Mi Muñeca, Tu Muñeco. (Kanato x Tú)

Muerte... ¿O no?

(TN) y la hermana de Duke buscaron a los chicos por todo el jardín. Finalmente, hayaron a Duke.

-¡Kanato! -Gritó (TN) y fue a abrazar a su amigo. -¡Que bueno que estés bien! Pero... ¿En dónde está Duke?

-Él... Está muerto. -Kanato hizo una leve sonrisa, pero nadie se percató de ello.

-¿P-pero c-cómo? -Tartamudeó (TN) con lágrimas en los ojos.

-No lo sé. Fue a buscar algo para beber y como no volvía fui a buscarlo y lo encontré muerto en un lugar apartado y oscuro del jardín. Tenía cortes en la muñeca.

-¿Quieres decir que... Se suicidó? -Preguntó la hermana de Duke, aguantándose las lágrimas.

-Pues... Eso parece.

-Pero... ¿Por qué? -Preguntó (TN). No podía creer lo que escuchaba.

-Tranquila. -Kanato abrazó a su amiga. -Ya no lo necesitas. -Le susurró al oído, y puso una sonrisa psicótica que (TN) no vio.

Ella estaba tan afligida que no pensó en las palabras de su amigo en ese momento, pero a la mañana se puso a rememorar lo que había pasado esa noche.

-Es mi cumpleaños y murió mi novio. -Murmuraba. -¿Por qué? ¿Por qué se suicidó? Yo lo amaba... 

En ese momento tocaron la puerta.

-Pasa.

Era Kanato, que había ido a consolarla.

-Tranquila. -Le dijo el pelilila. -Ya pasó.

-Pero no entiendo por qué se mató.

-¿Sabes? Creo que para querer acabar con su vida teniendo a una chica tan lind... Digo, personas que lo aman, incluyéndote, significa que él no apreciaba el amor de nadie o estaba mal de la cabeza. No lo sé. Los humanos son tan raros, ¿No?

-¿Dices entonces que no me amaba?

-Tal vez.

-¿Sabes? Cuando conocía Duke tenía 12 años. Era nueva en la secundaria a la que iba y mis padres habían muerto antes de que empiecen las clases. Tampoco tenía a mi mejor amigo. -Miró a Kanato. -En serio, Kanato. Te extrañaba mucho.

-Yo también, (TN). Y muchísimo. -Kanato abrazó a su amiga. Luego, ella se apoyó en su hombro.

-Como decía, Duke se acercó a hablarme y aunque yo no le hablaba mucho, nunca dejó de hacerlo. De a poco fui hablándole más y con el tiempo, nos hicimos grandes amigos, hasta que un día comenzó a gustarme y cuando menos me lo esperaba, me dijo que gustaba de mí y que si quería ser su novia. Yo acepté.

-¿Y hace cuanto fue eso último? -Preguntó Kanato, fingiendo una sonrisa.

-Más o menos un año. Luego le dije que me iba a ir de Francia y él decidió acompañarme. Me cuesta creer que no me amaba. Después de todo lo que pasamos juntos...

-A veces las personas cambian de parecer repentinamente. Ya sabes, jamás vamos a entender a los humanos.

-Creo que tienes razón.

-Ahora, descansa, muñequita.

-¿Kanato? ¿Me llamaste muñequita?

Pero Kanato ya se había ido.

-Tal vez me habrá parecido. -Habló (TN) para sí misma. Luego se durmió.

A la noche siguiente...

-¿Amor?

(TN) fue despertada por una voz que le sonaba familiar.

-¿Duke? ¡Duke!

Pero al despabilarse se dio cuenta de que no había nadie. Así que se levantó, se vistió y fue a lavarse la cara. Al mirarse al espejo vio a su novio, pero al darse la vuelta no había nadie. 

-¿Será mi imaginación? -Pensó, y se dirigió al jardín. Entonces, le dio un dolor de cabeza terrible y tuvo una visión en donde estaba su difunto novio.

-La muerte de Duke me está haciendo mal a la cabeza. -Pensó, y de repente, Duke se apareció frente a ella.

-¡Duke! -Gritó y con lágrimas en los ojos, se abalanzó sobre él. -¿Qué te pasó? Creí que estabas muerto.

-No lo sé... Lo último que recuerdo fue que me desperté con un dolor en el cuello.

(TN) Revisó el cuello de su novio y vio que tenía las marcas de una mordida de vampiro.

-Pero si es... Duke, ¿No recuerdas nada más?

-Que estábamos en la fiesta y fui a buscar algo para beber.

-¿Y nada más?

-No. ¿Hay algo malo?

-¿Puedes mostrarme tus dientes? 

Duke abrió su boca y entonces, (TN) estuvo segura de lo que le pasó.

-Tus colmillos... Duke, no sé como decírtelo ni si me vas a creer...

-Simplemente dilo, amor.

-Te convirtieron en vampiro. 

-¡Jajajajaja! ¡Que buena broma! Casi me la creo...

-Hablo en serio.

Ambos se quedaron callados.

-Hay que decirles a los demás. -(TN) rompió el silencio.

Los dos fueron a hablar con Reiji y le dijeron lo sucedido.

-¿Y no recuerdas quién te convirtió?

Duke negó con la cabeza.

-Bueno, supongo que te tendré que dar la bienvenida al mundo de los vampiros, Duke. -Dijo en tono algo sarcástico.

Reiji llamó a que todos los hermanos se reunieran con él para presentarlo. A nadie le gustó el nuevo "invitado", y mucho menos a Kanato, cuya cara parecía de miedo.

-¡¿Pero que demonios...?! -Pensó el pelilila.

En ese momento, Kanato y Duke intercambiaron miradas.

-¡Ese maldito! -Pensó Duke.