Historias +18 sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Habían pasado 3 meses de que le diste tu número a Touya, hablaban todos los días en todo momento, le contabas cada cosa que pasaba en tu vida, hacían llamada y jugaban juegos juntos. Todo era paz y amor hasta que te contó que volvería a viajar, cosa que te puso muy nerviosa porque en realidad se habían visto una sola vez, y las video llamadas no contaba mucho como verse.
En fin, en problema estaba en que nuca te especificó cuando volvería y tampoco le preguntabas, porque siempre que le ibas a preguntar te olvidabas.
Pasaron unos días desde que te contó que volvería, ahora estabas volviendo de la universidad, ya era bastante tarde y estabas cansada, así que lo único que harías sería comer, bañarte, contarle todo tu día a Touya y dormir.
- ¡Llegué a casa! - Nadie contestó, tus padres seguramente volverían al otro día.
Tiraste por ahí tu mochila y preparaste tus cosas para comenzar a cocinar tu cena, pero el toc toc de la puerta te Interrumpió. Viste por la ventana y casi te caes de culo al ver quien se encontraba del otro lado con un ramo de flores, no tardaste más y le abriste la puerta de un vuelo, haciendo asustar al mayor.
- Ho-Hola, me asustaste.. - Saltaste a su cuello, abrazándolo, quedando colgada de este.
- ¡Te extrañé muchísimo, no puedo creer que estés aquí! - Lo soltaste y lo besaste.
- Mmm sí, esta vez vuelvo para siempre... - Lo miraste sorprendida, ¿cómo que para siempre? - Jajajaja, me mudé aquí, ahora vamos a poder estar juntos. - Contestó a tu mirada y sentías que podías llorar en ese momento.
- No lo puedo creer, ¡nos vamos a ver siempre! - Lo abrazaste de nuevo.
Luego de un amoroso encuentro, cenaron juntos. Lo invitaste a quedarse a dormir, ya que tus padres no estarían en toda la noche y podría irse a la mañana tranquilamente. Tomaste el baño que necesitabas y fueron a tu cuarto a acostarse.
- Todavía no puedo creer que estés aquí, conmigo, a mi lado... - Decías recostada en su pecho mientras hacías dibujos invisibles en él.
- Créelo, porque no me pienso ir de tu lado. Estoy enamorado de ti, _____... - Te miró a los ojos, esa mirada tan hermosa que solo habías visto una vez en persona y luego de meses, de nuevo podías admirarla.
Ambos se juntaron en un beso, que no era para nada sexual, estaba lleno de amor, sentían la necesidad de darse ese amor que no pudieron en un tiempo.
Tu cuerpo terminó arriba suyo, sus manos acariciaban con delicadeza tu espalda y tus muslos. Por tu parte, lo único que hacías era acariciar su mejilla o su cabello, no querían separarse, pero lo hiciste.
- ¿Ahora qué, somos novios o algo así? - Lo mirabas expectante, necesitabas una buena respuesta a eso.
- Jajajaja ¿podrías dejarme pedírtelo bien en una cita? Me estás arruinando las sorpresas... - Se rieron, por fin se reían juntos.
Te volviste a acostar a su lado, pero sin dejar de abrazarlo. Ahora que estaba cerca tuyo, no lo ibas a soltar nunca más.
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