Arrepentimiento

Capítulo 27: Conversación frustrante

Se sorprendió y tartamudeó levemente. —¿Qué siento acerca de Rengoku-san? —no entendía ¿Por qué Akaza le preguntaría algo como aquello? —¿Qué quieres saber con eso?

—Necesito saber tu respuesta... —con seriedad, el demonio exclamó.

Por otro lado, Tomioka observaba la situación, era el momento de cortarle el cuello a la Tercera Luna Superior sin embargo, algo dentro de él le decía que, tanto Tanjirō como Akaza debían tener esa conversación. Lo haría lentamente.

—Yo lo amaba... —sin reparo alguno, el pelirrojo exclamó con nostalgia mientras sostenía con firmeza su espada.

Silencio.

En ese instante, Akaza ardió en una ira descomunal que inundaba el lugar, sí, sin duda alguna disfrutaría sacarle las tripas a ese mocoso.

—Pero no un amor romántico. —fijamente observó a los ojos al ser demoníaco. —Lo amaba como si fuera mi hermano mayor, junto a él me sentía bien. —sonrió en medio del caos. —"Enciende tu corazón", son sus palabras las que me hacen seguir adelante y no rendirme.

—Tanjirō. —susurró el Pilar del Agua.

Akaza sin en cambio, solo guardó silencio.

—Además, yo no siento ese tipo de "amor" hacia los hombres. —y para relajar la fuerte tensión que emanaban, el más joven agregó.

Una fuerte risa abordó el lugar, era una risa que dejaba escuchar lo aliviado que estaba Akaza, ambos cazadores no comprendían lo que le sucedía a su enemigo, ¿Por qué se reía? ¿Acaso estaba loco de remate?

—¡No sabes como me alegra escuchar eso! —con su mano en su pecho y con la otra sujetando su cabello rosado, gritó con claro alivio. —¡Lo había malentendido todo ya que ustedes no son nada! ¡Nada!

—Cierra la boca. —se enojó Kamado, no permitiría burlas hacia nadie y menos hacia Rengoku-san. —¿Qué es tan gracioso?

—Solo estaba celoso. —dejó de reír para ponerse serio nuevamente.

—¿Celoso? —se confundió Tanjirō.

—Sí, lo estaba, creí que ustedes eran algo más que simples compañeros de los cazadores de demonios.

—Sigo sin entender qué quieres decir con eso. —Tanjirō habló incrédulo, su olfato le estaba diciendo que sucedía pero quería creer que estaba equivocado.

—¡Yo amo a Kyōjurō aunque ya no esté vivo! —gritó, necesitaba sacar todos sus sentimientos. —¡Lo amo y daría cualquier cosa por tenerlo a mi lado!

Tomioka no podía creerlo, el asunto entre esos dos era personal.

—¡Mientes! —con frustración, Tanjirō gritó, no podía aceptar algo como eso. —¡Tu no amas a Rengoku-san! —respiró profundo. —¡Si lo amaras, no lo hubieras lastimado y mucho menos provocado su muerte! ¡No seas hipócrita!

—¡¿Tu que rayos vas a saber?! —apretó sus puños. —Que ame a Kyōjurō no tiene nada que ver contigo.

—¡Él estaba esperando un hijo, no hables de amor cuando no puedes ni siquiera respetar su vida! —Exclamó Tanjirō.

—¡Por supuesto que sé que él estaba embarazado porque ese niño era mío! —de un momento a otro, Akaza había dicho toda la verdad.

"Yo tampoco sabía que estaba esperando un hijo".

"Mi hermano mayor era un doncel y pocas personas sabían sobre eso".

Recordó todos esos momentos y unió todas las piezas, era imposible que alguien como Rengoku-san tuviera sexo con un demonio, ¿Entonces eso significaba que...?

—Akaza, eres el ser más repugnante que existe. —habló Kamado. —¿Cómo pudiste hacerle eso a Rengoku-san? ¿A la supuesta persona que amas? Debes pagar lo que hiciste con la muerte.

—No tengo por qué darle explicaciones a un mocoso como tu.

—¿Cómo crees que Rengoku-san reaccionaría si se hubiera enterado de lo que le hiciste? —sus ojos no solo demostraban odio sino también una gran lástima hacia el demonio, sentía pena ya que sabía que él estaba sufriendo por sus actos pero no era suficiente; le pesaba su conciencia. —¿Crees que te hubiera amado después de que abusaste de él, Akaza?

La Tercera Luna Superior no dijo nada pero ambos sabían la respuesta, la única diferencia es que Akaza no quería aceptarlo.

—Muérete de una vez, Tanjirō. —con seriedad y con su instinto asesino reactivado, el ser demoníaco mencionó.

Y así, de nuevo dio a lugar la pelea a muerte entre ellos tres.

❄🔥

—¿Me perdonarías, Kyōjurō?

—¿De qué hablas, Akaza?

—Yo... No lo sé...

🔥❄

Lloró con falsedad cuando escuchó al cuervo de los cazadores de demonios mientras se tapaba su rostro con una mano dándole poca importancia a Kanao aunque estuvieran a punto de pelear.

—No puedo creer que Akaza-dono haya muerto. —habló Douma.