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ZAYN

Corriendo escaleras arriba, entré a lo que había decidido llamar "departamento" entre comillas, de Liam y cerré la puerta detrás de mí. El chico había salido para buscar el desayuno, ya que casi habíamos incendiado la cocina cuando intentamos prepararlos nosotros mismo. La señora Payne, lo siento, Karen, iba a estar muy enojada con nosotros cuando volviese de trabajar y descubriera que las hermosas cortinas de su cocina habían sido reducidas a cenizas. Liam había dicho que no le importaría, no parecía estar alterado por ello pero había llegado a la conclusión de que el chico no era capaz de sentir tal emoción.

La casa era silenciosa, mis pasos eran los únicos que se escuchaban mientras me acercaba a la mesa y dejaba la jaula de Orión sobre la superficie. Safaa había llevado la jaula a la casa de Liam hacía poco tiempo, ella había dicho que estaba preocupada porque el animalito no había comido cuando le arrojó comida, así que había decidido que lo mejor era que lo tuviese yo. Había agregado las palabras "por si algo le sucede", no entendí el significado pero su tono era un tanto sombrío cuando las pronunció.

Llegando a las ventanas, abrí las cortinas para poder tener una mejor visión del orejón pomposo. Mis ojos se abrieron de par en par cuando el roedor se quedó quieto en su lugar, respirando de una forma extraña. Me sorprendió el sentir miedo de que algo le sucediera porque vamos, a mí realmente no me gustaban esos bichos pero realmente no quería que algo malo le sucediera.

Tomando el teléfono cercano, marque el número que Liam me había obligado a aprender de memoria. Ni siquiera lo deje hablar cuando contestó-. Liam, algo malo le pasa a Orión.

-¿Orión? –repitió–. ¿Tu conejo?

-Si, Safaa lo trajo hace un momento, dijo que quería que yo lo tuviese por "si algo sucedía", no sé qué quiere decir, Liam, pero su tono no era el de una persona que piensa que algo bueno sucederá. Creo que quiso decir que Orión morirá pero no puedo decirlo con exactitud, no soy bueno leyendo entre líneas...

-Zayn, cariño, cálmate -pidió con suavidad-. Estoy entrando en la cochera en este momento, estaré contigo en un minuto, no desesperes.

-Apurate -sollocé-. No quiero que la bola de pelos se muera, Li.

-Yo tampoco, nene -susurró-. Estoy llegando, ya estoy aquí.

-No, no estás aquí porque si no yo te vería y no te veo, porque seguramente solo entraste a la casa y no... estoy divagando –me acerque a la jaula, viendo como Orión parecía seguir respirando de la misma manera-. ¿Por qué me regalaste algo que puede morirse? ¿Acaso no pensaste en que me dolería perder al orejón?

La puerta se abrió y un agitado Liam entró, dirigiéndose directamente a mí, rodeándome con sus brazos-. Estoy aquí, cariño.

-Es tu culpa -golpee su pecho con el teléfono, enojado por las lagrimas que corrian por mis mejillas-. Tú me lo diste y me dijiste que me encariñara con él y ahora se va a morir y me duele.

Él solo me apretó más fuerte, balanceándose suavemente antes de acercarse para mirar más de cerca-. Zayn, nene, Orión no está muriendo.

-¿Uh?

Me miró, riendo mientras secaba mis lagrimas con sus pulgares-. Creo que vas a tener que buscarle un nombre de chica a tu conejo -apuntó a la jaula–, Orión acaba de ser mamá.

-¿Qué? -me acerqué, viendo de cerca mis ojos se ampliaron al ver los pequeños animalitos pelones-. Tuvo bebés, la bola de pelos procreó.

Liam rió-. Louis la consiguió en la granja de su tía, cariño, supongo que Orión tuvo una noche loca antes de llegar a ti.

Me rasqué la nuca, confundido antes de mirarlo- ¿Ahora qué?

-Puedo conseguirte otro conejo si eso deseas, uno que sea macho.

-No –sacudí la cabeza-. Me gusta este.

-¿Seguro? Cuidar de ella y sus bebés será más difícil, vas a tener que tocarlos en algún momento.

Parpadee hacia la jaula-. Yo puedo regalarlos cuando tengan edad –lo miré nuevamente- Me ayudaras a cuidarlos, ¿verdad?

-Claro, nene. -rio-. Seremos sus padres o abuelos, como prefieras.

Me incliné para mirar más de cerca nuevamente-. Creo que no tenemos suficiente pelo para ser parte de su familia.

-La familia no se trata de compartir sangre, Zayn, sino de amor -besó mi cuello con suavidad.

Lo miré sobre mi hombro y sonreí, las definiciones de Liam me confundian a veces, ya que iban en contra de las que había leído en el diccionario, pero poco a poco iba viendo el mundo a su manera. Y... me gustaba.

Socialmente Torpe |Ziam|Where stories live. Discover now