Capítulo 11: Opciones

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Había aterrizado causando un gran estruendo, el polvo levantado evitaba que observara a los cazadores con precisión sin embargo, reconocería el olor de Kyōjurō donde sea pero algo andaba mal, había una diferencia.

Su sonrisa era altanera y llena de confianza, sabía de antemano que ellos no eran rivales para él y antes de conversar con Rengoku, eliminaría al estorbo que estaba al lado de él; en cuanto lo vio, lo odió por lo cercano que se veía al rubio además de que tenía que cumplir con las ordenes de Muzan.

Esperó a que el polvo se asentara pero algo llamó su atención, su nariz revoloteó de coraje cuando se percató de que Kyōjurō tenía impregnado el olor de Tanjirō y viceversa, ¿Por qué?, ¡¿Por qué un mocoso cabezón podía estar a su lado sin problema?! Y con eso su odio aumentó más, estaría más que complacido de asesinar a ese chico así que, sin pensarlo mucho atacó al pelirrojo.

Su brazo fue partido a la mitad con un corte magnífico, sabía que su atacante había sido el rubio y aquel corte le gustó, era digno de alguien tan fuerte como el pilar del fuego.

—Soy el pilar del fuego, Rengoku Kyōjurō. —habló con una seriedad inigualable sosteniendo su espada con firmeza para que en cualquier momento comenzara la pelea. Sabía perfectamente que el demonio que tenía frente a sus ojos era peligroso, no por nada era la Tercera Luna Superior.

—Y yo soy Akaza... —su sonrisa no desaparecía, estaba feliz de tenerlo delante de sí mismo, era su oportunidad de conversar con él y proponerle que se conviertiera en demonio.

Akaza no sabía si ser directo o no, admitía que no sabía por donde empezar y cómo atraerlo por lo que optó por ser lo más directo posible respecto a su propuesta.

Levantó la mano como si le dijera con el cuerpo que debía tomarla, incluso su sonrisa dejó de ser altanera y pasó a una amable y llena de esperanza. —Conviertete en demonio, Kyōjurō.

—De ninguna manera. —expresó cortante sin siquiera parpadear, aunque admitía que el gesto del demonio le parecía extraño, como si le estuviera pidiendo estar a su lado, pero eso era imposible.

Su sonrisa se esfumó, entendía completamente que Kyōjurō lo rechazaría al primer intento, aun así se sintió frustrado. Tenía que buscar la manera de que aceptara su propuesta.

La conversación entre ellos continuó y Akaza siguió buscando una forma de que el rubio aceptara convertirse en demonio tanto así que olvidó por completo el olor que desprendía el pilar, incluso colocó toda su atención en las intenciones que tenía con el rubio, ya se encargaría después de matar al mocoso cabezón.

—Te acabo de conocer y ya te odio. —dijo tajante Rengoku, ni siquiera habían iniciado la pelea y ese demonio ya estaba de insistente con él, lo cual era muy extraño. —Definitivamente no me convertiré en demonio...

"Te acabo de conocer y ya te odio", repitió para sí mismo lo que dijo el ojinaranja, admitía que eso no solo lo frustró de nuevo sino que también le habían dolido aquellas palabras, aun así pensó lo siguiente: "Del odio al amor, solo hay un paso, Kyōjurō".

Bien, no le quedaba otra opción, si no aceptaba convertirse en demonio por las buenas, entonces sería por las malas, ya se disculparía con Rengoku después por lo que, era darle un golpe mortal para que aceptara o lo secuestraría para que poco a poco aceptara, esas dos opciones pasaron por su cabeza; odiaba tener que lastimar Kyōjurō.

—¿De verdad no piensas aceptar? —insistió de nuevo Akaza con un poco de suplica en su voz aunque muy imperceptible, Zenitzu sería el único que podría notarlo. —Todas tus técnicas se perderán ¿No te parece eso lamentable?... —por un momento se le cruzó por la cabeza mencionar lo de aquella noche pero, si ya lo odiaba, de seguro con eso lo aborrecería. Por el momento no era una opción, ¿O tal vez si?

Esperó la respuesta de Kyōjurō y al escucharla, no quedaba otra opción que hacerlo por la fuerza, aunque le agradaba la idea de pelear con él pero no de herirlo porque él no podría sanarse a diferencia suya, él no era un demonio.

—¿De verdad? —y con esa última pregunta, desplegó su técnica de sangre de demonio. —Si no piensas convertirte en demonio, te mataré. —simples palabras que no iban en serio, el único objetivo de aquellas palabras llenas de seguridad y confianza eran que Kyōjurō tuviera miedo y afiramara positivamente ser un demonio.

🔥❄

Unas cuantas horas antes del incidente del tren infinito con la Tercera Luna Superior, en la finca mariposa se encontraba la pilar del insecto analizando los resultados de la prueba de sangre para comprobar si su amigo estaba embarazado o no.

Estaba en su área de trabajo con un rostro serio y de preocupación. —Lo que me temía, Rengoku-san está gestando... —suspiró con malestar, ahora solo esperaba a confirmarle los resultados al pilar del fuego y a que él tomara una decisión respecto al resultado positivo de su prueba de embarazo.

ArrepentimientoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant