16. Algo de azúcar

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Becca

De camino a casa la intensa mirada de Theo no me dejaba pensar tranquilamente al subir al ascensor. Más aun cuando se había cruzado de brazos en una esquina y tenía una coqueta sonrisa que me provocaba querer arrancarle la ropa ahora mismo.

Su cuñada y su hermano me parecieron una pareja tan dulce. Desbordaban amor por todos lados, obviamente esperaban a su bebé con ansias. Ojalá para mí hubiera sido lo mismo, tal vez todo hubiera sido distinto si en aquel entonces Douglas me hubiese brindado su apoyo. A pesar de todo le agradezco a la vida por hacerme comprender que no necesité ni necesito de una figura paterna para mi hijo cuando yo he sido todo para él y cuando mi niño es el motivo para seguir adelante cada día.

El ascensor se abre y Dylan sale corriendo a la puerta del departamento haciendo muecas y encorvándose un poco.

—Mami, popo —me dice.

—Oh oh —murmura Theo.

Busco mis llaves de prisa mientras mi bebé aporrea la puerta.

—Tita Fa, popo —exclama y luego de segundos la puerta se abre dejando ver a Fallon quien observa a Dylan y lo carga de inmediato para llevarlo al baño.

—Estaba a punto de cargarlo para que abonara las plantas de la esquina —comenta Theo y rio.

—Tengo que irme.

—Gracias por acompañarme y saciar el hambre de mi glotona cuñada.

—Me encantó conocerla.

—Es una cosita demasiado dulce si la llegas a conocer a más —dice con una sonrisa.

—Se le nota lo tierna.

—¿Y a mí? —indaga acercándose tratando de tocar mi cabello —. También puedo ser muy dulce si me llegas a conocer mejor —propone ladinamente.

—Se buen chico y ve a tu departamento, niño.

—Sí, mamá —responde con burla y no puedo evitar sonreírle. Rápidamente besa mi mejilla para irse camino al ascensor —. Cuando quieras portarte mal, búscame Becca —agrega mirándome sobre su hombro. Me guiña un ojo y entra al ascensor.

Un torrente de emociones recorre mi sistema mientras abro la puerta para escuchar a Fallon quejarse y verla sobar su frente.

—¿Estabas espiándome?

—Deber de hermana menor, tonta.

—Creo que no te eduqué bien, pitufina.

—Odio que me llames así —se queja.

—Lo hago de cariño, Fal —la abrazó y ella me devuelve el gesto.

—Lo sé.

—¿Y Dylan? —pregunto cerrando la puerta para quitarme los zapatos e ir a mi habitación.

—Sigue en el baño.

—¡Mami! —grita mi hijo. Clara señal de que ya ha terminado y que debo ir a limpiarlo.

—¿Qué prepararás hermanita? —pregunta Fallon echándose en el sofá.

—Si deseas que cocine algo rápido, mueve tu perezoso trasero y limpia el de Dylan —propongo.

—Prefiero eso que cocinar —comenta levantándose.

—No puedo creer que prefieras limpiar a Dylan que preparar la comida —manifiesto risueña.

—Bec sabes que odio cocinar.

—Bien, haré pollo frito —digo como si nada y su siguiente reacción me hace dar cuenta de que no dije algo bueno para ella.

Fallon se detiene antes de llegar al baño y veo como sus puños se aprietan un poco.

—Algo sin grasa, Becca —murmura.

—Pero Fallon hace tiempo que ... —intento persuadirla.

—No me hagas repetirlo, Becca —agrega con voz baja y dándose vuelta para mirarme. Tal vez lo del pollo fue mala idea —. Por favor, hermana —añade.

Es lo último que dice y entra a ayudar a Dylan. Suspiro pensando en Fallon en el calvario que sufrió en el instituto cuando era llamada Red Pig. Los adolescentes podían ser tan malvados con la apariencia de los demás.

Siempre consideré hermosa y valiosa a mi hermana menor así tuviera unos kilos de más, su inteligencia era asombrosa pero no importaba cuanto se lo dijera si ella no lo entendía. Nuestra relación era algo inestable cuando vivíamos con nuestros padres. La belleza era algo primordial para nuestra madre. Siempre hostigaba a Fallon con que tenía que verse digna del apellido Rydel y muchas veces la comparaba conmigo. Tenía miedo de que mi hermana me odiara y que se alejara de mí por los estúpidos comentarios de Eleanor.

Batallé cuidándola y animándola. La cambié de instituto y a pesar de que su pequeña figura se fue volviendo delgada con las clases de baile en las que se inscribió hace años, ella no volvió a tener la misma confianza de antes. Muchas veces me la encontraba viéndose en el espejo, llorando al tocar las estrías de su abdomen o la escuchaba vomitar en las noches. Debido al temor que tenía de que sufriera algún desorden alimenticio tuve que pedir ayuda psicológica y gracias al cielo no se rehusó a aceptarla. Hasta que un día volvió a casa llorando y no quiso decirme el por qué hasta ahora.

La gente es cruel al fijarse en los defectos de los demás antes de corregir los suyos propios, ya sean externos o internos. A veces pienso que es la forma de escudarse de algunas personas, burlarse de otras antes que ser el centro de las burlas.

Tan solo sigo deseando que Fallon pueda encontrar su propio valor en este mundo y le demuestre de que está hecha una Rydel.

—¡Dylan, ven aquí! —exclamó Fallon sacándome de mis pensamientos.

—Mami —manifestó mi hijo entrando con su pantalón e interior abajo.

—¿Cielo, por qué estás así? —indagué y él solo reía.

—No quiere lavarse las manos —se quejó su tía.

—Dylan... —comencé a regañarlo.

—No mami —lloriqueó.

—Uno.... dos —comencé mi conteo y él me miró desafiante — dos y medio... —de repente corrió al baño de nuevo a lavar sus manos.

—Eres la mejor —me halagó mi hermana —¡Con jabón Dylan! —exclamó.

Me adentré en la cocina y cuando me colocaba el delantal mi celular vibró en el mesón con un número no registrado llamando.

—¿Hola? —indagué.

—Señorita Rydel —exclamó la voz de Silas enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

Al mismo tiempo alguien toca la puerta. Me acerco a abrir y veo la sensual figura de Theo con una taza en mano la cual balancea de manera coqueta.

—Vecina ¿tienes algo de azúcar? —indaga levantado una ceja y recorriendo mi cuerpo con sus ojos grises mientras sigo con el celular junto a mi oído.


Nota de la autora:

¡Hola bebés! Sigo viva :D

Espero disfruten del cap :3 gracias por los votos y comentarios. También por esperar ;)

P.D. Si ven algún error o no entienden algo avísenme por favor.

La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora