LA SULTANA

El ritual del Nìshuǐ zìshā

Advertencia, muerte y lágrimas...tener a la mano pañuelos y clorox...

-He...Xiong

-Qing Xuan ¿Qué pasa? – viendo como el omega se lleva la mano a su nuca

- ¡¡¡¡No!!!! ¡¡¡¡He-Xiong, He-Xiong!!!! – y en el acto lleva su otra mano a su vientre – ¡¡¡¡No!!!!

- ¡No puede ser! – observando como sale agua y sangre del cuerpo de Shi Qing Xuan, en el acto sale corriendo hacia el interior del palacio – ¡ayuda su majestad está sangrando! ¡la sultana está en trabajo de parto!

Varios guardias junto con Long Shang llegan corriendo y el eunuco sin siquiera pensarlo se acerca y toma a la sultana en sus brazos – ¡vayan por la partera y el médico real! ¡llevemos a su majestad a la habitación del harén es la más cercana! – mientras entra corriendo con el omega y los guardias y Xie Lian detrás de él

Todo el palacio entra en total estado de pánico al saber lo que sucede con Shi Qing Xuan, y por las palabras del omega, algo terrible le ha pasado al sultán, todos los consortes de He Xuan observan como Long Shang entra corriendo y sube de forma presurosa las escaleras, los niños apenas observan y no entienden qué es lo que pasa, mientras en la zona de los siervos la noticia ha llegado y Mei Ling esboza una sonrisa, todo lo que necesita es que Shi Qing Xuan y su hijo mueran y ella podrá ser la sultana, lo que no sabe es que Qi Rong no cumplió su promesa y ha degollado al sultán.

Long Shang llega y deja a Shi Qing Xuan en la cama, las doncellas se mueven buscando agua caliente toallas y mantas para recibir al bebé, porque es claro que el omega ha entrado en trabajo de parto faltándole un mes para dar a luz, así que todos temen por el príncipe heredero, pero la angustia aumenta en todos al percatarse de que ni el médico real ni la partera han llegado y tiene su razón de ser Mei Ling los compró para no atender a Shi Qing Xuan...

-¡¿Por qué no llegan?!

-¡Por favor sáquenlo, sáquenlo! ¡esta sufriendo! –aferrándose a su vientre – ¡saquen a mi hijo, está sufriendo!

Hua Cheng llega y observa en el acto a eunuco quien con la mirada le dice que ni el médico ni la partera van a llegar así que el visir toma una decisión, porque es la vida de su sobrino y el omega de su hermano.

-Denme una daga – dejando a Xie Lian pasmado – alteza, no podemos demorar más

-Está bien – acercándose a Shi Qing Xuan – Qing Xuan ¿puedes soportarlo?

- ¡Solo saquen a mi bebé! ¡Ahhhhh!

-Long Shang, sostén las manos de la sultana – mirando a dos doncellas – ustedes dos sostengan con fuerza las piernas de la sultana no dejen que se mueva por nada del mundo ¿entendido?

-Sí alteza

-Cómo ordene alteza

Long Shang se acerca y luego de hacer una reverencia, como pidiendo perdón por lo que hará sostiene con fuerza las muñecas de Shi Qing Xuan por sobre su cabeza, las doncellas se acercan y sostienen con fuerza sus piernas, es una fortuna que las doncellas sean alfas, otra doncella rasga el vestido y el camisón de Shi Qing Xuan dejando su vientre descubierto y apenas se puede ver como el bebé se mueve de forma desesperada es claro que está sufriendo al igual que su madre, mientras que Xie Lian le coloca una tira de cuero en la boca al omega para que no desperdicie sus fuerza gritando, Hua Cheng se acerca con la daga y coloca la punta sobre el vientre del omega.

-Hermano...perdón – empezando a cortar

Un desgarrador grito suena por todo el harén y el palacio, los consortes e hijos de He Xuan se cubren sus oídos y los pequeños niños hasta el hijo mayor del sultán están llorando, esos pequeños quieren a Shi Qing Xuan, el omega siempre ha sido bueno y atento con ellos y nunca los hizo menos en cuanto fue coronado, mientras en la habitación Hua Cheng ha llegado hasta el útero de Shi Qing Xuan y ha empezado a cortar, a su lado hay una doncella con una toalla esperando por el bebé, mientras que afuera un grupo de jenízaros está esperando por el nacimiento y porque Hua Cheng reconozca al bebé como hijo de He Xuan, se supone eso debería hacerlo el sultán, pero al no estar este solo puede hacerlo un hombre de la familia del sultán.