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10, Enero
MADDIE POV
Estoy feliz, me siento realmente feliz, un pequeño suspiro se escapa de mis labios, mi mano, y la de Thomas está entrelazada, sin esperar, dejo que mi cabeza caiga sobre el hombro de él, sonrió, el atardecer es lo más hermoso que podemos estar viendo en este preciso momento, todo en este lugar es extremadamente mágico, lindo, y tiene una pequeña pizca de seducción.

-En que piensas-Susurró, para que el hombre que manejaba la góndola no nos escuchara.

-En nuestro viaje-Susurré, levante la cabeza y nuestras miradas se conectaron.

- ¿Te está gustando?-Preguntó con nervios, estaba asustado de que mi respuesta fuera cien por ciento negativa.

-Pensándolo bien...-Una expresión algo idéntica a la del pensador de París, se hizo presente, y al ver su rostro de preocupación, no pude evitar soltar una gran carcajada, y varias personas que navegaban a nuestro alrededor, voltearon a vernos-Es broma-Susurré-Me ha encantando todo este viaje-Me acerqué y deje un pequeño y dulce beso en los labios ya que no podíamos excedernos, probablemente el lugar estaba lleno de periodistas, y en cualquier momento pueden malinterpretar toda la situación.

-Te amo‐Sonrió, sujeto de nuevo mi mano con fuerza, y entrelazo nuestros dedos.

-Sabes que yo siempre te he amado-Sonreí, levanté nuestras manos con cuidado, y deje un pequeño beso sobre la suya.

Ambos dimos un pequeño suspiro, y yo volví a la posición inicial, con mi cabeza recostada sobre su hombro, mientras que el atardecer nos acompañaba en este momento tan especial, y a lo lejos una pequeña melodía también hacia parte de nuestros testigos. Me sentía feliz, amada, y en este preciso momento no me importaba absolutamente nadie.

AMY POV
Aún estoy en shock con lo que Christian quiso hacer conmigo, jamás, nunca en mi jodida vida lo había visto de esa manera, sentí miedo, pero ya no quiero pensar más en ese estupido tema.
Me acerco directamente hacia mi enorme clóset, lo observó detenidamente, hasta que decido en colocarme un short de jean, algo desgastado, un crop top de color blanco, y tennis, que al igual que mi camisa, eran de color blancos. Obviamente no podía faltar el labial de color rojo en mis labios, un poco de sombras, delineador en mis hermosos ojos, y mi cabello suelto. Tomó mi pequeña cartera de color negro, y junto a ella llevo mi teléfono celular, camino hacia la salida de mi habitación, abro con rapidez, y en menos de cinco segundos, la puerta detrás de mi esta completamente cerrada, mis padres no están en casa, la verdad casi nunca se encuentran en este lugar, suspiró, y bajo las escaleras con rapidez, esta vez no estaba tan sola, ya que los empleados de nuestra casa no tienen ningún descanso el día de hoy.

-Llegaré tarde-Comenté, principalmente lo decía para que ellos le dijeran a mis padres, más no para pedirles permiso.

Esta vez no me dirigí directamente hacia la puerta principal de mi casa, desvíe mi camino, llegando a una puerta, que al abrirla, podrías adentrarte al enorme garaje que mis padres tenían allí, con enormes, extravagantes, hermosos, y muy caros autos. Una enorme sonrisa se formó en mis labios, mis pies se dirigieron hacia el estante donde se encontraban todas las llaves, levanté mis hombros, sin pensarlo, tomé las llaves del Ferrari negro.
Camine hacia el lugar donde esté auto estaba estacionado, abrí la puerta del piloto, y no espera más, me adentre a este, inserte la llave, la puerta del garaje detectó que alguien estaba a punto de salir, y comenzó a abrirse, encendi la radio, y deje que las canciones que allí sonaban me ayudarán a distraerme un poco, acelere, salí de aquel lugar, y en menos de un minuto, ya estaba en la enorme carretera, el motor rugía de vez en cuando, y varias personas que caminaban por allí, volteaba a verme, algunas miradas eran de envidia, celos, odio, por no tener todos los lujos que mi familia me ha dado, pero no todas las miradas eran tan cortantes y afiladas, ya que la otra mitad, se trataban de personas que se les notaba sus insaciables ganas de ser mis amigos, todos ellos querían ocupar el asiento del copiloto en mi auto, pero a mi todos ellos me valían una mierda. Solté una gran carcajada, y seguí con mi camino hacia una de las mejores y exclusivas discotecas de toda la ciudad.

PrincessWhere stories live. Discover now