¡Sorpresa!

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Kanato había destruido a Timotea y había querido disculparse con su amiga, pero ella rechazaba sus disculpas.

-(TN), lo siento, en serio.

-¡Basta, Kanato! ¡Te odio!

-Si, sé que lo que hice estuvo mal, pero ¿Puedes perdonarme, por favor?

(TN) estaba realmente afligida por la "muerte" de Timotea.

-Nop.

-¡AY, MALDITA SEA! ¡PERDÓNAME DE UNA VEZ! -Kanato, ya harto, se fue a su habitación.

(TN) se puso a llorar. En ese momento pasó Ayato.

-¡Vamos, Solo te lo rompió! Yo lo hubiera prendido fuego. ¡jajajajajaja! -Se fue riendo a su habitación.

-Era lo único que me quedaba de mis padres... -Murmuró (TN)

Una semana más tarde...

(TN) No le había hablado a Kanato en toda la semana y ya había llegado ese día que tanto esperaba: Su cumpleaños. Lo que no esperaba, era la sorpresa que le dieron.

-¿(TN)? -Llamó Kanato a la puerta de la habitación de su amiga.

-Pasa... -Dijo ella, en tono frío.

-Tengo algo para ti. Lo siento... 

-¡Kanato!... ¡Gracias! -(TN) abrazó a Kanato, con lágrimas en los ojos. El regalo que le había dado era Timotea reparada.

-¡Jaja! De nada, (TN). Feliz cumpleaños. -Correspondió el abrazo.

-Gracias.

-Ven, bajemos a ver qué hay de desayunar.

Ambos bajaron.

-Feliz cumpleaños, señorita. -La saludó Reiji.

-¡Feliz cumple, Zorrita! -La felicitó Laito.

-¡Jaja! Gracias, a ambos.

Como los demás vampiros no le dijeron ni buenos días (como siempre), Reiji (como siempre) se enojó con ellos.

-Que malos modales que tienen ustedes tres, ¿Eh? -Señaló a Subaru, Shu y Ayato.

-Feliz  cumpleaños... -Dijeron los tres al unísono, con desgano.

-Ay, nunca van a cambiar. -Suspiró Reiji.

-Gracias. -Respondió (TN) al saludo de los hermanos.

-(TN), esta tarde ven a verme al jardín, ¿si? A las 5.

-Está bien, Kanato. Allí estaré. -Sonrió (TN), respondiendo al pedido del pelimorado.

Esa tarde...

(TN) Se puso su vestido formal favorito y se peinó, aunque no sabía bien para qué, pero tenía el presentimiento de que debía hacerlo. Fue al jardín, abrazando a Timotea.

-¡Sorpresa! -Gritaron Kanato, Duke y su hermana al unísono. También estaba Teddy.

(TN) se sorprendió mucho y tan emocionada como estaba, los abrazó a los cuatro y besó a su novio.

-¡Gracias!

Kanato le pidió a Reiji que les sirviera el pastel, además de otros dulces y gaseosa.

-¡Todo está muy rico! -Exclamó (TN).

-¿Te gusta, (TN)? Lo hice yo, solo para tí... -Kanato se percató de lo que dijo. -... Y para todos, jaja.

-Awww, gracias, Kanato. 

Los cuatro se la estaban pasando muy bien, o eso parecía. Aunque Duke y Kanato se lanzaban de vez en cuando una mirada asesina cuanto se acercaban a hablarle a (TN).

-Oye, cariño, ¿Por qué no vas a mostrarle las rosas a mi hermana? -Sugirió Duke.

-Hermano...

-Amor...

-Antes de que digan algo, si, estoy seguro. Vayan. Nosotros nos quedaremos aquí.

Mientras (TN) y la hermana de Duke fueron a ver las rosas, él y Kanato se quedaron conversando. O así era hasta que, cuando (TN) se volteó para mostrarle a su novio las rosas que habían recolectado, se dió cuenta de que no se encontraba allí, tampoco su amigo.


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Mi Muñeca, Tu Muñeco. (Kanato x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora