelva a estar consciente. Elevo la mirada hacia el final de las escaleras, en el pasillo, y diviso el pelo rojizo de Elektra derramado en el suelo junto con su cuerpo; veo que los últimos escalones no están allí, han caído como escombros justo encima del cuerpo de Kaeil. Uno de los soldados aparece cojeando por la puerta que lleva a la terraza, lleva un lado de la cara quemada, a pesar de esto se agacha para ayudar a Elektra.

Daerien no se ve por ningún lado.

Blake me lleva hasta las escaleras con su brazo alrededor de mi cintura, sirviéndome como apoyo, con la intención de que bajemos hasta salir de este edificio. Cuando pasamos al lado de Kaeil veo que sus ojos, antes cerrados, comienzan a abrirse, pero de inmediato sus guturales gritos inundan los oídos de todos. Rosaura está enjuagada en lágrimas, pero, increíblemente, se mantiene en calma haciendo su trabajo.

Cuando estamos al frente de los escombros Blake aprieta su agarre, buscando estabilidad. De inmediato me retuerzo, a causa dolor tan desgarrador que esta acción provoca. Por inercia, me suelta, pero mis piernas no responden por sí solas y caigo, haciendo que mi espalda impacte una vez más, esta vez contra el suelo.

Rosaura se percata de mi dolor y deja a Kaeil, aún adolorido, para acercarse a mí.

—¿Qué pasa? —pregunta notablemente preocupada. Señalo débilmente mi espalda.

Blake se tumba a mi lado y me toma de la mano.

—¡Haz algo, Rosaura! —dice con desesperación. En este momento nadie mide sus palabras. Ella no dice nada, activa su poder, haciendo que sus hermosos ojos azul rey se tornen de un verde agua intenso y luminoso. Sus manos también son envueltas por una energía del mismo color. Las pasa haciendo un sondeo y sus ojos se alarman.

Almas Puras | 1  [COMPLETA]Where stories live. Discover now