༄ 𝑇𝑎𝑘𝑎𝑚𝑖 𝐾𝑒𝑖𝑔𝑜.

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No suelo caminar por los jardines de los árboles y menos sola, pero tenía que venir por las manzanas y demás verduras que me pidió la hermana superior.

Ya eran las 5:30 de la tarde y la misa había acabado, ahora, todas las hermanas nos encontrábamos limpiando y ordenando la iglesia, ya que hoy nos visitarían el padre Keigo y los sacerdotes.

Y hablando del padre, últimamente se ha estado propagando el rumor de que, cuando él se entera de que alguna de nosotras pecó, Keigo te lleva a un lugar secreto a depurar tus pecados.

Nadie sabía que hacía él, hasta que una de las hermanas a las que yo soy cercana, lo vivió en carne y hueso. Me contó que es algo totalmente atrevido y fuera de nuestras especulaciones.

Hay que admitirlo, el padre Keigo es todo un dios griego, muy bien hecho en el cielo, hasta parece que Dios talló su cuerpo y rostro con sus propias manos.

Después de tanto pecar en mi cabeza y de entregarle las frutas y verduras a la hermana superior, decidí ayudar a las demás a limpiar hasta que se hicieron las ocho de la noche.

La gran puerta principal se abrió, mostrando a la sagrada luz del mismo Dios, y entró a pasos tranquilos, el padre Keigo junto a los sacerdotes Touya y Katsuki.

De los sacerdotes también habían rumores, dicen que suelen engatuzar a las monjas para hacerlas pecar y caer en la tentación, luego de eso son llevadas a otra iglesia, bajo la orden de "el padre Shoto las espera".

Me sobresalté al notar el cuerpo del padre frente a mí, haciendo que pegara un saltito y recibiendo una preciosa y dulce sonrisa de su parte.

Me sobresalté al notar el cuerpo del padre frente a mí, haciendo que pegara un saltito y recibiendo una preciosa y dulce sonrisa de su parte

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─ Muy buenas noches, hermana _____. Se ve que está muy pensativa. ─ Su voz era como el canto de los ángeles para mí.

─ Muy buenas noches, padre Keigo. Espero que su estadía aquí sea buena. ─ Lo máximo que podía hacer era disculpar con una reverencia.

─ Así será. ─ Unimos nuestros ojos por unos segundos y se alejó, yéndose al comedor.

(...)

Durante la cena, mi vista no se despegó del padre ni de los sacerdotes hasta que uno de ellos se dió cuenta, cosa que me puso muy nerviosa y aparte la mirada.

─ Así que, hermana superior, han estado ocupadas con las misas, eso es bueno. ─ Habló por fin el padre.

─ Sí, estamos felices de poder compartir el amor de Dios con las demás personas... Y se han estado presentando cada vez más gente a las misas, haciendo que el lugar quede lleno.

↳ 𝑂𝑛𝑒 𝑆𝘩𝑜𝑡𝑠. // 𝐵𝑜𝑘𝑢 𝑛𝑜 𝐻𝑒𝑟𝑜 𝐴𝑐𝑎𝑑𝑒𝑚𝑖𝑎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora