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Quería golpear algo, pero si lo hacía terminaría con mi piel magullada y seguramente tendría que ir a urgencias por un yeso. Mis manos aún duelen por golpear la pared y a Wonghyung, la adrenalina ha sido lo que me ha hecho no sentir el dolor.

Tengo una cita mañana con Iseul para explicarle qué pasaba, ella exigía eso o hablaría con la madre de RyuJin. RyuJin se enteraría y le diría al director —ya que es seguro que no le agrado—, ¿cómo explicaría yo que uno de mis estudiantes estaba en mi casa? Que ellos hayan dejado pasar por alto el de que soy homofóbico no significa que un gay estuviera a salvo en mi casa. Incluso si cambié no me lo creerían. Y Jisung miente tanto que tampoco creerían en su palabra.

—¿De qué estaba hablando Iseul?. —pregunto una vez veo que la chica se aleja de mi casa.

No quiero preguntarle si RyuJin es su novia. La idea me suena ilógica a menos que sea bisexual. Pero lo dudo demasiado. Además, ya tiene novio. O tenía. O como sea.

—RyuJin me había dicho que le diría eso a su mamá, pero creí que era una broma.

No me despego de la ventana, no quiero verlo.

—¿Una broma?.

—Dijo que usaría mi nombre para fingir ser su novio y que dejaran de insinuarla... lesbiana. Se tomó una foto conmigo. Supongo que se la enseñó a su mamá y su amiga.

—Iseul no es mi amiga. —aclaro—. ¿RyuJin es lesbiana?. —cuestiono. Me imagino a dos chicas besándose. Bien, eso no me causa un problema de ira. Causa otro tipo de problema. Así que sacudo la cabeza y finalmente me giro a ver a Jisung.

—N-no... pero su familia siempre lo insinúa porque no ha tenido un novio, ella no quiere. Y-y creí que sería una broma lo de yo ser su novio, perdón.

Ahora parece más angustiado que antes, tiene lagañas en los ojos y el cabello despeinado.

—N-no te disculpes. —me rindo y me acerco a él. Supongo que haría lo mismo que RyuJin—. Hablaré con Iseul. Pero no le menciones nada de lo que sucede a RyuJin ni a nadie, ¿bien?.

Él asiente con la cabeza y se limpia las lagañas.

—Si te hace sentir mejor, tus ángeles guardianes ya vienen en camino. —él sonríe un poquito ante la broma y yo también.

—¿Mis...?.

—Felix y Chan. —lo interrumpo.

Recuerdo lo que pasó en el sótano y borro un poco mi sonrisa. Aún me siento extraño, me duele la cabeza y el pecho. Siento como si acabara de cometer un delito.

—Jisung.

—¿Sí?.

—¿Por qué?... quiero decir... c-creí que no querrías que nadie te tocara. N-no entiendo porque me besaste. —hablo mientras me acerco un poco a él.

Aprieta los labios y mira al suelo apenado, se muerde el labio inferior y mueve un poco la agujeta de su tenis. Siempre hace eso cuando está nervioso.

—Quería sentir cariño. —me mira y aprieta un poco la mandíbula—. Lo lamento. Es algo nuevo y supongo... supongo que me gustó tanto que quería volver a sentirlo.

—Creo que entiendo.

—Está vez fue más... intenso, ¿sabe? Ni siquiera recuerdo haber tomado la decisión de besarlo, s-sólo lo hice... sé que tiene un problema con eso. Y en serio lo siento. —me mira a los ojos y yo aprieto los labios—. Lo sentí como un impulso. Me sentía mal.

No sé qué decir, ¿debería decirle que no tengo problema? ¿Qué en realidad me está afectando de otra manera? No puedo dejar de pensar que algo en mí duele, que en sus labios había algún tipo de veneno que tal vez cure mi cerebro pero hace que algo en mi pecho duela.

—¿Y si te sientes mal y está Felix, también lo besarás?. —bromeo para quitar la tensión.

Su sonrisa vuelve un poquito y eso me alegra.

—Lee no me hace sentir lo mismo. Él es como un hermano mayor, y-y Chan... a veces siento que me ve como un objeto para hacer feliz a Lee. Es la primera vez que me siento como un objeto útil. —ahora yo aprieto mi mandíbula.

—No eres un objeto. —digo con seguridad—. Y Chan también te quiere. Más de lo que te imaginas. Ellos dos son muy solidarios.

—Se meterán en problemas si intentan ayudarme. No valgo la pena. —¿por qué mejor no te callas? Pienso.

—Te llevaré a casa. —comento y camino hacia él—. Y mañana vendrás conmigo después de la escuela.

—¿Escuela?. —me mira asustado.

—No permitiré que Wonghyung vuelva a poner una mano sobre tí. —lo tranquilizo—. Hablaré con el director y presentáremos la demanda.

—No quiero levantar ninguna demanda... Min-Minho... por favor. —me mira con súplica.

—No permitiré que se salga con la suya ese animal. Jisung, lo siento, pero, ¿por qué presiento que no es la primera vez que te hace algo como eso?. —sé que lo lastimaré, pero necesito saber más si realmente quiero ayudarlo.

Sus mejillas se ponen rojas y mira nuevamente al suelo, niega.

—Él jamás...

—¿Qué es eso sobre daddy? Dijiste que no querías llamarlo así, ¿no? Porque ya había pasado antes, pero no le importó. —le encaro.

—Sí, p-pero...

—Dijiste "no", él te arrojó contra los casilleros y casi te obliga a hacerle un oral, dime, Jisung. —me acerco más—. ¿Qué crees que hubiera pasado si yo no hubiese estado ahí?. —sus ojos se llenan rápidamente de lágrimas—. ¿Crees que se hubiera detenido?. —trago saliva—. ¿Lo hizo antes?.

Una lágrima cae directo a su tenis y me acerco hasta el punto en el que la punta de nuestros tenis se junta. Él no me mira, su cabeza queda pegada a mi pecho.

—Felix logrará convencerte. Él estará contigo en todo momento, sé que confías en él. —levanta su rostro y sonrío un poco para darle ánimos—. ¿Puedes seguir confiando en mí? ¿En nosotros?.

—¿Qué pasará cuando...?.

—No importa. Sabremos cómo arreglarlo en el momento... como ahora, ¿bien?.

Recarga su barbilla en mi pecho y me sonríe hasta que sus ojos se achinan y sus dientes se ven un poco.

—Vamos, se hará más tarde. —le digo, y me alejo un poco de él.

Tomo las llaves del auto y abro la puerta para dejarlo pasar primero. Él pasa aún con la sonrisa y ambos subimos al auto en silencio. Aunque haya un poco de llovizna; es un silencio cómodo.

gymWhere stories live. Discover now