La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔

49. Eres libre

Tyler

Luego de largas horas de espera y de pedirle al cielo que el niño este bien, la médico encargada de la cirugía sale para decirnos que la operación fue un éxito y que ninguno de los órganos de Dylan fueron severamente comprometidos. Fallon me abraza luego de estrechar a su hermana y celebramos que el pequeño rubio siga vivo. El resto de la semana nos la pasamos muy pendientes de la recuperación del enano.

Espero a mi pichoncito afuera del aula para irnos juntos al entrenamiento. Ella sigue una celebridad entre los demás y me da gusto verla rodeada de buenos amigos. Cuando sale me saluda con un beso e intento cargar su mochila, pero no me deja.

—Tyler, puedo cargarla yo misma. Soy una chica fuerte —aclara con una sonrisa mientras me muestra sus bíceps.

Me acerco y la tomo de la cintura para pegar mi frente con la suya, cargándola en el acto para poder nivelar nuestras estaturas.

—¿Cuándo comenzarás a decirme amor, bebé o alguna cosa linda? —indago haciendo un puchero y ella ríe.

—Me gusta tu nombre —manifiesta acariciando mi cabellera —. Tu cabello ha crecido, me encanta como luce —enreda un dedo en uno de mis bucles, haciéndolo más ondulado.

—Se que podría enseñarte que más ha crecido en mí —susurro haciéndola sentir la erección que provocó con tan solo verla en esa blusa de tirantes.

—Creo que el pervertido Donovan, será tu apodo.

—Me gusta, lo aceptaré hasta que encuentres uno más corto, pichoncito.

Ella muerde su labio y escuchamos como alguien se aclara la garganta. Bajo a mi novia sin dejar de tocarla y observamos a uno de los maestros advertirnos con la mirada que paremos nuestra escena. Alzo mis manos en señal de paz y tomo la mano de Fallon para marcharnos hacia la cancha.

—¿Cuándo le dirás lo del bebé a tus padres? —pregunta de pronto y yo suspiro, pensativo.

—No lo se, aun no puedo creer que sea mío. Se que ella y yo nos descuidamos en dos ocasiones, pero confié en el método que me dijo que usaba. Y no es que no quiera a ese bebé, es solo que será difícil con Giselle, no es la mejor persona del mundo. Al menos espero que sea la mejor madre. Gracias por apoyarme en esto  —admito.

—Todo estará bien —me anima la pelirroja apretando mi mano.

Su celular suena y ella responde, tras cruzar unas palabras con la persona al otro lado de la línea su semblante se decae y sus ojos se vuelven llorosos.

—¿Es por tu abuela?

—Mi padre dice que su salud está empeorando y que en sus ratos de lucidez solicita hablar conmigo y Becca —informa y limpia sus lágrimas —. Se que ahora está en una casa de reposo, donde la cuidan muy bien. Papá se hizo cargo y me mantiene informada, pero no se si estoy lista para verla después de todo lo que nos dijo mi madre aquel día en ese horrible lugar.

La abrazo y beso su cabeza. Acaricio su espalda y ella rodea mi cintura con sus brazos fuertemente.

—Es tu decisión verla o no, pero creo que tal vez hablar con ella alivie en algo el peso de tu rencor.

—¿Cómo puedo mirarla a los ojos sin recordar el infierno que le hizo vivir a su propia hija? ¿Cómo hacerlo cuando fue tan buena conmigo? —protesta a la nada.

—Todo estará bien —repito sus palabras de hace un momento.

***

Reviso el pollo frito que estoy cocinando y chupo mis dedos por lo delicioso que está quedando. Fallon prepara la salsa para los nachos y los mira atentamente. Observa todo el festín que tengo preparado para alegrar a mi estómago. Reviso la herida de mi mano y veo que va cicatrizando muy bien. Theo y Becca han ido por Dylan al hospital ya que al fin lo dan de alta hoy. Hemos adornado su habitación con juguetes y globos, se que el enano se pondrá muy contento. Hasta le compré un peluche de Theo, la ardilla y uno de Chicken little.

—Huele muy bien —la pelirroja olfatea la comida y me alegra ver como sus muecas de asco ante lo grasoso han ido desapareciendo.

—Sabes que no tienes que probarlo si no quieres —afirmo besando su mejilla.

Ella me mira vacilando y de un momento a otro toma un pedazo del pollo frito que he puesto en un plato hace rato y se lo mete a la boca. La miro sorprendido, una sonrisa se extiende por mis labios cuando sus ojos se cierran disfrutando el sabor.

—Delicioso —asegura y me acerco para darle un rápido beso.

—Delicioso —reafirmo lamiendo mis labios y guiñándole un ojo.

Alguien toca la puerta y me acerco a abrirla pensando en Dylan, pero la imagen de una ebria Giselle me recibe.

—¿Qué demonios? —reclamo viéndola en ese estado —. ¿Acaso quieres matar al bebé? ¿No te importa su vida?

Fallon llega hasta mi lado y sostiene a nuestra inesperada visita.

—Rayos, hueles a licor. ¿Cómo puedes ser tan irresponsable? —la regaña, las risitas de Giselle hacen que mi cólera aumente.

—Maldita sea, estás loca. Ni siquiera te interesa nuestro hijo.

—Él nunca hubiera sido más importante para ti que ella —sisea arrastrando sus palabras y zafándose del agarre de Fallon.

—¿Hubiera? —pregunto con temor y comienza a llorar tocando su vientre —. ¿Qué hiciste Giselle? —gruño pasando mis dos manos por la cabeza al ver lo plano que luce.

—Te liberé, Tyler. Eres libre de ese maldito bebé y por fin yo también lo soy —masculla.

Nota de la autora:

Dylan sigue vivo eh :3 y Giselle pues .... :( 

Hey peques, el final está cada vez más cerca.  A esta historia le quedan como cuatro o cinco capítulos más para terminarse así que gracias por seguir aquí leyendo.  El final será narrado por los cuatro, a ver como termina la cosa :)

Para quienes vieron el post en mi Instagram, saben que se viene una historia candente con Caleb Wood, ¨Tentaciones censuradas¨. Los que me leen desde ¨Edén sin censura¨ hasta acá saben que es el hermano menor de Edén. Su historia pertenecerá a una bilogía (si tienen nombres geniales para la bilogía los leo)

Todo será a su tiempo, aun tengo dos historias más en proceso y la historia de Amy Fox tan cerca de ser contada.

Nos leemos pronto ;)