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¿Té enteraste del chico nuevo?

—¿Él de segundo?

Si, ese, ¿Ya lo viste?, Dicen que es lindo

Y sexi también

La conversación de aquellas chicas se fue perdiendo entre los pasillos de la escuela.

—Que asco

—¿Qué te da asco Manu? —. Dijo Valentin, su amigo, sentándose enfrente suyo de modo que ambos pudieran verse.

—Todos

—¡Ey! —. Se quejó el ojiazul.

—No hablo de vos tonto, sino de los demás.

—Ehh, ¿gracias?, pero, ¿por qué?

—¿No escuchaste? —. El silenció del ojiazul hizo suspirar al castaño. — Entró un pibe nuevo a segundo, recien llegó y ya están todos hablando de él, por favor, como si fuera el único alfa en este mundo —. Comentó Manuel molesto.

—Haaa, si si, pero..., vos también estas hablando de él, digo, si tanto te molesta ese tema solo ignoralo y ya. — sugirió Valentin.

—¡Ése es el problema!, no puedo, a donde quiera que vaya sacan el tema. Es frustrante. — Se quejó el castaño recargando su frente en su mesa banco rendido.

—Vos, amigo mio, necesitas distraerte un rato.

—¿A, si?, ¿Y cómo se supone que lo haga?, no es solo el tema de ese chico, los exámenes ya inician la próxima semana y aun voy retrasado con los trabajos de biología.

—Ciertooo, pero aún no entiendo, ¿Cómo es que siendo el chico más inteligente que conozco te atrasaste con esa materia?, digo, tampoco es tan difícil. Son solo unas cuantas investigaciones y resúmenes más que nada. Hasta yo pienso que debería ser más difícil, es obvio que el profesor no se esfuerza. — la risa de él ojiazul se hizo presente.

—¿No es obvio?, ese viejo me odia. — se volvió a quejar recargandose en su asiento y cruzándose de brazos.

—¿Y por qué será? —. Dijo Valentin divertido. — ¡Auch! —. Se quejó cuando el borrador de Manuel impacto con su rostro.

—Sabés que no me gusta hablar del tema.

—Claro, pues si te acostaste con su sobrina. — Volvió a reír el ojiazul —. ¡Ey!, ¡Para de hacer eso! — se quejó.

—Vos sabes por que fue eso, no fue mi culpa.

—Ya, ya, hablemos de otra cosa.

—¿Cómo qué? — Preguntó sin ánimos.

—Como a donde vamos a ir — La reluciente sonrisa de su amigo volvió a aparecer.

—Ah no, vos sabes que no me gusta ir a esos lugares Valen — Se quiso negar.

—Vos sabes que si Manu, no te hagas el difícil. Pasamos por vos a las siete. — declaró Valentin decidido poniéndose de pie.

—¿Tán temprano?

—¿No que no?. — Sonrió el ojuazul levantando las cejas. — siete y media pues.

—Te odio.

—Me amas, admitelo nene — bromeó de nuevo y río cuando Manuel le mostró el dedo medio volviendo a ocultarse entre sus brazos antes de que Valentin saliera del salón.

Pues la campana ya había sonado dando inicio a las clases.

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