Co-Piloto °Kookmin°

24

La semana de graduación comenzó, sin embargo, Jimin no abandonó su lugar al costado de la camilla de su mejor amigo, a pesar de la insistencia de los hermanos los cuales prometieron avisarle si Jungkook despertaba.

Pero él solo decidió tercamente que esperaría por sí mismo ese hecho.

Su cabeza recostada al costado del brazo derecho de Jungkook, entre suspiros suaves balbuceó.

— Te extraño, deberías despertar — murmuró parpadeando perezosamente.

El sonido de un quejido suave lo obligó a levantar el rostro, había una mueca formándose en el rostro del más alto y un surco acompañándole.

— ¿Kook? — le llamó en voz alta al verlo removerse sobre la cama ligeramente.

Un jadeo de sorpresa abandonó su garganta al observar los párpados moverse, hasta dejar ver los oscuros ojos de su mejor amigo tratando de enfocar la vista por la luz que llenaba la habitación del hospital.

— ¿Qué? — le escuchó pronunciar forzosamente.

Su reacción fue espontánea, su cabeza inclinándose hacia el frente para mover sus labios en dirección hacia los contrarios, su corazón se aceleró en el interior de su torso.

Pudo percibir el pequeño empuje de los labios contrarios correspondiendo el suave beso.

— Espera, llamaré al médico — dicho esto no tardó en alejarse para abandonar la habitación en búsqueda de un médico.

Por suerte para Jungkook, ya no tenía respiración asistida por lo que el tubo había abandonado su garganta, pero el escozor y molestia estaban allí.

A los pocos segundos pudo escuchar pasos dirigiéndose con rapidez hacia donde se hallaba, había un hombre alto que no tardó en comenzar a hacerle preguntas de rutina junto con exámenes para comprobar su estado de salud actual.

Jimin esperó pacientemente observando desde un costado, la escena.

— Bien — el médico sonrió — su cuerpo está estable y no hay señales de infección luego de la cirugía, así que estará bien.

No pudo evitar suspirar de alivio al escuchar que su mejor amigo estaría bien.

Recordó entonces en esos segundos que debía avisarles a los hermanos.

— Agua — le escuchó balbucear a Jungkook.

El médico asintió.

— Por ahora solo podemos darte un vaso con cubos de hielo, pronto podrás ingerir líquidos.

Dicho eso el médico salió de la habitación en búsqueda del hielo.

Jimin no pudo evitar acercarse una vez más con la intención de abrazar al más alto, teniendo en cuenta no ejercer ningún tipo de peso en el torso de este, Jungkook se dejó moldear entre los brazos del más bajo.

— Sentí que mi corazón se desvanecería en el momento en que te desmayaste — murmuró Jimin contra el costado de la cabeza contraria — sentí tanto miedo Kook.

— Lo siento — lo escuchó disculparse.

— No es tu culpa — se apresuró en aclararle — pero me alegra que ya te encuentres mejor.

Jimin formó un sonido bajo en su garganta al saber que no podía simplemente quedarse entre los brazos de su mejor amigo, separándose de este suspiró sonoramente moviendo su vista para toparse con la contraria.

— Realmente me siento aliviado de que estés mejor.

Jeon asintió al escucharle, su cuerpo regresando a la comodidad de la camilla.