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- ¿Por qué hueles a naranja podrida bañada en caramelo? - Prem tapó su nariz con dos dedos de su mano, no quería ofender al rubio, pero el olor no era agradable a su olfato

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- ¿Por qué hueles a naranja podrida bañada en caramelo? - Prem tapó su nariz con dos dedos de su mano, no quería ofender al rubio, pero el olor no era agradable a su olfato.

- Ni lo menciones, sé perfectamente que apesto - Frunció el ceño al recordar el motivo de su repugnante olor.

- Pues tomarás un baño cuando lleguemos a mi casa, no quiero que esta quede apestando a dulce - Arrugó su nariz por solo considerar la idea.

- ¿Te molesta el dulce?

- Amo el dulce, pero el que llevas encima es... simplemente insoportable. Además, llevas otro olor que no se bien qué es - Desvió su vista a la ventana de su lado - Prefiero únicamente el de naranja.

Esa declaración lo hizo apenarse en gran manera e hizo que su acompañante sonriera.

- A mí también me gusta tu aroma a chocolate.

¡Oh, Dios! Quería llegar a casa y esconderse ahora mismo.

[...]

El agua caliente se resbalaba por todo su cuerpo, desde la raíz de su cuero cabelludo hasta las plantas de sus pies. El jabón poco a poco iba desapareciendo al igual que el aroma a malvavisco y perfume.

Se puso la ropa que el pelinegro le entregó, que consistía en una camisa y pantalón formal, sin saco y al parecer iba a estar descalzo. Ató su cabello en una coleta como de costumbre después de peinarlo y salió de la habitación buscando a su fotógrafo.

Lo encontró en otra habitación acomodando una tela que haría de fondo, al parecer solo por afuera los apartamentos parecían pequeños.

- Soy todo tuyo - vociferó abrazándolo por detrás y colocando su mentón en el hombro del más bajo.

- Se mi sirviente entonces - Bromeó. Boun bufó, lo que hizo reír a Prem - Déjame verte.

Deshizo el abrazo para voltearse y admirar a su modelo. Lo rodeó tratando de encontrar el eso que no lo convencía del todo. - Ponte frente a la sábana y dame una pose natural.

El rubio se sorprendió por el modo autoritario, pero aun así hizo lo pedido.

- Ahora una sexy.

- Soy sexy todo el tiempo, dame algo más difícil.

- Ajá - contestó mientras veía la pantalla de su cámara - ¿Podrías deshacerte de tu coleta y desabrocharte dos botones?

- ¿De qué es tu revista?

- Sobre un actor famoso.

- ¿Un actor famoso y sexy?

- Si estás tratando que diga que eres sexy, está bien, lo eres, ¿Contento?

- Mucho - el Alfa sonrió de manera satisfactoria y Prem tuvo que desviar la vista nuevamente a su cámara, esa era la sonrisa más perfecta que había visto, pero no se lo diría o eso alimentaría su ego.

•Omega incompleto• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora