╏ ChūAku ╏one-shots

九

AU escolar
POV's Chūya

Iba caminando por los pasillos vacíos de la escuela, tuve que arreglar un problema con un maestro y me quedé 1 hora más luego de la salida. No había nadie cerca o eso creía yo.

—Ah-h! Da-zai... más fuer-te— de pronto oí unos gemidos, esa es la voz de Ryū. Me quedé quieto en mitad del pasillo, no podía creerlo, Aku está teniendo sexo con el idiota de Dazai. Por algún motivo me acerqué más al salón, lo suficiente como para poder verlos; estaban haciéndolo sobre la mesa del profesor.

—Amor, quiero cambiar de posición— alcancé a escuchar lo que pidió Dazai; ví como se acomodaba para quedar sentado sobre el escritorio y que Akutagawa quedara sobre sus piernas.

Ya no quería ver más, estaba herido, me sentía traicionado; por qué estás así? No te traicionó, nunca fueron nada. Era cierto, pero aún así me dolía.

—Agh Ryū,— le oí jadear —te quiero— gimió y luego lo besó.

—Agh agh, yo también Dazai— contestó mi amigo pelinegro —también te quiero— listo, ya no quiero ver más. Estaba listo para irme, pero ví como Osamu me miraba y sonreía con burla, maldito, hizo eso a propósito. Le alcé el dedo de en medio y salí de la escuela; sólo quería llegar a mi casa y llorar por todo el fin de semana.

✿

Lamentablemente el lunes había llegado; el fin de semana me la pasé llorando y haciendo tarea, aunque lo último me ayudó a distraerme un poco.
Hoy tenía que ver a Akutagawa; somos amigos, no le puedo ignorar de la nada, se pondría triste.

—Ya que, fingiré que no ví nada. Al menos él no se dió cuenta que los ví; espero que el idiota de Dazai no le haya dicho— dije en voz alta para mí mismo. Terminé de vestirme y salí de mi casa; con la pequeña esperanza de no encontrarme con Osamu, pero esto sería difícil, porque estamos en el mismo grupo.

✿

Las clases habían pasado bien, ya era hora de receso; Dazai si había venido, pero nunca me habló de lo que pasó el viernes, mejor para mí.
Estaba caminando tranquilamente mientras tomaba un jugo, iba a la azotea, ahí no vería a ninguno de los dos.

—Chūya— maldita suerte la mía. Oí la voz de Aku llamarme, volteé a verlo, con la cara más natural que podía hacer, y le devolví el saludo con un gesto en la mano. —oye, perdón porque el viernes no nos hayamos ido juntos, tuve que quedarme ayudando a mi profesor de matemáticas— cómo puede mentirme en la cara? Tal ves no es la primera vez que pasa; aunque mi mente era un lío, por fuera sólo le dí una sonrisa y seguí bebiendo de la lata.

—No te preocupes, yo también me quedé luego de clases— comenté con fingido desinterés y empezé a caminar, quería ver su reacción. Él me siguió el paso con una expresión un poco sorprendida; que tanto puedes mentirme, Aku?.

—De verdad? Cuánto tiempo te quedaste?— empezó a hablar un poco más rápido, está nervioso.

—Si, sólo estuve media hora; tuve que arreglar un problema con el profe de literatura, luego me fuí a mi casa— respondí viendolo de reojo; relajó su expresión y volvió a sonreír. Su sonrisa sigue siendo igual de linda, tan bonita como él, pensé mientras admiraba su lindo rostro.

—Chūya, te quiero decir algo— habló cuando habíamos llegado a la azotea, no hay nadie, al menos tendremos privacidad.