5 - Que no nos encuentren nunca

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Notas del cap:

No pinches puedo creerlo... ya tenía este capítulo listo para publicar DX dios mío, me siento mala persona... lo siento gente, sabrá el diablo donde tengo la cabeza XD sin albur... pero bueno, sigamos entonces

¡A leer!


5 - Que no nos encuentren nunca

Vaticano observa con agradable sorpresa desde la ventanilla del copiloto como es que la bulliciosa ciudad que era la ciudad de México, se volvían lentamente largas carreteras y posteriormente enormes campos que se iban transformando lentamente en un paisaje increíble de montañas y mareas vistas a la lejanía...

El viaje había sido endemoniadamente largo para ambos... Vaticano se siente agotado cuando por fin, ante su sorpresa, llegado el anochecer; por fin, el auto se detiene delante de una cabaña oculta de la mano de dios, justamente, a mediados de lo que parecía una montaña. Vaticano salió igual como había entrado, siendo cargado por el latino para no romper el trenzado que los ataba

Sorprendido, encuentra que la cabaña humilde tiene no solo electricidad, sino todo lo necesario para sobrevivir. En cuanto el latino lo deja en el suelo, el lugar se ilumina con las luces, ambos entran, tomados de la mano y se sientan en un sofá delante de una chimenea apagada; México se acerca y con ayuda de Vaticano, ambos prenden fuego... la noche era fresca, casi fría para ambos, aunque soportable a fin de cuentas

-¿Tienes hambre? ¿Deseas que te prepare algo de comer?- pregunta el latino con su mirada aun perdida, Vaticano baja a observar aun el hilo que los tiene atados, sonriendo suavemente y negando

-No creo poder comer algo aunque quiera- susurra y era cierto. Pese a que tal vez tenía hambre... los nervios de imaginar que dentro de unas cuantas horas mas podría tener al latino solo para él, era algo que lo tenía emocionado y, el saber que podría haber aun la oportunidad de que alguien lo evitara, era lo que en realidad lo tenía con los nervios en punta...

Porque lo había pensado desde que entraron al vehículo... aun había tiempo para destruir el hechizo, aun había la oportunidad de alejar a su amado de él y Vaticano no quería aceptarlo. No es sino hasta que siente un beso dulce y un cálido abrazo envolviéndolo, que cae en cuenta de la presencia del latino, dándole mimos y consolándolo. Vaticano se aferra a su abrazo con necesidad de ser consolado, subiendo su mirada al tricolor y dando un pequeño beso en su barbilla

-México... promete que nadie nos va a separar jamás- pide suavemente, el latino lo observa un tanto confundido, sonriendo poco después y acercándose para plantarle un tierno beso en sus labios, abrazándolo más protectoramente y pegando completamente el cuerpo más bajo al suyo sin malicia

-Daré hasta mi vida con tal de que nos quedemos juntos para siempre- susurra. Vaticano sonríe, con pequeñas lagrimas en sus ojos, su cuerpo tiembla en nervios... la sensación de que podrían ser alejados se apodera de él con temor. México lo estrecha, lo besa con cuidado, con dulzura... Vaticano muerde suavemente sus labios en cuanto el beso acaba, ahora, con un tenue sonrojo, acaricia la mejilla del tricolor

-No me dejes ir México... por favor- pide bajito, siendo recibido por el tricolor que lo vuelve a besar. Esta vez, no hay necesidad de palabras; el latino comienza a besar no solo sus labios, pasa por sus mejillas, por sus ojos, limpia las lágrimas con sus labios y vuelve a bajar, apartando la camisa larga en color morado lo poco que puede sin quitar el trenzado, las pieles suavemente comienzan a acariciarse aun sobre la ropa

La temperatura comienza a subir, los pantalones son apartados, México se dedica de nuevo por completo a Vaticano, cuidando mas su placer que el propio, disfrutando de los gemidos y suspiros del country de dos colores, como, la mano que tiene el trenzado, se entrelaza con la mano del mexicano en busca de una estabilidad diferente a solo tener sexo

Black SecretWhere stories live. Discover now